Tengo como estudiante a un joven que es una lindura, sufre de ansiedad y prefiere estar solo porque afirma que es muy sensible a los comentarios de sus compañerxs.
El otro día escribió una especie de confesión expresando su deseo de ser médico, pero, además, quejándose de su condición de ser un ser humano tan sensible y emocional. Escribió literalmente: "es que tengo un problema que no sé si me permita lograr mis sueños".
Volteé a verlo con el corazón roto casi jurándole que personas como él hacían falta en este mundo, y que su condición de ser tan emocional lo iba a llevar más lejos de lo que él creía, que estaba bien, que era un plus para su vida. Le aseguré que se iba a sorprender de todo lo que alcanzaría siendo así de emotivo y sensible.
Se me quedó viendo un rato medio eterno, como extrañado, se le iluminaron los ojitos como con el primer destello del primer amanecer de este mundo y me dijo incrédulo y sonriendo: "¿de verdad, profe?".
¡Por un mundo donde lxs niñxs puedan sentir sin sentirse culpables de sentir!
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