diciembre 31, 2010

Última palabra antes de morir

Quizá sería un grito, un balbuceo que concentre toda la emoción, el agradecimiento, el miedo, la alegría, el amor, Beatles, la música, el baile, escribir…; todo aquello que me embargaría en un momento tal…, pero después del grito desgarrador feliz quizá sea la palabra te amoooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!; porque en el momento de mi muerte seguramente me encontraré emocionada por saber que me despido de algunos o varios años de rondar por este planeta, inquieta por saber qué me espera en el “más allá”, en donde quizá me tope con la nada o simplemente me convierta en un gusanito; sería lindo convertirme en un acorde, que toda esa energía que despide mi persona viaje y se vista de un acorde que envuelva el requinteo de “Stairway to heaven”, quizá mi ser despertaría cada que una guitarra me solicite…, creo que lo que más extrañaré cuando muera será la música… y si algo me pone triste es pensar que jamás escucharé música de nuevo, por ello concentraré toda mi fuerza y disposición para que cuando muera y mi energía mute me convierta en un acorde stairwaytoheaveniano.

A un ente divino

Le diría:
¡Sabía que no eras hombre!

Le preguntaría:
¿Existes o es un sueño?, si existes…¿cuándo fue todo?, ¿verdad que somos accidente?, ¿tú sabes el para qué de la autoconciencia?, ¿qué es la vida?, ¿cuáles son los enigmas de la historia de lo que existe?, ¿es acaso que tú lo sabes todo?, ¿con qué fin, para qué y por qué?, ¿me dirías las curiosidades históricas de todo el tiempo humano por favor?, ¿cuál es precisamente mi misión en esta vida?, si es que existe el alma ¿en qué épocas he vivido y qué hechos relevantes he desarrollado en dichas épocas?, ¿hay alguna manera de viajar en el tiempo y deshacerlo todo para componerlo sin afectar tanto el presente?, ¿me darías una señal para evitar que mi muerte sea aparatosa? ¡Gracias!

Contéstame en forma de pregunta…

Del acto de escribir


Escribir es como correr, o tirarse de un bonjee, o vomitar; hay vómitos lindos porque son liberadores de algún malestar, hay vómitos que no quieren salir y sólo te torturan; así la escritura; porque escribir es plasmar un sentir, es poder decirnos con tanta magia como el hecho de poseer un lenguaje y entenderlo, y saber que puedo jugar con las palabras y darles forma, pintarlas, deshacerlas, desnudarlas, vestirlas a mi manera, es dibujar un sentimiento; o quizá sea algo parecido a lo que siente un músico cuando compone una obra y la sabe acorde con el sentir que quería expresar.


Escribir es hacernos historia en un verso, es dejar pedazos de sí en un papel, es viajar ligero.

Cassandra


Era el otoño de su vida, su andar lento pisaba la hojarasca seca y vieja que melodiosamente adornaba su soledad. Él esperaba cada tarde sentado en su mecedora, ¿qué esperaba?, tan sólo esperaba.

Cuando vivió la primavera de sus mocedades creyó que la vida sería muy larga, tenía sueños y la llama de la esperanza latía en cada uno de sus pasos; profesaba la justicia, se sabía poderoso de pensamiento y de acción. Cada viernes iba a reuniones secretas de izquierda y en alguna ocasión casi perdió la vida por un ideal; era obstinado en encontrar su misión, no perder el tiempo, optimizar su vida y ser productivo en el sentido de dejar un poquito de sí en este mundo. Más de la mitad de su tiempo estudió múltiples disciplinas queriendo tropezarse con el enigmático por qué. La otra mitad se dedicó a viajar, su filosofía siempre fue la pregunta y experimentar todo aquello que le diera paz mental.

En alguna ocasión hizo una pausa en la estación del verano y vivió un amor febril siempre revestido por la ebriedad de la razón, mientras la embriaguez del idilio palpaba su sentir. Pero aquél espíritu bohemio le indujo a partir.

Miles de lunas han pasado y hoy está solo de gente, lo único que se escucha por las tardes es el graznido de la bisagra de una puerta de madera muy pesada y corroída por las polillas del tiempo.

De vez en cuando se percibe el aullido de hambre de una gata de arrabal que le acompaña, ella es Cassandra, a quien salvó de morir atrapada en una alcantarilla alguna ocasión en que fue a comprar pescado a las afueras del muelle. Él la ama, ella le es leal y duerme a sus pies, él la alimenta y la acaricia, ella le lame las manos y se acurruca, él la abraza y juntos realizan largas caminatas hacia el muelle en donde ella feliz come trozos de pescado regados por ahí; juntos observan desde el faro cómo van y vienen buques entonando coplas de esperanza en cada intento por anclar. Juntos ven las puestas de sol y aprecian la sinfonía de silencios del muelle por la noche, engalanada con las olas del mar.

Hoy la muerte le circunda, el olor fétido de la soledad y la añoranza revisten una vida de pesar; empero se lleva una gran enseñanza de este mundo, pues todo ese andar no le dio respuesta a sus interrogantes, se la ha dado Cassandra a quien salvó de morir en el más cruel de los abandonos, hoy él piensa que su vida ha tenido un sentido, porque experimentó, amó y sirvió, pero sobre todo porque el amor y el sentido de la vida lo pudo encontrar en un detalle que para ambos significó una caricia.

Son las nueve de la noche, él bebe café caliente y se asoma plácidamente a la ventana para regar su orquídea, le da de comer a Cassandra y se recuesta a dormitar, ella se acomoda a sus pies, él cierra los ojos con un gesto de paz y muere; Cassandra ha cumplido con su misión y se va altiva maullando a la luz de una luna de otoño que le pinta un largo camino por andar.

Mujer de salsa


Aquella tarde de llovizna de abril era el preludio, la calle se encontraba mojada y en el aire se respiraba el olor cálido de esperanza que despide la tierra fresca.

Cada viernes se repetía la hazaña y todo el salón esperaba la alegría que reflejaba la mirada de aquella danzante mujer; cuando al entrar a la pista sus zapatillas granas dejaban un haz de luz por donde pisaran.

Ya se acercaba el momento, la noche olía a aventura y a lo lejos resonaba un atabal mientras su larga cabellera escurría cual cascada negra coqueteando con su talle, entretanto un par de medias se deslizaban como caricia inocente en un cuerpo que temblaba por bailar.

Las luces de aquella lámpara se tornaban sepia a su paso, el eco del viento adornaba la escena cuando al caminar lo sinuoso de sus caderas esbozaban un delicado horizonte ante aquella llovizna de abril; en su travesía hacia el salón hubo un momento de silencio estridente cuando la granizada de lentejuelas que caía de su vestido eran lo único que acompañaba al mutismo de los rostros boquiabiertos de esos hombres que atónitos la contemplaban, y ese taller mecánico enmudecía, los estruendos de las máquinas y todo mortal se detenían por un instante ante el calor que emitía aquella mujer con ese silbido alegre que asemejaba el místico trinar de un cenzontle.

Y ya se acercaba, ahora era el callejón oscuro que brillaba, cuando en un arrebato de euforia ella caminaba ágilmente y gotitas de sudor resbalaban por su frente, dejando a su paso esencias de café.

Cuando llegaba…el eco de sus pisadas resonaba sensual en toda la pista y el palpitar de sus sueños hacía una orquesta ensamblándose al unísono del güiro.

El aroma lavanda de su cuello de cisne dejaba huella al pasar y al dar vueltas su vestido brillaba mientras un par de muslos que parecían obeliscos sosteniendo un mundo de encanto se movían con la gracia de un cervatillo presuroso, sus pasos calaban el piso de madera de un modo fulminante cuando aquél vestido escarlata tejía hilos de júbilo al danzar.

Y de esa manera cumplía con ese ritual de viernes que simbolizaba su paso por la vida, porque cuando ella danzaba creía estar en su lugar.

Dina


Ella es tierna en su rugir, pero es incomprendida, todos le temen por su brusquedad y gran carácter, se siente sola… necesita amigos.

Su piel rugosa y verde huele a miel, en esos ojos cansados por el trajín de la caza se puede sentir una infinita tristeza, sus alas le han sido cortadas y la evolución no le favorecerá. De alguna manera ella sabe de su desaparición, falta poco, su instinto le hace sentir miedo, no sabe qué hacer con esos huevos que son tan frágiles… siente el peso de su estirpe sobre la espalda y se las ingenia para salvaguardar en un refugio a esos inocentes que no saben que jamás arrancarán con sus garras un trozo de carne de un pequeño mamífero o aterrorizarán al reino animal.

Ella entierra ingenuamente a sus crías y se acuesta sobre ellas esperando la hecatombe, una lágrima rueda por los surcos de su piel y en un parpadeo un linaje se ha perdido, ¡Boom! se está haciendo historia…

diciembre 23, 2010

Ella camina sin dirección, la lluvia nubla su travesía, los zapatos enlodados guardan pedazos de ciudad y se alimentan de sus sombras.

El agua azul erosiona la amargura verde endulzando la tarde, el frío acaricia las manos moradas mientras come pan de su hogar.

diciembre 18, 2010

De perder el tiempo

Curioso, hoy es mi tiempo !y cuánto lo pierdo!, hoy escucho sonidos, hoy respiro el viento frío y es un milagro, hoy siento el líquido vibrante viajar por mi garganta y me despierta... y me acaricia pidiéndome más. Hoy me reconcilio y renuevo mis votos con el cosmos.
Todo es un estado mental, !pero cuánto ayuda la música!

Abrazo

He descubierto que todos somos uno, pero nos encontramos reprimidos; cada vez que vemos a alguien que amamos queremos correr a abrazarlo y no soltarlo jamás; quizá eso nos indique que hace centurias todos éramos uno, porque nos necesitamos, porque el abrazo es la demostración de afecto más profunda.

diciembre 02, 2010

Todo es música


Todo es sonido, el cosmos emite vibraciones de energía que están en continuo movimiento; de alguna manera la caótica mezcla de voces, de ladridos, de gritos y de melodías urbanas hacen un conjunto hermoso. El crujir de una madera vieja, el aullido del aire que espantado de sí se adormece con su propio cantar.

La ruidosa ciudad en la que sentada desde una alta colina se escuchan armoniosas vibraciones incoherentes y barullo citadino, propio de un concierto galáctico.


Me asombra la maraña de palabras cuando el lenguaje se traduce en sonidos alternados y los hilos de la garganta se deslizan felices al cantar, todo es fibras, pedacitos enganchados por polvo estelar, la vida se bifurca en instantes que bailan al ritmo del destino, un destino que se ríe de quien cree en él y espera sentado en la parada del tren con rumbo a ciudad... los caminos se dibujan bailando descalzos sobre la arena.

El movimiento de un pie nos lleva a mover el otro de distinta manera, una vez dado el paso jamás se volverá a repetir. Empero el fractal del tiempo nos indica que todo es una repetición, el ciclo finito del nacer, crecer, reproducirse y morir; le denominé finito... moriré y jamás renaceré en mi otra vez, ni me cruzaré con las mismas personas, ni escucharé la misma música.

Sí, la vida es finita para miriam, pero los mares se regeneran, mueren algunas especies y nacen otras, mutan según su ambiente, el fuego sigue vivo, aquí y en los planetas ajenos a nosotros, el universo entona armonías melodiosas y me invita a escucharlo, por eso tiene movimiento, por eso algunos planetas explotan y otros nacen, algunas estrellas mueren y otras aparecen.

Ojala tuviera la posibilidad de asomarme más allá de mi mundo, romper la barrera de la vía láctea y trasladarme a la galaxia vecina en mi bicicleta con motor de años luz, irme a un barecito en algún planeta ajeno a mis conceptos, a la información que hasta ahora he recibido de lo que significan las cosas, ojalá mi cerebro funcionara a lo increíble, mis ojos captaran lo extraordinario y mi alma no cerrara las puertas para darle la bienvenida a los significados que están más allá de mi ignorancia.

Quisiera que me fuera extraída la sustancia de la lógica para poder visualizar de cerca lo no tangible, que se me quitara lo mesiánica, que nunca me hubiera sido implantada la noción del tiempo y sentir que mi padre aun después de muerto sigue entre nosotros porque los tiempos no existen, porque las distancias se acortan mientras más pasan los días; si en mi mente no corriera ese relojito día-noche, marzo-abril, 1982-1983 entonces mi papá estuviera en este instante vivo, de hecho lo está, pero en 1985, puedo sentir que en esa cápsula verde de espacio sin tiempo mi papá se está tomando un vaso de leche en un momento cualquiera de su vida, quizá está jugando conmigo en este preciso instante, aun en mi casa pudiera verlo sin pensar que sin el tiempo todo se congela, sin tener la medida exacta o el concepto claro de saberlo muerto y olvidado en una tumba fría.

-Hola papá-Que onda mija, ¿qué estás haciendo?
-Ah, escribiendo sobre ti y el tiempo y los sonidos,
-!Oh!, te viajas Miriam, bueno, me voy a ver Acción.
-Sale pa...

El otro día vi el agua del lavamanos color verde, mis ojos la vieron verde y mi mente cerró esa visión justificando el color hermoso del verde con un mareo. Probablemente fue verde, pero a quién creerle, los sentidos engañan, la mente también, aunque yo decido en qué creer.

Todo es música.

Los acentos y el lenguaje están intrínsecamente ligados con el cosmos y su ruido ceremonioso,
!cuán abstractos los signos!, y poder darle un sonido a un dibujo trazado con una pluma, tener la capacidad de traducirlo con la voz a una palabra, ¡qué preciado don de poder decir!. Los acentos sureños, norteños, cada lenguaje, las variaciones que existen entre cada persona, !somos música!, líricos al grado de estar entonados en un mismo acento. Con cada persona que hablo se va pasando este acorde de mi voz y ellos me dejan el eco de su canción. A cada paso el viento va llevando notas musicales, silencios entre ellas y se va creando el puente verbal de la historia humana.

Silencio blanco

Soy como un gusanito que ha de metamorfosearse en mariposa, después una parte del ser de la mariposa se ha de convertir en abono de plantas, para volver a renacer como el ave fénix, y respirar el viento puro de los campos de maíz, ser engullida por un ser humano a punto de nacer y estar de vuelta en esta tierra, en movimiento, rodando por el espacio-tiempo que no se acaba, y persiste a pesar del progreso que funciona como cangrejo....
Huyo de mi para aparecer en ese campo de maíz y ser otra vez ese gusanito que se arrastra, que va lento y ningún pedazo de tiempo encerrado en un reloj molesta... me ahuyento de mi condición humana para ser esa mariposa que vuela tranquila y emigra por los altos cielos hasta llegar a su aposento. Me digo adiós tranquilamente para ser parte de ese excremento que servirá de abono para las plantas que a su vez alimentarán a ese bebé que he de ser yo en un ciclo infinito de nacimientos y muertes, de naceres... de muertes que culminan en un pacífico silencio blanco.

El fractal

Yo soy mi papá y mi mamá, yo soy mis abuelos Carlos y Justina, Elvira y Vicente, soy mis bisabuelos Leonor y Leonardo, Apolinar y María, soy mis tatas Miriam y José, y sabe Dios que tanta familia tengo regada en el tiempo.

En el baño de pozo

Las tablas crujían al pisarlas, era entrar ahí o que los intestinos explotaran, cuando recargué la mano en una de las tablas se quebró el soporte y me hundí en la mierda, no podía respirar, estaba comiendo excremento para poder aguantar más la respiración, no pude hacer nada y morí en la asfixia más absurda.
Noche de mar con sonidos fríos
y arena fresca, con fuego ardiente
y calor en mis venas
y bombones
y estrellas
y...tu

noviembre 10, 2010

Gusanito


El tiempo me vive, me lastima, hace estragos y se burla, me enferma, me esclaviza, me ata de manos y pies y me escupe a la cara, me tiene secuestrada, me causa espasmos, sarpullido, me tapa la boca, me desmaya.

Muero de tiempo, muero porque no decido, porque no me basta y voy corriendo tras el, y cuando lo alcanzo y llego a acariciarlo ilusamente, !se va volando!, !se desdibuja!; muero descarnada, muero en pedazos, muero de distancia y de cansancio, muero de ti, muero en sus brazos.

El tiempo me acuesta en el potro y me condena, cuando mil manos estrujan mi ser despedazándolo, y con nadie me voy y con nadie estoy, porque esas manos me sueltan y regreso al punto de partida de la tortura, al abstracto, al efímero, a la cápsula que me ahoga, !tiempo no te entiendo!, hoy soy sólo un guiñapo.

Quiero volver a abrir esa ventana, quiero respirar la noche en mis pulmones, quiero ahogarme de luna... y no puedo. Empero cuando observo lo sereno y divino del misterio azul, que me dice cantando en un susurro "no hay prisaaaaaa...", que me recuerda a través del silbido del viento que toda esta carrera es un constructo que no va a parar sino hasta el frío sepulcral de una lápida cubierta por la hojarasca del olvido... la esperanza se asoma tímida, me dibuja una sonrisa armoniosa y me revuelve el cabello diciéndome...eres un gusano Miriam, un gusanito y nada más...

Y es ahí cuando mis puños se vuelven a cerrar, mi cuerpo se quita todo obstáculo, me pongo mi capa, mi espada, mi casco y digo... !!qué demonios : ) !!, no reteat, no surrender...

octubre 24, 2010

De la condición humana


Camino, camino y lo hago sin cesar, veo rostros distintos, seres humanos inmersos en sus historias personales, con la mirada perdida, como queriendo llegar a quién sabe donde; los observo absorta y me sorprenden sus contornos, ese brillo único que sobresale en cada par de ojos, cada nariz y sus líneas torcidas, desiguales, escabrosas, salvajes, sinuosas, cada par de pies y todo ese camino que han andado, algunos arropados con la suerte de una bella infancia, otros agazapados en el frío de la desesperanza, con la mirada desvanecida entre el horizonte de lo incierto queriendo serlo todo y nada a la vez, porque nos vence el tiempo y aquellos anhelos de futuro ideado se vuelven cotidianidad, instantes que no podemos atrapar… se visten de fugacidad, y cuando menos lo esperamos ya es el día siguiente y el día siguiente y el día siguiente y la nada nos cala con el hielo del sinsabor.


Camino, camino y lo hago sin cesar, en esta vida que parece tan promisoria, cuando se es niño y todavía se cree, cuando nuestra mayor preocupación se vuelca en el que la trae, en el que no se nos encuentre en nuestro escondite secreto, en el que corra más lejos para no ser uno de los quemados, en si hoy nos miró o no el chico de nuestros sueños.


Camino, camino y lo hago sin cesar, cuando se despierta a la vida en una danza de ideales, de rebeldía y la convicción de cambiar esta sociedad injusta que sentimos tan cerca y tan poco nuestra; cuando el beberse la copa de un sorbo es lo habitual, y es cuando muchos se quedan atrás; cuando pensamos que ese brío nos acompañará por siempre ¡y se extingue!, ¡y es tan breve!


Camino, camino y lo hago sin cesar, cuando observo una etapa de madurez que riega un campo fértil de deseo, en donde olvidamos un poco de qué estamos hechos, nuestra condición humana, condición frágil, efímera cual extinción de un fósforo.


Camino, camino y lo hago sin cesar, cuando la vida es lenta y lentos nuestros pasos, advirtiendo un dejo de amargura y angustia en aquel viejo, que no se olvida de sus años mozos y todo su diálogo se basa en un pasado que es suyo, en el cual depositó sus mejores momentos y en el que vivió grandes experiencias; lo advierto porque esos ojos cansados, rodeados por el surco abismal del tiempo, me dicen que ese cuerpo ha envejecido injustamente, pues dentro de sí se sigue siendo niño y las ganas de vivir continúan haciendo efervescencia en su alma, pero habrá que convencerse de que lo natural es morir, de que es mejor resignarse a que ya pasó nuestro tiempo y la existencia fue un simple guiño del cosmos haciendo deferencia al accidente, la gran inconsciencia causal de nuestro ser.

octubre 23, 2010

La clausura de la gravedad


Nos encontrábamos en Tijuana, una residencia enorme con múltiples habitaciones y largos pasillos que parecían interminables, cuando de repente se comenzó a balancear el jarrón que se encontraba a mi derecha, la lámpara se quebraba poco a poco en un movimiento lento, como si cada uno de sus cristales fuese emisario de la tragedia que los humanos viviríamos, un cúmulo de tierra brotó del piso como irguiéndose en una pequeña montaña.


Por doquier se observaba el nacimiento de pequeños volcanes y el caos reinaba. Estábamos viviendo la clausura de la gravedad, el mundo dejó de girar y los objetos ya no se mantenían en su lugar. Fue como si un niño gigante tomara la tierra como una pelotita y la lanzara contra otros planetas como si fuese pin pon.


De súbito, cuando todo parecía en calma y el silencio se imbuía misterioso en nuestras casas porque no teníamos respuesta ante lo que estaba pasando, algo peor sucedió, la tierra comenzó a girar como un trompo, me así fuertemente a una puerta cuando la casa de múltiples habitaciones se volteó completamente horizontal y mi cuerpo también se encontraba perpendicular a ese movimiento horizontal que nos sacudió las ideas y la razón.


No sé cómo salí viva de ese encuentro con la anarquía de la tierra, como seres humanos tenemos una capacidad para adaptarnos que sobrepasa los límites del entendimiento, aun cuando la tierra se tornara horizontal o volviese a su estado vertical con movimientos telúricos inimaginables a la cordura humana, el mundo volvió a organizarse incluso para seguir haciendo usura con lo que se podía comerciar.

¿Y si estoy dormida?


Analí, soñé que soñaba contigo. De repente despierto… ¿qué es lo que le tengo que decir a Analí?: “Analí, soñé que te decía Analí, soñé que soñaba contigo” ¿y si aun estoy dormida?, ¿y si cuando muera despierto?, ¿cómo tendré que decirle a Analí?, Analí, soñé que estaba despierta cuando soñaba que estaba despierta cuando te decía que soñaba que soñaba contigo. ¡Ah!… la palabra “soñé” ha perdido sentido.

Zombie alegre


Un zombie se encontraba viviendo en mi casa y me dijo que quería ir al OXXO, yo le prohibí que saliera porque no quería que hiciera banquete de cerebros con los niños de la cuadra; no obstante una vecina estaba platicando conmigo, lo cual me distrajo, al voltear el zombie se había escapado al OXXO y de pasada le había mordido la cabeza a mi vecina comiéndole los sesos. Este zombie era simpático, regularmente le hubiese tenido miedo, pero él me hacía reír, incluso le permití vivir en el patio de mi casa, pues algo me quería decir su mirada, una mirada de zombie alegre.
Me siento muy tonta, me frustra sentirme frustrada y más aun por la razón de mi frustración. El tiempo no puede comerme, sé que todo es tan rápido, pero no debo ceder, sé que lo que hago vale la pena y no me debo rendir. Ya dormiré cuando muera.

Para que quede registro

El sábado un señor me embistió con su vehículo viniendo de sur a norte por el Blvd. Lombardo Toledano; el señor no respetó el alto y al momento del accidente no tuvo la decencia de pararse un segundo para ver cómo me encontraba.

Toda mi vida he tenido suerte, jamás me he quebrado un hueso, nunca me he visto involucrada en accidentes o siniestros y me siento afortunada por ello; siempre me pregunté qué se sentía ser la víctima, quizá me lo preguntaba por chiqueada y por el morbo de saber qué se siente que todos te cuiden y se preocupen por ti, pero más que nada me lo preguntaba para saber qué se siente estar de aquel lado, si el mundo sigue transcurriendo igual o algo cambia.

El accidente fue leve, pero no quisiera que se repita, estoy algo asustada y ahora que manejo me da miedo avanzar en cada alto; espero superarlo y retomar mi forma ordenada de manejar.

Insisto, soy una tipa con suerte, me pregunto cuántos señores huirán de la escena; me niego a creer y aceptar que es así el mundo en el que vivo. No quiero ni me resigno a decir que “así es y no hay nada que hacer”.
Cuán frágil y rápido es esto. Ayer se es, hoy ya no.

octubre 09, 2010

Resonancias

Si juntase todos los gritos humanos este mundo explotaría de pena, nuestra pachamama cerraría sus brazos y una lágrima rodaría en ríos arrasados de desolación.

Que fenómeno más raro el hecho de desplazarnos.

Cuan curioso que pongamos melodía a nuestra habla…, si ya es melodía…, pero al convertirla en canción la adornamos con tonalidades no comunes.

De la esperanza

Una cosa nos queda clara, la esperanza es en definitiva lo último que se pierde, pudiera decir que es algo inherente al ser humano y que es una de las fuerzas más grandes jamás conocidas ni estudiadas en su merecida forma.

¿De dónde surge esa potencia que nos hace despertar cada mañana?, ¿cómo es que a pesar del sufrimiento nuestra fuerza vital nos levanta, nos desentumece el cerebro y a pesar de los insultos indignos de aquellas bestias bárbaras se sigue cavando ese pozo?, ¿cuál es el mañana que les espera cuando ven salir a través de las chimeneas a miles de hombres de la manera más inhumana y atroz?; la esperanza es la vida misma.

De lo inconmensurable

“!Ponme como sello en tu corazón…que fuerte es el amor como la muerte!”Cantar de los Cantares 8,6



¡Si pudiera dibujar el amor!, aquel con contornos finos o aquel saturado de líneas entretejiéndose unas con otras hasta perderse en el laberinto del por qué, si tuviera ese poder…!ay! si lo tuviera.


Qué maravilla ese sentir, sea lo que sea, vestido de gloria como algunos poetas lo han narrado o vestido de ciencia como algunos científicos lo han descrito, es el amor la sensación más noble que un ser humano pueda experimentar; creo que esta vida ya ha valido la pena inconmensurablemente tan sólo por el hecho de haber sentido el amor.


Grandes melodías se han escrito, tocado y cantado debido a este sentir, ¡estoy alegre!…, ¡muy alegre!, por tener la fortuna de ser humana y amar.


Me pregunto cuántas historias de amor se han vivido en este mundo, ¡de seguro no caben! desde Candy y Anthony, y luego Candy y Terry Grandchester, desde aquellas historias anónimas castigadas con el látigo de la desgracia y el infortunio, historias empapadas del jamás, dos manos que extendidas se alejan poco a poco del último confín del ser amado, dos cuerpos que arrasados por el tiempo y la fatalidad se pierden en un torbellino de añoranza y soledad.


Algunas adornadas por la traición o por la prohibición, otras embellecidas por la pasión que despierta aquello que es imposible. Lo pienso así y me fascina vivir en este mundo plagado de humanos que alguna vez han amado, sobre todo cuando se muere en sus brazos, con la satisfacción de que fueron sus ojos lo último que se contempló o la certidumbre de que la espera en algún sitio ajeno a este plano valdrá la pena, así sean centurias en las que las dos esencias tengan que volver a toparse en este azaroso cosmos caótico, aun cuando se tenga la convicción de que después de la muerte nada hay…, lo único que nos puede acercar a contemplar de cerca el eterno es el amor.


El amor existe porque es esperanza, de no ser por este sentimiento la raza humana desde hace muchos siglos hubiese fenecido.

Gotas

Llegas gris,
usurpando al dios amarillo y tejiendo caminos…,
destellas, explotas, me haces respirar.

A veces tenue, a veces frenética,
a veces furiosa tomando la ciudad me haces suspirar.

Siempre nostálgica, anárquica,
rompes con todo y eclosionas en lo profundo del mar.

Desde la ventana te observo,
cándida, regia, soberbia,
cuando con aires de inocencia tu cuerpo danza
con alegría infantil en los cielos de la tarde,
dejando caer sobre mi espíritu arcoiris de esperanza.

!Barbarie!

Tantas historias por contar, tanta oscuridad, tanto dolor. Tantos relatos de injusticia que jamás serán narrados. !no es ficción!, en este momento está sucediendo, en este instante hay alguien gritando. La angustia carcome, ¿qué hacer?, salvajes y nada más, pero ¡no hay justificación! ciudad de miedo, de profundo horror, de vidas cercenadas, de rencor.



¿Qué hemos hecho de ti mundo?, soy parte de esta raza incivilizada, soy una salvaje más ¡y no quiero!


Cuánto puede cambiar la vida, qué pensamientos cruzan por aquella joven condenada y desnuda, dedos mutilados, ojos vendados, que grita en auxilio a su padre que la ayude, que le suplica a esta tierra maldita una oportunidad para vivir, para salir de ese infierno…, ¿qué es lo que pasa?, ¡cuán infeliz!, una muerte, una mujer, una estadística más, una gran historia que ahora calla, una carcajada que ha sido cercenada y nada más…

!La traeeeeeeeeessssssssss!

Brincas y brincas en los charcos de la infancia, te embarras de lodo y corres de brazos abiertos ahogada por el viento. Escalas aquella pequeña montaña y ese cartón se convierte en tu avión, rodillas ensangrentadas, codos raspados, tierra por todos lados, pero tú vienes bailando.

Te escondes, esperas ansiosa a que nadie te encuentre, la misión de tu vida se traduce en no ser atrapado por el que la “trae”; al salir de la escuela corres por aquella bajada interminable para ver aquel gran final en el que Candy vuelve a la casa de Pony… y lloras y lloras desconsolada porque siempre quisiste que ella se quedara con un gran galán, y te dices… ¡la extrañaré! pues para ti todo aquello fue real.

Just dreaming...

Mi padre tuvo cáncer en el 2000, y aunque estuvo a punto de morir se recuperó. Todos estos años ha sido hermoso tenerlo a mi lado, me ha acompañado a conciertos de rock, hemos ido juntos al baseball, me ha escuchado cantar, las navidades son lo más bello porque él sigue estando aquí, pero sobre todo nunca he olvidado el significado de ´papá´.

octubre 03, 2010

Amor de banca


Es otoño, después de un lustro la guerra en aquel país frío ha terminado; los amantes se esperan con fervor y ella suspira por verle; Armandina polvea su piel lozana, acicala sus largos cabellos como hilos de ámbar que, perfumados irradian un incipiente olor a flores, y echa de menos el sentir sus manos callosas y fuertes, pero sobre todo anhela las tardes de banca frente aquel viejo árbol bajo la sombra del ocaso.


Ella pintó de tiempo cada puesta de sol estos cinco años, con la esperanza de verlo volver por aquella vereda; Maximiliano le hubo enviado cartas por cinco veranos y jamás obtuvo respuesta. Parecía que la espera se alargaría…


Antes de irse a la guerra le propuso que juntos huyeran, que él desertaría de la misión bárbara que se le había encomendado si ella aceptaba su propuesta; pero aquella tarde de respuesta, de camino... la desventura tomó de la mano al destino y Armandina fue amenazada por sus padres quienes le querían recluir en un convento sombrío, fue atada en el sótano y por más que intentó no pudo más que esperar; él le había dicho anteriormente que si su respuesta era afirmativa le esperaría en la banca del árbol, su banca, la que bañada de ocaso guardaba una atmósfera lóbrega que dibujaba con maestría el escenario de su amor, ... añadió además que de no asistir entendería la respuesta.


Aquella tarde lluviosa, tarde de desilusión… la nana de la niña le llevó un escapulario en respuesta y eso fue todo.


Él no entendía y se fue a una criminal guerra con el alma rota. Decenas de lunas pasaron, mientras él desconsolado se repetía todas las noches que jamás volvería a pesar del gran amor que todavía le hacía hervir la piel. Aquel romance prohibido fue destruido por el egoísmo; Armandina era una joven aristócrata que había nacido con un destino, desde pequeña le tenían la vida hecha y cuando la gracia de la juventud adornó su sien quisieron casarla con un joven de posición, pero ella se negó rotundamente para esperar a su amado Maximiliano.
A él le enviaron una carta firmada falsamente por Armandina diciéndole que ya se había casado con el joven más rico del pueblo, que jamás se atreviera a buscarla. Pero en su interior algo les decía que jamás recuperarían la magia de vivir sino hasta envolverse de nuevo entre sus brazos.


Hoy después de media centuria ella le sigue esperando, cada tarde se sienta en esa banca a tejer su espera. Todos le han dicho atormentándola que él murió en la guerra, y le han llegado rumores de que tomando con sus grandes y callosas manos ensangrentadas aquel pequeño escapulario que amorosamente le había entregado antes de su partida, y que jamás fue abierto mas fue lo último que sostuvo (un pequeño candado se encontraba en la parte posterior, se abría al pinchazo de un alfiler y era tan pequeño que él nunca imaginó que adentro se encontraría la respuesta).

Ella sufre, pero sigue esperando amorosamente en aquella banca en donde teje su espera y la adorna con las perlas de su llanto.


Una noche de luna ella se encuentra en la banca como siempre, acariciando el recuerdo, en su único refugio que es aquella pequeña y vieja banca frente al viejo árbol en la que se encuentra depositada una historia, ella admira el reflejo que cae de entre las hojas en figurillas sepia sobre sus manos y se pregunta si en alguna parte su amado estará mirándola. Un hombre que viste capa y sombrero de ala ancha se acerca observando distraido las figurillas sepia que dibujan los caminos hacia la enorme luna silenciosa y soberbia sobre el firmamento, la tenue luz sepia de las sombras no permite ver claramente tal silueta, ella se asusta, él ha regresado, triste por aquel desamor se acerca a la banca, ella lo desconoce, él la desconoce, la ve tejiendo, lo ve cabizbajo, él le solicita permiso para sentarse con un ademán silencioso, ella accede callada, sólo asiente con su cabeza y con la mirada al piso pues su indiferencia no le permite ver otros hombres, no le interesan; él sonríe y la tenue luz no le ayuda a dibujar el contorno de aquella misteriosa y callada mujer ya entrada en años que teje quedito su espera, él se quita su escapulario por primera vez, lo observa por detrás, ve intrigado que tiene un pequeñísimo orificio y le quita un pequeño alfiler a su capa, lo pincha, extrae del pequeño espacio un papel amarillento y observa que dice “Amado mío, espérame en la banca esta tarde, no te vayas, me iré contigo”, él llora y siente un profundo dolor en su corazón, le aflige el peso de una vida perdida, llora y aquella mujer voltea su afilado rostro hacia aquel desesperanzado hombre, le da una palmada en el hombro y le dice con la misma voz grácil de antaño: “llore hombre, llore que yo también he perdido un gran amor”, él voltea hacia ella, se miran a los ojos con la profundidad de quien se reconoce los contornos del alma, la observa conmovido, ella se sobresalta de vivir aquel gran milagro y un sollozo de ilusión le hace desfallecer, él la toma entre sus brazos, la vuelve en sí con un beso y le dice “princesa mía, ¿es verdad que eres tú?, ¿no estoy soñando?”, ella le contesta con voz débil, “siempre te esperé”. Y aquella banca frente al árbol bañada de ocaso es testiga muda del rencuentro de una historia que fue robada por el egoísmo, pero que, resguardando aquel amor los volvió a unir hasta la muerte.

septiembre 26, 2010

Gato malévolo


Guardián de antigua reliquia y secreto humano;
luz de luna sobre ti dibuja extraña silueta,
camarada del exiliado, cómplice del anciano,
cuando con sigilo te deslizas por la banqueta.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

Mirada profunda y mordaz,
siglos de belleza y sagacidad;
alguna vez fuiste sagrado
y por los dioses amado.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

Fuiste fiel acompañante de faraones,
amante del placer y de las noches,
perpetuo cómplice de orgías y aquelarre,
eterno vigilante de lóbrego puente.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

La antiguedad te rinde tributo,
hoy sigues siendo venerado,
la edad oscura te volvió mito
aunque hayas sido infortunado.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

Amigo del diablo y de la muerte,
heredero de brujas, de caminar mágico;
símbolo de mala suerte,
tu sombra es un relato fantástico.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

Trataron de exterminarte,
por ignorancia prejuiciado,
de la peste bubónica culparte,
por malos augurios acusado.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

¿Quién eres gato que has sido vetado de la historia?
que hasta Poe te ha maldecido,
cementerio de mascotas, vil escoria,
Stephen King con un zombie confundido.

Presiento que serás testigo de la ruina humana...

How do I love thee...Elizabeth Barret Browning

How do I love thee?
Let me count the ways.
I love thee to the depth and breadth and height my soul can reach, when feeling out of sight
For the ends of being an Ideal grace I love thee to the level of every day's
most quiet need, by sun and candle-light.
I love thee freely, as men strive for right;
I love thee purely, as they turn from praise.
I love thee with the passion put to use in my old grief's, and with my childhood's faith.
I love thee with a love I seemed to lose with my lost saints,
I love thee with the breath, smiles, tears, of all my life!--and, if God choose,
I shall but love thee better after death.

septiembre 25, 2010

Yonke

I-Viejo espíritu asido a la chatarra
Caminante, voltea hacia atrás y cuenta tus pasos,
carreteras recorridas, mundo en pedazos.
hoy sólo queda la añoranza, no cruzarás el viejo puente,

hoy sólo queda la distancia, ya no te envuelve el horizonte.


II-El abandono
Lugar sombrío, de muerte, pintado de olvido;
cántico ahogado, ¿será la suerte?
de extintos pasos, nocturno silente,

fragante de óxido, metal accidentado.

III-La vida, un camino
Rueda que rueda, vuelta que vuelta has an
dado,
noches de estío acariciando el asfalto,
tardes de lluvia gélida has probado,
bajo la poesía estridente de tu canto.


IV-La tragedia se hace presente
!Qué historias guardas viejo yonke!
que al entrar en tu aposento me lamento...
!último aliento de los hombres!
orgía de
gritos, muerte y llanto.

V- Renacer
Lugar de esperanza
y dolor...
pequeñas partes vuelven al camino...
ahí es donde la vida adquiere color,
nuevas historias adquieren un destino.

Rum.. rum..., crash, pum, crack... crack... crack.

Varita mágica 1ra parte



1. Meter la mano a un libro, mientras lo que imaginó el autor se proyecta en imágenes vívidas en mi mente.
2. Tener fe en un Dios y sentir lo que sienten los creyentes.
3. Poder acceder a todas las preguntas que jamás hayan existido.
4. Hacer winzip de todas las melodías existentes y que el tiempo me alcance para poder escucharlas antes de morir.
5. Que en realidad exista el espíritu y cuando muera vea en retrospectiva todo lo que experimenté, pero que lo haga en cámara lenta y sea como si lo viviese otra vez.
6. Poder trasladarme volando a los lugares más icónicos de la humanidad, tales como las antiguas pirámides egipcias, las ruinas mayas y de toda cultura anterior a nuestra era.
7. Tener el permiso para entrar a ver los sótanos y los áticos de todas las casas y poder tomar fotos.
8. Que en cada esquina haya un brincolín y una máquina de nieve y chocolate gratis.
9. Que la vida dure hasta que nos de pereza vivir.
10. Tener un dispositivo que me permita regresar el tiempo sólo a observar cómo me divertí o cómo la regué, sin cambiar nada de mi pasado que afecte mi presente.
11. Poder hablar con los muertos.
12. Tener un chip en la cabeza que me permita ver todas las películas a blanco y negro.
13. Crearme la capacidad para tocar el piano magistralmente.
14 . Saberme todos los chistes del mundo y poder contarlos.
15. Que sea una moda la ropa de payaso y se pueda ver el mundo iluminado con su presencia.
16. Que Santa Claus, Dios, los reyes magos, las haditas, los duendecillos, los elfos, los unicornios, todos los personajes de Alicia en el país de las maravillas, los pitufos, los ositos cariñositos, Candy´s White Andry existan.
17. Que tenga un conjuro mágico para acceder a otras dimensiones espacio-temporales.
18. Alcanzar a comprender el infinito de manera matemática.
19. Escribir un estado utópico que solucione la inanición, el egoísmo, la avaricia, la miseria, la muerte por enfermedad, el neoliberalismo, la pobreza, la drogadicción y que a la gente le guste tanto que se ponga de acuerdo para hacerlo realidad.
20. Tener la capacidad de nunca dormir y nunca cansarme, para que yo me convierta en hadita por las noches y le de color a los sueños de los demás, y al siguiente día todos amanezcan sonriendo.
21. Que haya un día especial que se llame “Día oficial de la carcajada” para reír en todo momento y en el mundo resuene la alegría.
22. Tener el poder de interferir en los momentos decisivos de la historia de nuestro mundo y transformarla para bien… o hacer experimentos del “si hubiera…” sólo para ver el resultado, pero tener un control que tenga activado el botón de “regresar” y que se vea tal como en las películas.
23. Poder cantar ópera como María Callas y ser tan bella como ella….; es más… ser María Callas cuando cante nada más.
24. Que el Delorean de Marty MCFly sí haya sido inventado en realidad y todo lo que salió en la película sean escenas de esa aventura en el tiempo; pero que la información haya sido escondida en un libro muy raro y antiguo de una biblioteca casi abandonada en Londres, que un día se me ocurra buscar en ese libro raro y me encuentre la dirección exacta de dónde se encuentra el Delorean, como una carta de Marty en la que me explique lo que necesita para repararlo y me diga cómo activarlo para ir por él a la época de los dinosaurios.
25. Acostarme a dormir y que mi esencia se salga de mi (cualquiera que sea y en la forma física o no física que sea) para ir a contemplar el espacio sideral con la canción de Sun King de The Beatles como soundtrack de ese viaje galáctico.
26. Que cada momento de mi vida sea acompañado con un soundtrack y se encienda una música que no se sabe de dónde viene, pero que sea acorde con el momento que experimento.
27. Tener la imaginación de una niña pero ya siendo adulta y ver siempre la vida como algo hermoso.
28. Que mis manos tengan la capacidad de tocar cualquier objeto y pintarlo del color que quiera, algo así como en paint…, que con un click se coloree el mundo…; la mayoría de las cosas fueran rosas, el cielo fuera rosita, el sol fuera anaranjadito o cuando es muy caliente le bajaría la tonalidad a café pardo.
29. Que estuviera permitido socialmente vestirse como realmente desees sin que nadie diga “no es acorde con el trabajo que tienes…, o no te combina…, o no te va porque ya tienes 28”. De ser así siempre andaría en pantuflas, éstas tendrían que ser de colores, me pondría diademas con antenitas, me tatuaría la cara con estrellitas o pecas, todo el cuerpo estuviera pintado con rayitas de colores…, me pondría una cola de unicornio como adorno…, andaría rapada…, o el cabello sería morado o rosita pastel; siempre llevaría una capa conmigo…, pero esa capa tendría poderes, el poder de desaparecer y aparecer en donde yo quiera.

septiembre 18, 2010

Pinky princess arrives to this black world


Allegria


Ella es inicio, vuelta de hoja,
un amanecer de cielo abierto después de gran tormenta,
pequeños deditos que se amarran a la vida y despiertan sublime caricia,
una bolita de esperanza que llegó para quedarse e ilustrarnos a todos…,
finalmente mortales, finalmente humanos.

Chispitas mágicas, un calorcito nuevo, un olor peculiar,
ojos grandes y profundos, cabellito,
dos pies que van a andar quién sabe qué caminos
mostrándonos tenuemente que esto sigue siendo mágico.

¿Y cómo no serlo?, si hace nueve meses Ivana se disolvía plácidamente en la inexistencia,

si hace nueve meses ni muerta ni viva, un gatito más que jamás experimentaría…,
pero hoy existe, es tangible, es Ivana, mi sobrina, la hija de mi Ju,
una criatura más con una historia por contar, ¡es ella, ella es, ella es, es ella!
ella de un día, ella de dos, ella de veinte años, ella de un camino u otro…pero ella;
¡y cuánta dulzura!, ¡Ahidiho! algarabía derramada, ¡cuánta fiesta en esta fiesta!,
savia pura en esas venas, savia verde de esperanza en esto que llamamos vida,
estrellita mía.


“But I see your true colors and that’s why I love you,
so don’t be afraid to let them show your true colors,
true colors are beautiful like a rainbow”

Soliloquio

“I´m sorry, about the sun, how could I know… that you would burn, I´m sorry, about the moon, how could I know that you disapprove” oh yeah!..., desde hace rato tengo hambre, ya me comí una barrita, ¿qué voy a hacer en una hora?…, tengo tantas ganas de chacharear y regatearles a los vendedores,!cuánto lo disfruto!, pero ahora quiero escribir…, tenía mucho que no vomitaba así mis pensamientos, quiero hacer chis pero me da flojera, me gusta Bad Religion, siempre me hace sentir rebelde del sistema, …!me siento tan feliz los viernes!, juntarme a platicar con esos muchachos me hace la semana, lo espero desde el martes, ¿será esa mi misión?, espero no andar tan errada, me gusta hacer lo que hago, espero estar haciéndolo bien, por lo menos lo intento…, ¿pero lo estaré intentando como debe de ser?, tengo calor… se apagó la refri, mi Internet me ha estado sacando, prefiero este enorme armatoste viejo, ancient pc, amo lo viejo, ¿será que soy un alma vieja?, ¿será que existe eso que le llaman alma?, ¿por qué seré tan incrédula?, ¿qué me hizo Dios como para erradicarlo de mi vida? o ¿por qué me hace tanto ruido esa palabra?, siempre que escucho Learning to fly de Pink Floyd me remite a Judith y el viejo Sacazonapan de hace cinco años.

Llevo siete años escribiendo, es a través de ese pedazo de código binario que me doy cuenta de que el tiempo pasa…, y me da alegría no medir mi vida con base en las fechas, los años, los cumpleaños…, instante puro y nada más, el tiempo es el peor invento del hombre… ¡y fue hombre!

septiembre 17, 2010

And I wonder...


A miracle, an accident or a curse?

¡Mmh! I rather magic, no matter the answers, I wish I could find the question.

All my way I’ve been touched by death, I feel her in the first ray of moonlight and this sort of existentialism, I have felt oppress, she has made me weep, think and live my life in a special way, ´cause I feel her close, ´cause is hard to escape from consciousness.

Sometimes we live planning to build an empire, as if we could be that part of population which will live an average age; eighty years…, in fact a hundred years is nothing, eighty years and still a kid, we will never grow up, knowledge is so immeasurable that in our decrepitude we won’t have learned enough, eighty years and still a creature trapped in a strange body, sick and alone, solitaire of the world, a garbage to the youth.

Thinking about time is such a waste of time!, there will be one day of the whole perpetuity when nobody will remember us, when ourselves will be just as this old ancient soldier of medieval battles, who was buried in the most dark shadow of the farther horizon in the coldest land of earth, where no human being has lie on ever, just forgotten, a complete nobody in the kingdom of nowhere; but meanwhile we are here, suffering, singing, having a big headache and laughing, weeping and dancing, sneezing and drinking a cold beer. Cheers for that! : )

Inspired on “Manual de autoayuda/12”-Mauricio Carrera.

Dosis de muerte

Hace menos de dos semanas un amigo murió y a todos nos sorprendió trágicamente, !es tan fácil olvidarse de la muerte!, aunque ella esté siempre presente, aunque a diario la tragedia silbe un estribillo triste; pero cerramos los ojos mientras el diario acontecer nos va envolviendo en un cálido sueño, mientras el alba nos empuja en el vaivén ruidoso y cansado del trajín cotidiano...y al ver la luz enceguecedora y diurna del amanecer, nos sumergimos en ilusiones, en la esperanza tierna e inocente de un mortal que se cree perenne y se preocupa cual si pudiese palpar la eternidad.
Y cuando ella aparece con sus largos cabellos, vestida de rojo, ataviada con perlas, exhalando humo... nuestra palabra calla, el silencio nos abraza y recordamos quiénes somos.
!Cuán vulnerables somos! un simple saco de órganos, líquido escarlata recorriéndonos, somos dolor, somos carne, futura comida de gusanos.

septiembre 06, 2010

De mis duendecillos


Me gustan los seres humanos, nunca pensé que sería tan afortunada de vivir una vida tal cual la vivo hoy, haciendo lo que me gusta, compartiendo lo que hago con pequeñines que a la vez me demuestran ser tan grandes, quienes en sus distintas formas y tonalidades de verde me dan tanto cariño, tanta ternura, tantas risas; cada día aprendo de ellos y ellas, conocerlos me abre un abanico de posibilidades, me dice quién soy, me recuerda de dónde vengo, me liga a mi pasado de niña, de adolescente, de aprendiz de esta existencia, de viajera, de migrante, de mujer.

Si de verdad existieran los angelitos, creería que siempre llevo uno tomándome de la mano, que me abre caminos, que me muestra el sendero, que me dice cómo, dónde, cuándo para no perderme, ¡si de verdad existieran me sentiría una persona tan amada!; veintiocho años y feliz, pues no sé si son muchos los pasos que he dado o son tan pocos, no sé si son colosales saltos o apenas voy desplegando las alas; me he creado un mundo que me gusta, un mundo en donde todavía se tiene fe, pues de no ser así no me levantaría cada día a luchar, a luchar contra mis defectos, mis errores, las mil batallas que debo enfrentar en mi ser para poder ser más libre y dar algo bueno de mi a quien me rodea; de no ser así no me levantaría a luchar con todas mis fuerzas por todo aquello en lo que creo.

septiembre 05, 2010

Al cine


Una de las cosas que más amo es ir al cine, última patria de este mundo decadente, esquina mágica, fragante de sueños, de esperanza lluvia, de colores canta ¡y qué importa si es una buena o es un churro de película!, mientras pueda respirar el olor a palomitas, escuchar las voces de niños y adolescentes rebozar de alegría; mientras los panckeckis con cajeta me embarren la cara y el frappé con óreo me haga bigotes de chocolate, mientras cada que vaya siga tomando del brazo a ese ser humano tan bello, entonces valdrá la pena cada churro, cada grito de adolescente o lloriqueo de bebé.

Creo que jamás saldré molesta del cine, pase lo que pase, aun cuando el sonido sea malo o la señorita de la caja me haya visto feo, el cine siempre me recordará que todavía tenemos la capacidad de dar, de amar, de tener un poco de fe, de ser todavía humanos.

agosto 29, 2010

!Horror!


La habitación se encontraba a desnivel de la casa, un par de peldaños me conducían a ese espacio sin ventanas, de una oscuridad aterradora. Aquella pieza fue construida con paredes viejas de una antigua iglesia de la colonia. Esto fue lo que pasó:

Siempre fui una niña muy nerviosa, hasta hace poco superé el miedo a la noche; aunque he de confesar que también era mi refugio, el tiempo que más reconfortaba mi espíritu..., la luna me recordaba lo efímero de nuestra condición, la luna me acariciaba mientras le escribía, la luna golpeaba quedito mi orgullo humano, la luna me emborrachaba de felicidad en aquellos años.

Una noche invernal me disponía a dormir, mi mente se hallaba apacible, cada pensamiento caía pesado como piedra en un lago de aguas mansas; contaba ya varias semanas en que podía conciliar el sueño y el insomnio no hacía presa de mi, parecía que había superado aquellos terribles nervios que me convertían en piltrafa a merced de los fantasmas de la noche y las criaturas ajenas al plano de este mundo.

En aquel tiempo solía patinar por las tardes y mis pensamientos giraban tanto como lo hacían las ruedas de mis patines; lo recuerdo bien, la explanada en lo alto de una pequeña montaña, siempre solitaria a esas horas de la tarde, me montaba a los patines y nada podía hacer mejor que echar a volar mi imaginación para sentir la velocidad y el viento frío en el rostro, para creer fielmente que palpaba la inmensidad del cielo gris y frío de aquella ciudad tan mía, y a la par surcaba el ancho mar... y cuando caía lo hacía sobre la suavidad de una nube o las olas me abrazaban gentiles.

Después de incontables horas las ruedas dejaron de girar y mis ideas se frenaban a la par, todo era tranquillidad, por lo que decidí valientemente apagar la luz y disponerme a dormir. Al principio pude sentir el merecido descanso de quien construye fantasías y viaja en ellas al son amarillo de la tarde; pero al caer la noche profunda y misteriosa mi historia cambió, de súbito mi cerebro se hacía consciente y comencé a sentir aquello que le llaman "se te sube el muerto", tiempo atrás era común esa sensación escalofriante, que combinada con ruidos de voces extrañas me convertían en la persona más miedosa sobre la faz de la tierra; no obstante creí haberlo superado cuando en ese momento volví a escuchar aquella macabra voz y sentí de nuevo esa pesadez de quien no puede controlar su propio cuerpo, traté de luchar con aquello que me aprisionaba, quise gritar !mamáaaa! pero todo era inútil, la voz no salía de mi garganta, parecía que aquel monstruo había desgarrado mis cuerdas vocales.

Después de largos instantes pude soltarme de esa presencia y me levanté apresurada a buscar la luz; !horror!...esa infame pesadilla había descontrolado mi percepción espacio-temporal y no sabía en cuál de las paredes me encontraba, presa del miedo seguí tocando los muros a ciegas, !literalmente a ciegas!, con la certeza de que no había ventana alguna que me dotara de un rayo lunar, llegó el momento en que recordé dónde estaba ubicada y corrí al apagador..., lo único que pensaba en aquellos eternos segundos era en salir huyendo de esa habitación.

Cuando encendí la luz subí el par de peldaños lo más ágil que pude, pero mis piernas no respondían, se encontraban aletargadas con la sensación de tenerlas rellenas de concreto. Al atravesar el pasillo que daba a la habitación de mis padres mi respiración entrecortada parecía extraerme el corazón a la manera de los antiguos sacrificios, llamé a la puerta y mis padres abrieron, les pregunté si podía quedarme a dormir con ellos y me dijeron amablente que sí.

Con mayor tranquilidad pude relajarme un poco y enseguida volví a dormir, todo parecía marchar bien cuando comencé a sentirme aprisionada en mi de nuevo, las voces regresaban, el sudor aparecía, la respiración entrecortada y la voz apagada. Dentro de mi existía una esperanza de que todo estaría bien porque me hallaba a un costado de mis padres; quise invertir todas mis fuerzas para separarme de aquella presencia infernal, lo logré y al momento de palpar a un lado mío no había nadie, pude distinguir a través de los sentidos un mueble viejo perteneciente a mi habitación, !horror!, la confusión hizo presa de mi, me levanté de un brinco y la oscuridad no me permitía distinguir el apagador, toqué desesperada las paredes de vieja madera de aquella habitación fúnebre y no lograba entender la distribución de todo aquello que estorbaba a mi huída, después de incontables segundos encontré el apagador y al encenderlo pude corroborar que jamás había salido de mi cuarto; brinqué el par de escalones con más fuerza que con la que lo había experimentado tan vividamente y casi de cuatro brincos llegué a la pieza de mis padres, toqué, me abrieron, los abracé, quise conciliar el sueño, cerré los ojos y mi mente no podía dejar de pensar en aquellas voces sin precedente para mis sentidos, por fin dormía cuando una presencia se apoderó de mi..., quise safarme, lo logré..., aterrada no me atrevía a tocar a lado mío, pero me armé de valor y lo hice..., el mueble... de nuevo. !Noooooooooooooooooo!

agosto 16, 2010

Sin mi

Quisiera dejar de escuchar mi chillona voz, hablar a señas o no hablar, no reconocerme en un espejo, olvidarme del disfraz humano que me cubre por un tiempo.

No he conocido persona más egoísta que yo, quisiera ser diferente pero no sé cómo hacerle, me fastidia mi carácter, quisiera ser más desprendida y libre, todo se me va al estómago, nada más pienso en mi y ya. Cómo quisiera poder ser humilde y dar a los demás, dar hasta que duela, pero soy una simple mortal, con un millón de defectos y me entristece. No sé amar. Tanto que predico en contra del individualismo, tanto que pregono el amor y soy la persona más incoherente que existe.

Cuando muera quisiera morir bien, no llevarme nada más que la libertad de haber dejado todo. No sé como desprenderme de esto, me siento pesada; no sé por qué tenemos consciencia de la trascendencia, de la libertad, del amor si no los podemos alcanzar. Me duele ser tan animal, tan ser humano, tan primitiva.

Hace algunas semanas sentía que moriría pronto, y no me importaba porque creía que lo tenía todo, las personas que amaba se hallaban a mi lado, cumplía veintiocho años con el corazón limpio, creyendo que había disfrutado y aprendido mucho en este caminar… pero veo que no, parece que he retrocedido millones de años hasta reconocer en mi una condición de neandertal, y me avergüenza, y no sé dónde esconderme de mi y del mundo.

Cuánto necesito aprender, cuánto necesito crecer, cuánto necesito mejorar, cuánto necesito lecciones de vida, cuánto necesito no saberme princesa, cuánto necesito sentir que soy nada, que desaparezco a cada paso, que nadie me ve, que no importo.

Necesito una fuerte dosis de realidad, no quiero ser una muñeca hueca, fuera de mí hay alguien más que no es Miriam, afuera hay otros corazones y mis palabras y acciones se vuelven ácido para los otros.

agosto 06, 2010

En la morgue

Esta vez no fueron pétalos, estabas ahí…en la morgue, envuelto en plástico…y te contemplaba triste…triste. ¡De súbito!, el plástico se movió y renacía la esperanza, mágicamente recobrabas la vida para mi alegría. Te levantabas sonriendo, vigoroso, fornido, casi podría describirte robusto; con tu mirada me decías que jamás estuviste enfermo, todo fue un gran error, te levantabas de esa habitación de hielo y con tu risa iluminabas al mundo.

Estabas vivo, te recuperaba y con tus brazos y tu siempre silencio me decías ¡aquí estoy hija!

Con hambre



Ella quiere pan, está sola, por ahí se escucha ¡pobre mugrosa!;
tan sólo cinco años, de hambre, de rechazo, ¡vida maldita!
Inanición, un número más para el padrón ¡vida asquerosa!
tan sólo cinco años y el mundo entero contra esa pequeñita.

Vuelo interrumpido que la tarde añora,
llovizna que no cesa, angustia azul, sombra que llora;
una vida se dispersa en restos, cenizas, dolor,
glacial tierra de panteón, fosa común, ficción de amor.

Niña de ojos cerrados, estrella extinta, juventud perdida,
Niña que grita ¡miedo y horror!, risa afligida.
cenizas de adioses, nunca tuvo hogar,
en esta tierra ya no hay cordura, nunca tuvo lugar.

Esta fue su historia, muerte de tarde, muerte cualquiera,
nadie lo sabe, a pocos importa cuán bella era;
no se escucha más esa vocecita,
Un brillo más que la ciudad nos quita.

Dark side

Que tonta soy, cuán fácil creer que todo es rosa, que majadería hacer caprichos o berrinches por nada cuando hay gente que sufre por saber qué significa comer una pieza de pan o vive preocupado por conseguir el gasto de la semana para alimentar a su familia.
No cabe duda que la estupidez hizo pausa y se posó en mí.

Dark side's on me... y a cuántas personas contagié, hay ocasiones en que me gustaría irme corriendo de Miriam, pero no puedo, aquí vivo, con ella como, duermo, … y no puedo dejar de hablarle por un rato, y no puedo voltearle la cara enojada e irme, porque soy ella…porque me tengo que tragar sus caprichos y seguir…, lo que me pesa es a cuántas personas me llevo de paso…

Cuán débil soy, no imagino cómo enfrentaría dos días de hambre, cuatro días sin tener dónde dormir, una enfermedad fuerte, la muerte de algún ser querido. No me gusta…, no me gusta tener todo tan fácil y no sufrir ni tantito, no se culpe a nadie, pero cada que me enfrento a cualquier estupidez, me ahogo en un vaso de agua, me hago la víctima…, no cabe duda, televisa es mi mayor maestro. ¡Qué asco!

Me caga ser sólo cuerpo, quisiera tener espíritu, o aquello que llaman alma, o por lo menos creer…, quisiera tener aquella fe por la que algunos mueren. Pero no existe, toco y no sale, no me guiña el ojo, no lo encuentro por ningún lado.

Tengo hambre, y no se de qué.

“The city of the edge of forever”


Tu inexistencia se hace presente y pesa sobre la casa cual si viviese la gravedad cero, el tiempo se detiene en seco y no vivo ni el pasado ni el futuro.

agosto 02, 2010

¿Será la cocina o seré yo?

Me quise hacer un licuado de papaya, realicé el debido procedimiento y al cortarla...me corté tres veces, dos en el mismo dedo, el anular, mano derecha y una en el anular mano izquierda. Esto que digo no me enorgullece... : ), pero me da risa.

julio 19, 2010

41 confesiones absurdas/sin nada qué hacer : )



1. Me gusta hacer este tipo de listaditos.
2. La única vez que he llorado por algún insulto de algún estudiante ha sido la vez que un chamaco me dijo faltando como diez minutos para que terminara mi clase de Historia de México “Profe, ¡ya déjenos salir!, de todas maneras ya le pagaron su hora”, y me fui a llorar al baño desconsolada y preguntándome: -¿Qué hago aquí?-.
3. Alguna vez soñé que un alumno me ametralló (no diré quién).
4. Confieso que soy fan de conocer las historias biográficas de los asesinos seriales, sólo en pos de la psicología que hay detrás de sus actos : ); también soy fan de “Detectives médicos” por la misma razón.
5. Alguna vez fui novia de un payaso muy alegre “Globito Pérez-Osito”, lo conocí como payaso y siempre lo miraba disfrazado, paseábamos por las calles del centro con su monociclo.
6. Le tengo una fobia exacerbada a las arañas, prefiero mil veces acariciar una rata.
7. Alguna vez tuve una rata hermosa llamada Sara.
8. Una vez que me molesté con mi novio y tuve la pretensión caprichosa de querer regresarme caminando desde Tecate hasta Tijuana, me bajé del carro y mi novio metió reversa varios kilómetros siguiéndome, a una cuadra había una patrulla : ).
9. Amo la adrenalina sobremanera, me he tirado del bonjee y espero algún día hacer paracaidismo.
10. Alguna vez me hice chis en una iglesia cantando en un coro, tenía como 9 años y mi maestra no me dejó ir porque ya casi empezaríamos.
11. Fui a ver a Dream Theater a Guadalajara con el amor de mi vida.
12. No me gusta tener muchas ventanitas abiertas en la computadora, me desespero, ni más de una página de correos en mi bandeja de entrada. Si es más de una empiezo a borrar o a guardar los correos en su debida carpeta.
13. En mi computadora tengo carpetas para todo, algunos nombres de carpetas son: UGA UGA (aquí guardo toda mi música, es un disco duro), LO NO RESPALDADO, LO NO CLASIFICADO, SUEÑOS (tengo más de 20 sueños escritos, casi siempre los recuerdo), MIS INVENTOS SACRÍLEGOS (carpeta musical en donde mezclo desde Paquita la del Barrio, Slayer, Jeans, hasta Bob Dylan).
14. Tengo un archivo de mis palabras favoritas y su significado (alguna vez que revisé el diccionario).
15. Esto lo tengo que presumir: soy fan de Julio Cortazar y presumo que ya leí estos libros: Rayuela, La otra orilla, Bestiario, Las armas secretas, Final del juego, Historias de cronopios y de famas, Todos los fuegos el fuego. No descansaré hasta leer todo de él.
16. No tenía dinero y me brinqué el cerco para entrar a un concierto en donde estaría Jeans porque era fan de Dulce María, lo sigo siendo : ).
17. Alguna vez me fui de raite con un trailero amigo de una amiga hasta Sonora con el fin de ver a una banda en donde tocaba el amor de mi vida y todavía tengo la desfachatez de decirle al señor trailero que si me dejaba cerca de la central para que no se enteraran de ese raite.
18. Tuve una banda llamada Vaginas Suicidas, cantaba con ellas y las extraño.
19. Alguna vez una amiga me hizo decirle a un fulano que si era el que venía de “Aves sin nido”, yo tenía 15 años y nos reímos una eternidad por eso. ¡Ay Violeta!
20. Soy fan de Julieta Venegas y no quisiera conocerla jamás, quiero seguir idealizándola.
21. Una vez me fui a Guanajuato sola, era tiempo de Cervantino y fue de las experiencias más hermosas de mi vida.
22. Soy muy cursi y casi todos los finales de todas las películas me hacen llorar. Además soy telenovelera a ultranza. Una de mis favoritas fue “Agujetas de color de rosa” porque patinaban.
23. No se cocinar prácticamente nada y no me enorgullece.
24. Sé hacer un café que sabe a gloria y no tengo modestia en decirlo.
25. Me gusta mucho lavar los trastes y acomodarlos en sus respectivos espacios, también lavar ropa y doblarla para acomodarla en sus respectivos cajones; pero ¡odio ir al mercado a comprar víveres, ¡me molesta Walmart, Calimax, Soriana, todos!
26. Me gusta ir a chacharear, pudiera pasarme horas en las segunditas y con sólo diez dólares me traigo un mundo en un costal.
27. Amo escribir, amo este blog, es como mi refugio o una de las pocas cosas que considero mías.
28. Alguna vez compré un Contrabajo y quise aprender, no tuve el talento.
29. Me gusta patinar.
30. A los 11 me iba a morir ahogada en un lago de L.A. de la mano de mi padre, pero un americano nos salvó a los dos.
31. No tengo reloj, pero casi siempre que lo veo me toca ver 11:11 y pido un deseo.
32. Otra de las cosas que más disfruto de vivir es bailar Salsa y Cumbia.
33. Mi chocolate favorito es el Snickers.
34. Soy fan de Adam Sandler y he visto todas sus películas.
35. Alguna vez mi madre me levantó para que me fuera a buscar trabajo, hice mi berrinche y me fui vestida con un pantalón de bolsitas, una sudadera huanga de gorrito y con tenis; me hicieron la entrevista en inglés, contesté como queriendo no quedar y aun así me contrataron. En ese trabajo conocí a mi mejor amigo: Manuel.
36. Soy un personaje de un comic llamado “Rainbow Warriors”.
37. Declaro “Metropolis part I” de Dream Theater una de mis canciones favoritas del mundo, quizá en segundo lugar después de “Happiness is a warm gun” de The Beatles.
38. Si alguna vez mirara a Paul o a Ringo no haría escándalo, sólo me acercaría a ellos serenamente, me presentaría, les tomaría la mano saludándoles, les diría ¡Gracias! y una lágrima o dos rodarían por mi mejilla.
39. Si hubiese elegido otra forma de ganarme la vida, en lugar de haber estudiado Filosofía hubiese sido bailarina-cantante-bar tender en un café-bar adornado a mi manera.
40. Participé en un concurso de oratoria estatal, gané, me fui al Nacional a Cancún y perdí, pero esnorkelié y ha sido como conocer el cielo.
41. Absolutamente fan de Candy Candy y enamorada de Terry Grandchester.

julio 16, 2010

A mis 28


Oscilo entre la tristeza y la alegría; amo cumplir años; me dice muchas cosas, me dice que he crecido, que he aprendido para ser un mejor ser humano o he empeorado, pero forzosamente he cambiado y…sobretodo, he vivido.

Y oscilo entre estas dos emociones porque julio, mi mes, me pone la piel chinita. Un 4 de julio de hace nueve largos y difusos años un amigo al que amaba murió; murió Bily, mi amigo, mi viejo siempre infante, mi padre; un hombre que de tantas ganas de existir, el día de su réquiem nos dijo adiós misteriosamente, cuando la puerta de la carroza se abrió en pleno cortejo fúnebre; creo que era una despedida gritándonos cuánto amaba la vida; cuán asombroso que aun muerto me siguió enseñando y ese sentir lo encarno, lo vivo a diario, lo llevo en la sangre.

Pero también nací y lo celebro, porque he podido sentir lo que significa tener un padre, una madre y una familia. Y mi infancia se encuentra depositada en una cajita rosa que de vez en cuando abro y despide esencias de canela y café, de domingos con José Alfredo a todo volumen bajo los gritos estruendosos de Bily.

Y aquí sigo, viva, y me sorprende sentir que son tantos años que son gratis, gratis porque fui un accidente, porque no tenía por qué nacer ni estar aquí, respirando este presente; pero lo estoy quién sabe por qué chispa mágica y me alegra sobremanera, pues no tengo nada que exigir, si vivo 28, !qué caricia, qué maravilla!, si vivo 40, !cuán afortunada!, si vivo 104 !seré una reina!, una viejecita de cabellos azules y mohawk, con toda la autoridad moral para llamar chiquillos a los de 60 y decirles que cuán faltos de experiencia a su edad…, ¡qué gusto! me regocijaré haciendo desatinar a la gente, tan llena de vida en un cuerpo de pasita.

…y a mi casa vendrán las vecinas a tomar café, y me llamarán “Doña Miriam” y se correrá el rumor de que soy “la señora del café”, se oirá por todos lados la leyenda de que no se sabe qué ingrediente fantástico fusiona, pero los cafés de “Doña Miriam” saben a gloria; y seré la que haga mítines y huelgas en honor a la libertad de expresión y para que las cantinas se amanezcan.

Hoy brindo a mi salud, porque es un año más que he vivido y que vale por toda la eternidad que no viviré, y hoy me encuentro tejiendo pedazos de espacio y tiempo que son míos, porque los poseo en la medida en que me hago consciente de ellos y le sonrío coquetamente a la muerte dándole la mano y agradecida por tanto.

Y sé que a mis 104 seguiré amando la vida, teniendo deseos, sueños y esperanzas, y seguiré bailando salsa, comiendo Topitos y sonriéndole a la mosca que pasa, porque tengo un cuerpo que no es mío, tan prestado como mi consciencia, en los que estoy hospedada mientras me duren los cumpleaños, y por ello celebro, celebro nacer, crecer y morir.

Alguna vez pregunté a mis duendecillos y haditas qué palabra escogerían de todo el bello lenguaje para pronunciar a la hora de su partida, no lo había pensado bien, había dicho "Beatles", pero creo que sería “amando”.
Romance antiguo,
nocturno...altivo;
textura del viento,
hoyo negro del tiempo,
matiz del eterno.

Vives en perenne luto,
siempre sereno, taciturno,
bajo la sombra de un muerto,
y ves el clamor secreto
que da vida a la noche
y al palpitar del infierno.

julio 04, 2010

Desde tu funeral

Hoy, como ayer, te rindo homenaje florecita muerta, te abrazo y en ese abrazo, abrazo al vacío, a la nada, al adiós perenne, al silencio, a una tumba olvidada, sin nombre, cruz oxidada.

Sé que no me escuchas, que no estás, que no eres siquiera parte de alguno de los gusanos que te devoró; que no hay limbo ni infierno ni cielo en el que me esperes.

De alguna manera tengo la certeza de que únicamente le hablo a un recuerdo, a un tiempo que fue, a un señor-niño, niño-señor que jugaba conmigo e improvisaba con una caja de cartón y un cinto extrayendo de mi ser inocencia y carcajada, ilusión y alegría, y el sentir que todo estaría bien, porque llegabas, y hablábamos de música y me enseñabas cosas y opinábamos juntos sobre diversos temas. ¡Cuán poco me duraste Bily!…

Son nueve años y estás tan lejos, pero me sigues doliendo, porque no comprendo ni quiero entender que estás muerto, con todo su significado: un ser encerrado en un ataúd, en los huesos ya o quizá polvo solamente; un pantalón café roído por el tiempo, camisa azul cielo y corbata azul noche (¿cómo te entierran con corbata si odiabas la formalidad?, con ganas de desenterrarte y quemar esa corbata y ponerte calcetines y zapatos; qué mala costumbre el dejar a los muertos incómodamente descalzos, más fácil y sabroso botín para los gusanos), un ataúd que fue cubierto con tierra, lozas de cemento y más cemento para que no escapes; y luego tierra, flores, una cruz que no recuerdo siquiera cuál es…, una tumba que sólo mi abuelo sabe reconocer.

Son nueve años Bily… y estás cubierto de polvo, soledad, olvido, lluvias torrenciales, olores fétidos, silencio punzante y gélido, olvido…más olvido.

Ya no tengo nada de ti, tu voz se desvanece como si huyeses, cada vez la reconozco menos, he olvidado la noción de lo que significa un padre y me dueles en estos nueve años, en la memoria que cada vez te desdibuja más, en esta tierra que sigue girando mientras tú formas parte de una estadística y nada más.

Y ya no habrá jamás refugio, una mano que sujetar cuando tenga miedo, cuando esté sola. Son nueve años… nueve años sin ti.

junio 29, 2010


La tristeza se posa sobre mí y deambula silenciosa, da pasos mudos, entra sigilosa y con miedo se reserva porque no tiene un lugar; pero esta vez se acomoda, me abriga, me toca, se acurruca, me acaricia y tímidamente lacera en lo profundo.
***
Y de repente la vida se vuelve una mentira, castillo de naipes sobre arena, una orquídea cortada, un suicida; cuando en penumbras voy haciendo mi camino, y tropiezo...y soy débil...y caigo afligida.

***
¿Qué es lo que ella hace en esta tierra?, ¿a qué ha venido?, ¿para qué oportunidad tan bella?, ¿acaso placeres, felicidad y nada más...?; !cotidiano!, !frágil!, !temporal!; ¿dónde su misión y su sentido?, ¿cuál es la montaña que tiene que escalar?, !no veo los dragones a vencer! ¿dónde el oscuro, nublado y tempestuoso mar a navegar?

Parece vencida, cansada, disminuida, cuando no importa ser transparente, gris, un punto inerte, mas ser la mano que se da por levantar a alguien, el bastón que sostiene al viejo más solo, aurora para el ciego, canción para el sordo.

!Pero quién te crees!, ¿acaso no es eso egoísmo también?, dar de sí es recibir.
***
Reniego de mí, reniego de tener todo tan fácil, de abrir la alacena y tener siempre algo que comer, de sonreír todo el tiempo, de saber que hoy tendré un techo, de tener pies y manos, un cerebro...y me pregunto ¿qué hago aquí? si no sé cómo usar mi propio ser..., si pierdo el tiempo.

R e n i e g o..., r - e - n - i - e - g - o... y nada más, ¿luego qué?, un discurso, una foto, una máscara y por dentro... vacía, un sol que da vida; pero ¿dónde la llovizna que refresca las almas abatidas?, aquella lluvia atroz que enjabona la polución del corazón, la tormenta que hunde al más grande navío cuando nos sabemos enormes siendo tan exiguos.

La poesía no quita el hambre, las palabras no sirven de nada cuando no se encarnan.