julio 31, 2013

Al Azul


Revientan mariposas,
el aire se cuela y está vivo,
el iris se contrae,
la arena cae
y alguien canta.

No deja de moverse,
está en ti y en ellos,
juega como un niño,
y a veces duerme.

Su música es el silencio,
y sueña que alguna vez nació,
mientras se manifiesta
en el canto del delfín,
en el polvo de estrellas,
en la luna desértica,
en las notas del mar,
en el eco del tiempo,
en el sereno abismo,
en el tic-tac del reloj,
en la gélida lluvia,
en la pena de la soledad,
en los pies que danzan,
en las huellas lentas del viejo,
en la historia del cosmos,
en lo que nunca fue,
en dos manos que se tocan,
en un beso robado,
en dos miradas que chocan,
en una tarde de hace tres mil años,
en dos extraños que se respiran,
en la caricia del agua,
en el último aliento de alguien,
en todas las vidas que han sido
y que han de ser.

El fuego ancestral baila en el azul,
el amor es azul,
muero y expiro azul.

Cosas que me molestan

Perderme en la geografía de las ciudades casi siempre.
Que se caiga el tendedero cuando terminé de colgar la ropa.
Exprimir un limón y que vaya directo a los ojos.
Acomodarme para dormir y después querer orinar.
Que la gente crea que la violencia de género no existe (tanto masculina como femenina).
Oler mal.
Que el porta café se doble con el agua y los granos se cuelen.
Que la noche dure poco.
La luz artificial muy intensa.
Que las puertas de las alacenas se dejen abiertas.
Que en el conquián alguien me gane y mi carta para ganar salga enseguida.
Que las personas quieran humillar a los demás criticando no con argumentos sino con mierda.
Que cuando ponga crema al café choque con la taza y haga un cagadero.
Golpearme en las paredes por no atinar los espacios.
Que la gente tire mierda así porque sí, por moda.
Que la gente se encasille en un género musical por no verse "naco".
Que las personas descarten a "The Beatles" por moda y por ignorancia.
Ir por algo y distraerme, luego irme y recordar aquello por lo que iba.
Que la puerta del baño la dejen abierta después de usarla.
Amanecer y que la luz del día se cuele por la ventana.
Los vasos grandes (más de 20 centímetros).
Ser tímida y a veces sentir miedos irracionales.
Los celos (tanto si alguien los siente de mi como al revés).
Que una conversación no fluya porque alguien monopoliza la palabra.
Marearme en el camión y que huela a baño.
Hablarle a alguien y que no nos miren a los ojos, que baboseen por otro lado.
Querer vomitar (una de los peores males humanos).
Y un gran etcétera.

Perturbada/Insomnio

Me siento gigante, no puedo dormir, escucho las ebulliciones de mi cuerpo, ya he girado no sé cuántas veces, mis huesos se quieren salir de mi, toda yo exploto en comezones por cualquier pretexto, mi cabello me estorba, las fibras de la ropa raspan y laceran mi piel. Me trueno los dedos, me muerdo los dedos, respiro una y otra vez, cuento del 1 en adelante, quiero imaginar futuros prometedores, lo hago, algo lo interrumpe, soy una gigante y puedo sentir cómo la sangre me fluye y va por los canales de mis venas sin descanso, como un río que quiere desbordarse, mi corazón late a destiempo con una fuerza descomunal, pensamientos bonitos...pensamientos bonitos, me grito, pero no me escucho y otra vez siento mi cuerpo, enorme, con cientos de cavidades y órganos blandos, soy vísceras, me deshago, células explotan dentro de mi, me biparto, palpito, excreto, quiero sacar todo lo líquido de mi, ¿por qué soy blanda?, ¿qué queda si ya no soy órganos?, un saco de piel y pelo, no soy nada, nadie, tengo líneas en las manos, dicen que dicen algo.

Me siento, me contraigo, crezco, envejezco, mi cabello todavía húmedo huele, soy yo la que huele, un ente con efluvios, microscópico y cósmico a la vez, ¿cuántos microbios se alimentan de mi?, ¿a cuántos he herido cuando tomo café? ¿quién soy?, ¿por qué pienso?, me deshago.


julio 30, 2013

Simone

Nació siendo clásica. Su primer balbuceo fue una pregunta. Hija del siglo XX y todos sus matices. Existíó existencialista. 

En su juventud irradió la frescura de un rostro travieso, ojos profundamente claros, indescifrables, aderezados por una llama que le acompañó hasta la vejez. 

Su semblante era diáfano y vivo, cuando conversaba la frente lisa y emancipada se revolvía en un arrobamiento que encantaba al escucha. De tez blanca que contrastaba con un cabello siempre altivo y recogido, envuelto en turbantes de colores. Dos cejas finas un poco arqueadas que expresaron siempre serenidad.

Sus mejillas dibujaban un perfecto lienzo para el rubor irrefrenable que pintaba la experiencia de sus pasiones.

Cuando reía su boca pequeña desnudaba los dientes, y la nariz se contraía coqueta enmarcando unos ojos brillantes que también lo hacían, pero cuando no reía el látigo de una severidad férrea asomaba, y la comisura de sus labios se tensionaba delineando el yugo de una jueza.

Su voz era una mezcla de ternura y aspereza, veloz, y una vez que argumentaba no se detenía hasta ser clara y distinta, y al terminar terminaba, en un silencio firme, y una mirada incólume que retaba solicitando una nueva pregunta.

Contemporánea, revolucionaria, un ser humano y nada más. 

julio 15, 2013

Su guitarra

Cuerdas que tienen piel,
piel adolorida, 
cántico que raspa 
en las entrañas,
rumor lejano 
réquiem.

Cuerdas solitarias,
de otro tiempo,
historias anidadas entre ellas,
que arrastran ecos,
un bat, una pelota, un solar,
y a la distancia se escuchan 
lamentos de polvo y de viento.

Guitarra de leños viejos,
lejana, dialéctica,
gritas revolucionaria,
un golpe al pecho 
a un pueblo insurrecto
que se levanta,
en un latir rebelde
y despierta.

Cuerda serena, 
cuerda mística,
cuerda remota,
cuerda lánguida.

Guitarra que estremece,
llora, susurra, tropieza,
nos pulsa, nos encuentra
y nos invita a oír.

Canto serrano,
resuena al alba,
al ritmo del grillo y la cigarra.

Copla feroz y sombría
que pasa sus días 
entonando una poesía,
y se pregunta
¿qué es el silencio?
y alguien responde:
"...es el preludio... 
de la vida".

Notas de arena y desierto,
emergen de su vientre,
notas ámbar,
notas de lealtad,
notas de licor,
notas de fe.

Y seguirá el invierno y el café,
siendo el lienzo blanco 
de unas cuerdas que
se alimentan de fuego,
que tienen alma y voz,
que tienen sed.

JARDÍN PERSONAL



















MANGO
Desenfreno amarillo,
beso almibarado,
seductor.

AGUACATE
Longevo y tierno,
señor que va con todo,
sabio fruto.

CACTUS
En lontananza,
veo tu piel ardiente,
milenaria soledad.

MANZANA VERDE
!Bailas descalza!
y coqueta,
me haces sentir...

GIRASOL
Provocas las miradas,
revuelves tu melena
y acaloras al sol.

VALERIANA
En un delirio onírico,
me abrazas y
nace la fantasía.

PLÁTANO
Varón clásico,
sobrio ropaje,
llevas reloj.

CEMPASÚCHIL
Fiel a tus muertos,
naciste para dar consuelo,
hueles a piedad.

ALBAHACA
Verdeas la vida,
fresca y húmeda,
efluvias clorofila.

SANDÍA
Delirio rojo,
gélida alegría,
carnaval líquido.

ORQUÍDEA
Frívola caminas,
me miras de reojo,
y perfumas la tarde.

PIÑA
Desenfrenada,
vas por la vida, y
danzas dulce y amarilla.

julio 09, 2013

De las estrellas


¿Qué pasaría si descubriéramos que realmente estamos solos en este universo?, solos de conciencia, ¿sería la vida considerada un accidente maravilloso o tortuoso?

Cuando pienso en el lenguaje, la conciencia o lo complejo de esta organización humana (tanto lo bello como lo bárbaro) me remite a analizar el por qué de este accidente tan elaborado, ¿cómo es que logramos guardar en la memoria tantos recuerdos?, como si fueran imágenes de una película vivida por nosotros, o llorar ante una emoción que no cabe en nuestros adentros de sangre y huesos, o sentir que se nos sale el corazón cuando amamos..., ¿por qué le tememos a la muerte y hacemos rituales?, o seguimos ciertos patrones que la sociedad nos dicta sin cuestionarlos o mejor aún cuestionándolos, y la razón nos invita a romper con dichas imposiciones, y surgen revoluciones. 

Hay millones de estrellas, de ahí venimos, pero vemos a las estrellas como si fueran algo tan ajeno a nosotros y en realidad el planeta también es polvo de estrellas; en este mundo para algunos enfrentar la vida es muy difícil, para otros no, pero lo raro estriba en que dejamos de sorprendernos de lo que nos rodea (sea fascinante o nefasto), como si fuera natural que a algunas personas se les otorguen títulos nobiliarios y sólo por haber nacido en dicha familia tengan su vida resuelta, o que nos encarcelemos unos a otros, o que la vida la tengamos que vivir tan lejos de nuestro hogar, trasladándonos 40 minutos para llegar a nuestro lugar de labores, o que del día que representa nuestra vida cotidiana tengamos que trabajar 10 horas, ¿dónde queda el tiempo para vivir? o que sobre la producción de comida y siga habiendo quien sufre hambre, o que las mujeres tengan que montarse en zapatillas para andar.

Nuestros ojos están capturados con la venda de la normalidad, como si lo fuera que la gente transite por las calles en autos que los llevan a 80 km por hora, entes trasladándose cual tele-transportación, pero en autos. O la vida en las calles que se resiste a la muerte creada con nuestros hábitos, pues a pesar de nosotros siguen naciendo girasoles en las zonas más sucias, las hormigas trabajan duro para el invierno aun cuando algún chiquillo gigante les escupa y patee su hogar o una llanta descomponga sus sueños y esperanzas, los dientes de león hermosos en su fragilidad siguen volando con el viento, las tarántulas continúan transitando este desierto con el garbo de su andar, la vida se impone y no nos damos cuenta. Y hambrientos de destrucción vamos arrastrando en el ocaso de nuestra especie todo rastro de criatura.

¿Cómo es que no nos tocó ser una ameba en algún otro planeta de otra galaxia?, o ser un aldeano de algún otro tiempo que no sea el nuestro, hubiera sido interesante ser una planta carnívora.

La vida no es natural, no hay en ningún lado, únicamente aquí, ¿quién estará detrás de todo esto?, me gustaría saber la verdad antes de morir, cómo surgimos, de dónde venimos, ¿qué cosa-ente tiene tanto poder como para ser un motor y darle a los entes la capacidad de movimiento? o es que acaso en cada uno de nosotros está depositado ese pequeño motor inmóvil y no lo hemos sabido ver.

Sé que eventualmente todo esto va a terminar, la Tierra es finita, yo también. Cada cierto tiempo me invade una desesperación muy rara de deshacerme de cosas; cuando tenga 70 años quiero vivir lo más ligera posible, con dos cambios de ropa, un ipod con mis libros y canciones favoritas, un par de pantuflas, mi cactus y una foto de mis seres queridos, creo que para entonces ya habré apilado las cosas que alguna vez me pertenecieron para hacerlas cenizas. Quiero  morir como nací, desnuda de todo, sin dejar rastro, será romántico. 

Es interesante lo pequeños que somos respecto al cosmos y aun en nuestra pequeñez todo el desmadre que hemos hecho, y creemos que hemos alcanzado la gloria "llegando a la luna", o enviando sondas a Marte, cuando no es ni siquiera el patio trasero del universo... : ) 

Imagino cuando nuestro sol muera y no quede rastro de lo que alguna vez fuimos y el universo descanse de nuestra insensatez  (si es que alguna sonda que viaja por el universo con información humana perdura), será un momento glorioso cuando cualquier forma de vida se desarrolle y el tiempo se levante del letargo de los siglos, el contemplar que un ser inteligente encuentre el Voyager y escuche "Johnny be good" de Chuck Berry..., seguro que una revolución acontecerá en su cuerpo y en su estirpe. Cuando eso suceda quizá ya estaremos muertos y en nuestra gloriosa nada saludaremos con notas de silencio a las habitantes de las estrellas, en tiempos nuevos, de civilizaciones jóvenes, esperando que en los futuros pueblos el sentido de paz y de justicia sea uno con su ADN, y la fraternidad sea el lema que reine el universo por siempre.

!Salve universi populi!

julio 05, 2013

Insomnio

No puedo dormir. De repente me ha asaltado la angustia de que un día he de desaparecer, pero más aún me asalta la idea de que doy por hecho que mi vida humana es muy normal y cotidiana, que camino y tengo la libertad de elegir mis pasos, que soy un pequeño monstruo erguido que anda de aquí para allá, y la suma de lo cotidiano me nubla la vista de lo que es verdaderamente maravilloso, que hace 30 años yo no existía y por lo tanto en cierto tiempo dejaré de existir. 

Quizá por eso es que me regocijo en el tiempo y cómo puedo hacer uso, ya sea viendo, escuchando, tocando, oliendo, dialogando, saboreando, escribiendo, o todo a la vez. 

Recordé que hace poco un ser muy querido que hace un par de años vivía su cotidianidad de la manera más común posible, cayó enfermo y murió, pude estar ahí, en ciertas partes del proceso y en el final.

Es extraño, vemos el final de nuestra vida como si estuviera en el punto más lejano, como si realmente fuera a suceder a los 100, como si 100 fueran suficientes años, como si nuestra conciencia, memoria, presencia alcanzara siquiera a vislumbrar qué es todo esto en tan breve lapso. 

Y de repente la hora se llega, y puede que sea sorpresa, y en el momento de la despedida no sabemos cuál es el protocolo, ni entendemos de guardar las formas, ni tenemos el instructivo, ni el ritual romántico que tanto planeamos para el final de nuestras vidas, y se vuelve como los cumpleaños, todo el año esperados y cuando realmente es 23 de julio nada pasa, nada cambia, mi forma original sigue idéntica, no me vuelvo más madura ni más vieja, soy la misma, pero por dentro una revolución me conforma segundo a segundo y no lo veo. ¿Qué es la muerte?, ¿qué es la vida?, ¿cómo es que estamos aquí, escuchando a Dream Theater y escribiendo en un artilugio que contiene información, donde plasmo mis ideas?...

Soy profesora, así paso mis días, tuve un padre, tengo una madre, tengo un hermano, tuve abuelos que pisaron principios del siglo XX, contemporáneos de la barbarie acontecida en las guerras mundiales, desciendo de alguien, soy accidente, pude haber no nacido y nada pasa, pero nací y tengo conciencia y libertad. 

Maravilloso saber que antes de nacer no existíamos, éramos en la  nada, ¿en dónde estaba toda esta carne y huesos que compone a Miriam?, ¿en dónde estaba mi nombre?, ¿por qué Miriam y no Thalía, o Leonor?

A veces leo las leyendas de las tumbas y pienso en los años, me imagino qué dirá la mía, 1982- ....., me parece curioso, ojalá sea allá por el 2082. Me gusta la vida, me gusta ser quien soy, me gustan mis elecciones, me gusta mi entorno, mi familia, mi pareja, mis amigos, amigas, mi música, mis pasatiempos, pero a veces me gustaría saber qué se siente pisar otros zapatos, ser Blanca, Hernán, David, Grethel, Denzel, Miriam García, Juan Carlos, Chombo, Marina, Mi abuelo, la luna, una piedra, una rana, el viento..., es pura curiosidad. Ojalá lo irracional de los sueños me brinde respuestas.

julio 04, 2013

Campos de cabello para siempre.



Era el futuro, en un pequeño planeta de la vía láctea llamado Tierra la civilización evolucionó de tal forma que los volvió lampiños y bajos de estatura. Una nueva era comenzaba, desde hacía varios eones que Salinas de Gortari, un extraterrestre mediocre y ruin expulsado de la estrella más lejana de la galaxia Andrómeda se había refugiado en ese lugar, exiliado por razones que jamás se permitirían en su planeta natal, pues la nobleza y la virtud eran la bandera de aquellos pueblos andromedanos. 

La avaricia y el poder de ese nocivo extraterrestre llevó a su reino a enfrentarse a una guerra galáctica que destruyó tratados de paz antiquísimos, Tierra era considerada el basurero más propicio de la vía láctea, se sabía que post Auschwitz, aquello que llamaban "humanidad" revestido de los valores más altos y honorables había sido asesinado en una cámara de gas y todo rastro desaparecido en un horno crematorio.

Su llegada desencadenó una nueva era, de tratados de comercio y venta de mano de obra barata que esclavizó a gran parte de la población de uno de los países menos desarrollados del planeta, pero dado el poder económico que obtuvo, dicho país se convirtió en el imperio más grande de su tiempo, derrotando incluso al territorio vecino, aunque no por ello desapareció la inanición de este mundo, dada la mezquindad que lo caracterizaba; se dice además que procreó más hijos que el mismo Gengis Kan, se afirma que dos tercios de la población de Tierra adquirieron su abominable cromosoma Y, por lo que la nueva raza conservadora y lampiña argumentaba que provenía de un linaje especial. Se corre el rumor de que hubo Eugenesia, y millones de personas de origen velludo murieron en campos clandestinos, entre ellos árabes, españoles y mexicanos.

Sus acciones de lucro y especulación generaron que se consolidara el sistema capitalista devastando gran parte de Tierra, la polución destruyó la capa de ozono y comenzó a afectar en la salud, los transgénicos y las hormonas con que hacían crecer a las plantas y al ganado crearon nuevos cánceres, afecciones que fueron transformando el estado físico de la población. 

Cientos de eones pasaron y la raza humana contaminada con el gen de Gortari combinado con los transgénicos y las hormonas desarrollaron una enfermedad genética que los hacía nacer lampiños, y sumidos en la nostalgia por tiempos mejores, se suscitaron grandes cruzadas por defender un ideal, ríos escarlata pintaban las calles, el filo del acero siniestro de la espada degollaba toda esperanza; pero un día, un grupo de extraños vestidos con capuchas y un signo en el pecho comenzaron a sembrar cabello en los plantíos, lo hacían a escondidas, porque Salinas era idolatrado como un Dios, para ese entonces toda peluca estaba prohibida, si alguien era visto con cabello eran decenas de pársecs recluidos en la cárcel. 

Después de grandes esfuerzos, estos héroes y heroínas cansados de la opresión quisieron armar una rebelión, y una gloriosa tarde un vocero anunció lo siguiente: "!Camaradas, es hora!", citando a la población en lugares estratégicos indicándoles que llevaran tijeras. Lo que a continuación sucedió desató distintas luchas, algunos conservadores veían el hecho de ser lampiño como una medida de evolución natural y de asepsia, creían firmemente que el cabello era inmundo, un recordatorio de nuestro origen animal; mientras los liberales afirmaban que el cabello era huella sagrada de lo natural perdido hace ya tiempo, un símbolo que siempre nos recordaría nuestras raíces, pues el humano con cabello representaba lo común, lo simple, mamífero racional que no se creería un Demiurgo-cyborg para jugar con la vida de esa manera.



Y la víspera llegó y la gente confiaba en esos protagonistas de la historia. La tarde estaba nublada, la muchedumbre avanzó temerosa sin saber lo que les esperaba, al llegar, vieron cómo unas mantas se levantaban, lo que sus ojos divisaron les devolvió la fe, campos de cabello ondeaban por todos lados, la lluvia se desató y sus lágrimas se confundían con la tormenta, era la abundancia, el cabello fluía como la miel y la leche, no más austeridad, la revolución había comenzado y en ese momento, cuando trozos de cabello volaban por los aires, llegó la represión, pero no importaba, porque el cabello era únicamente el pretexto para derrumbar viejos sistemas, y como si el tiempo y la lluvia se hubiesen pausado, los cultivos de cabellos rojizos, rubios, cobrizos y cafés se elevaban hasta donde la vista alcanzara, la risa y el llanto aturdían y confundían a los represores, finas hebras de cabello volaban sutiles por los aires y se balanceaban entre sangre y sudor en una lucha sin cuartel que no terminaría sino en varios pársecs, y la insurrección era la música de las ciudades, estatuas de Salinas caían a pedazos y retratos del tirano calvo eran decorados con largas cabelleras, los niños danzaban descalzos en los huertos, la algarabía desafiaba toda pena, y los padres rescataban femélicos a pequeños que vivían en carne propia el escarnio del hambre y la miseria.

Y a partir de la insurrección, los campos de cabello se cultivarían por siempre, como un recordatorio de aquel revolucionario que se atrevió a sembrar la primer hebra de cabello y a decir: "La historia es nuestra...y la hacen los pueblos", dejándonos una importante lección, ningún tirano tiene la potestad de pisotear la dignidad de los hombres y mujeres eligiendo su destino. 


!Vivat semper dignitate populi!

julio 03, 2013

Satisfacciones II

La playa de Tijuana con ellas,
encontrar una canción perdida hace años,
destapar una cajita y encontrar un recuerdo,
el frío del agua calando en la garganta,
una nota musical que pasa por todos los sentidos,
la noche al alba,
el día al caer la tarde,
el áspero viento de la montaña,
la vida cuando se va lenta,
el cante de una gitana,
cuando la vida hace sentido en la poesía,
del frío al calor, del calor al frío,
el primer sorbo de una cerveza helada,
el efluvio de un aroma de tonos madera,
amanecer y anochecer y que esté él,
soñar absurdo, ilógico, irracional y recordarlo,
el rasgueo de cualquier toque flamenco,
el hielo paseando alegre por la boca,
estar alegre o triste y refugiarme en Beatles,
perder el tiempo conscientemente,
la sombra de la luna,
Guanajuato y sus callejones,
saber que soy gente del desierto,
las calles caminadas de Tijuana,
los viejos bares con gente constante,
el agua y el jabón todos los días,
piedra de sol por la madrugada y tantas lágrimas,
un abrazo sentido,
una carta del puño y letra de alguien,
una siesta de tarde y pensar en el mundo desolado,
la comida y el cariño de mi madre,
el recuerdo y el rock&roll de mi padre,
los abrazos e historias de mi abuelo,
los besos y la risa de mi abuela,
las bromas y la siempre fiesta de mi hermano,
encontrar un recadito en un libro viejo,
tocar el agua o que el agua me toque,
escuchar a la gente reír hasta el llanto,
su voz, su rostro, sus manos, sus ideas, su ternura,
su guitarra, sus bailes, sus chistes, su perfume,
cada día y sus sorpresas.

(basado en el poema de Bertolt Brecht de mismo nombre).
http://www.poemas-del-alma.com/bertolt-brecht-satisfacciones.htm

Al extinto T-rex


Tyranno,
¿quién te nombró de esa manera?
!dulce dino!,
!cómo se atreven a difamarte!

Hemos quebrantado tu paz,
negociado con tus huesos,
usurpado tu sepulcro,
llevas sobre tu linaje
la maldición de haber nacido,
!depredador!, dicen los que no saben,
no se han enterado de tu nobleza,
señor saurio,
altísimo y verdadero rey lagarto,
!qué desdicha para tu raza!,
!fuiste dios!,
inalcanzable, veloz,
tus ojos contemplaron,
el fin de una era.

!Majestuoso!
fuera de los cánones del tiempo,
tu silueta se pasea en los museos,
como un grito poderoso de vikingo;
soberano vagabas por el mundo,
que era tuyo y no hacía falta decirlo.

A la distancia se escuchan ecos de un imperio.

!Oh América!, cuna de tus primeros pasos
y abismo bestial de fuego y destrucción,
!cataclismo destinado y perverso!,
!espacio-tiempo del siniestro!,
!malvadas leyes de la física!,
!big bang desviado!,
!tu energía irrumpió lacerante
en la carnicería del señor saurio!

Nuestras humildes pisadas
aún no reconocen tu grandeza,
modestas huellas las nuestras
que ignoran la viveza de tu estirpe,
austero nuestro arte,
tímidos nuestros reinos,
mínima nuestra historia,
ante tu senda gloriosa,
lo nuestro... un instante,
lo tuyo... huella perenne del tiempo.

Puedo imaginar el frenesí sentido
ante el panorama sombrío del fin de tu especie,
exaltación serena, con el temple de un mártir,
en la cúspide, esperando con la frente muy en alto el desenlace.

!Nunca pasarás al olvido saurio mío!,
tu piel áspera trascenderá
en la memoria de los siglos,
y ni el viento negro,
ni el calor ardiente de un sol a punto de estallar
profanarán tu tumba que es el mundo.

!Fuiste libre!,
desde los cielos de Montana
se atestigua tu figura,
todavía resuena aquel rugido
y el misterio de una mirada taciturna.

!Adusto!, un olor a magnolia me acaricia desde allá,
y te miro a los ojos desde el ojal de
la aguja con que teje el tiempo,
y me esperas en la nada a la sombra de un helecho,
mientras yo espero impasible la implosión,
deseando que en la inexistencia nuestras eras se encuentren
y nos volvamos leales hermanos de la extinción.

!Oh dulce saurio! allá voy...

julio 02, 2013

Con mi propia voz

Recuerdo que hace algunos años me sucedía que cuando hablaba, me cansaba de escucharme, no lograba entender la voz que me tocó tener, sentía que mi voz no correspondía con quien realmente soy, a veces al grado del llanto y la depresión. Aunque habría que preguntarnos, ¿qué nos dice quiénes somos?, la identidad es un tema complejo.

No sé si otros seres humanos se sientan así, pero a mi me sucede. Antes hablaba como niña a pesar de ser una persona adulta, mi voz tenía dudas, se ocultaba con la dulzura de una voz infantil, cuando me acercaba a otras personas a preguntar algo, mi voz se empequeñecía todavía más..., pero a partir de cierta edad, circunstancias y experiencias he notado que mi voz ha cambiado y me gusta; todavía no creo tener la voz que realmente me pertenece, que me dice quién soy, pero espero que todo aquello que me da forma, que le añade ciertos matices a mi persona me libere del lastre que representa ir por el mundo con una voz prestada.

Tampoco se trata de fingir mi voz y convencerme de una nueva yo ahora mismo, creo que se trata de esperar paciente la sorpresa de la vida y que en el camino, pedazos de la voz que me fue asignada vayan cayendo para descubrir mi propia voz. Tengo 30 años, quisiera vivir unos 100 con buena salud y compañía, quiero que mis ojos vean a esa mujer, quiero que mis oídos escuchen una voz madura, segura, con carácter, que sea capaz de cantar a su propio ritmo, sin importar que la voz que me representa sea tosca, áspera, acaramelada o amarga, lo único que quiero es desnudar mi voz.