junio 29, 2011

Carta a un viejo amigo

Querido Biliki, hace tiempo ya que llevas recorriendo este viaje, y siento que a pesar de que por un lado el tiempo se me ha ido volando, tu viaje ha sido largo, quizá sea porque te extraño. En casa todos lo hacemos, de vez en cuando sacamos tus cartas que traducidas en recuerdos son algunas canciones que llevan tu sello y tu esencia. He aquí algunas. Europa de Santana, pues siempre te ponías nostálgico cuando comenzaban a sonar los primeros acordes. Tu tu tu ru tu tu tuuuuuuuu… tu ru ru ru ru ru ru ru ru… Motivos, de Vicente... siempre haciendo gala de tu buena voz, voz que decías y jurabas era parecidísima a la de chente. “Unos ojos bañados de luz, son un motivo.. unos labios queriendo besar, son un motivooooooo.. y me quedo mirándote así y encontrándote tantos motivos, yo concluyo que mi motivo mejor eres túuuuuuu” O que tal ese Buddy Holly y todas las “oldies” como tú les llamabas. Recuerdo mucho una ocasión en que viajamos en camión sólo tú y yo mientras platicábamos de cómo queríamos comernos el mundo a dos mordidas o los tatuajes que nos haríamos, el fondo musical era esta vieja canción: “Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón, porque yo seguiré siendo el cautivo de los caprichos de tu corazón”… y lo recuerdo bien porque fue largo el camino, era de las llamadas “burras” de Tijuana, parece que lo guardo como una foto, tú y yo sentados hasta el asiento del frente, tú y yo hablando de mil cosas. Ha pasado largo tiempo querido Bily y tengo mucho que decirte. Por ejemplo, algo que te alegrará saber es que mi madre es feliz y que te guarda un lugar muy especial, mi hermano es policía como tu padre, y aunque es policía en Tijuana te puedo asegurar que es un hombre de bien. También quiero compartirte que contraje matrimonio con un hombre que al igual que tú, ama el baseball, el rock & roll y los carros viejitos, te encantaría conocerlo. He concluido mis estudios y voy por más, terminé Filosofía y luego una maestría en docencia, ¿cómo la ves Bili? ¡Soy Profe en dos prepas!. ¿Te acuerdas que solía ser muy tímida?, pues estuve cantando por casi ocho años en una banda de rock de puras mujeres, te hubiera fascinado escucharnos. ¡También soy la futura ex presidenta de un club de oratoria que me ha dejado tantos amigos y que me ha dado tanto! Incluso participé en un concurso nacional (acá entre nos, cuando estaba en el escenario, frente a tantas personas casi me quise hacer chis, pero me aguanté porque antes de subir al escenario le canté mi proyecto al mar y las fuerzas no me abandonaron, ha sido una de las mejores experiencias que he vivido). Todavía sigo leyendo selecciones cada vez que me las encuentro, todavía sigo con esa hambre de aprender que siempre vi en ti. ¿Sabes?, a pesar de vivir en un mundo tan caótico, injusto y a veces tan gris sigo creyendo en la magia, creo porque cuando estabas a punto de irte sucedió magia en el vasto universo de mi Tijuana, pues nadie sabía dónde estaba y tú ya te estabas despidiendo, de repente yo andaba por el centro y mi hermano se me atraviesa en su carro y me dice, ¡súbete hermana! el bily ya se va y quiere despedirse, … me subo, llego a donde estás, te miro a los ojos, me miras, te tomo de la mano y te prometo que seré una mujer de bien. ¡Qué hermoso regalo me diste, no sé qué sería de mí si te hubieras ido sin verme a los ojos, sin esperarme, sin ser la última que te vio y que con la mano y el corazón abiertos te dijo adiós! Créeme que no me he cansado de luchar, no me he cansado de que cada uno de mis pasos siga la huella que dejaste para mí. Quizá muchas veces he fallado Bily, suelo ser un poco egoísta y caprichosa, a veces necia, soy un humano que pretende ser fuerte, pero con miles de defectos y debilidades, no obstante pienso en ti y no sé qué me pasa que mi camino se endereza, la esperanza renace y mi espíritu se enaltece. Te extraño bily, son diez años, diez años en los que me ha faltado ese loco que manejaba como cafre, ese señor que andaba sin camiseta en donde sea y que se creía tan fuerte, y que lo era. Ese amigo que recorría el sobrerruedas por cuatro horas para comprar únicamente un casette, ese ávido lector y curioso personaje que fue mi padre. Siento que fue tan corto el tiempo que nos acompañaste bily…; pero te haces presente en todo lo que hago y lo que soy. Te aseguro que ningún momento has dejado de estar tan presente. ¡Son diez años mi viejito, diez años sin ti! y hoy te abrazo con la palabra que es lo único que tengo!

junio 19, 2011

Alter-ego

11:11 pm

Hoy por la noche me sucedió algo que tenía muchos años enterrado en un baúl, quise bloquearlo, quise borrarlo de mi vida para siempre pero el vestigio de aquella aberración me perseguía tanto en mis sueños como en lo cotidiano, quise vivir de manera "normal" y hacer lo que cualquier persona hace, quise no tapar todos los espejos que había en mi casa y voltear a verlos de manera natural, pero no pude. La noche anterior una pesadilla me había acosado y dejado en un estado de excitación nerviosa incontrolable, comencé a escuchar voces y una pesadez poseyó mi cuerpo, no pude moverme ni hablar, quise despertar y encender todas las luces pero no pude, al no ser capaz de moverme ni hablar escuché un toc-toc a lado mío, un toc-toc obsesivo que se repetía cada vez con más rapidez toc-toc, toc-toc-toc, toc-toc-toc-toc-toc y la sensación de lo desconocido me aterró, no podía voltear al otro lado de la cama para observar qué monstruosidad burlona yacía a mi lado; después de un gran esfuerzo desperté sudando frío, queriendo mojarme el rostro y disipar esta cara mía máscara de horror. Lo único que alumbraba mi habitación era una luz muy tenue, la luz de una vela que siempre estaba encendida por si todo fallaba, pero en ese momento un viento extraño se había colado por la ventana apagándola, al levantarme busqué rápidamente el apagador, pero en mi confusión busqué en el lado opuesto de donde originalmente se encontraba, siempre me había jurado no levantar la vista ante un espejo si estaba oscuro, pero !maldita confusión!, tuvo que suceder. Estaba tocando la pared cuando de repente recordé nerviosa que en ese espacio se encontraba el espejo, no quise hacerlo pero mi cabeza volteó con un movimiento involuntario, y ahí estaba, pude ver esos ojos, de nuevo, esos grandes ojos mudos, y emergió, una carcajada involuntaria se escuchó a esas horas de la noche. Era ella y su sombra, una mirada que jamás me dejaría.

12:10 am

Hoy me dispongo a escribir, pues tengo la necesidad de narrar la perturbadora historia que alguna vez me aconteció, y que hoy ha vuelto para cobrar una deuda que nunca pagué.


Hace algunos años conocí a una persona que me juró que en cierto restaurante de comida rápida trabajaba una joven muy parecida a mi, que pensaba como yo e incluso tenía el mismo tono de voz. Obviamente mi ego no me dejó creer que tal aberración pudiese existir.


Tiempo después entré a trabajar en esa misma cadena pero en diferente sucursal; en esa época yo usaba el cabello extremadamente corto y casi siempre se me veía de cara lavada. En alguna ocasión me solicitaron apoyo para la sucursal que se encontraba en la 5 y 10, y yo contenta accedí, para mi sorpresa me encontré con la chica parecida a mi y la coincidencia fue de mi agrado, su nombre era Nancy y al principio me pareció muy gracioso el parecido tan extremo que teníamos, recuerdo que nuestro jefe se confundía con nosotras y a mi me llamaba Nancy y a ella Miriam, a tal grado que se molestaba cuando me pedía hacer algo y según él me veía haciendo otra cosa.


Ella tenía unos ojos enormes, muy contrastantes con los míos que me resultaban pequeños comparados a los de ella, también de cabello corto, sonrisa amable, cara lavada, creo que ambas teníamos un espíritu muy afín.


El trabajo en el que estábamos era tan demandante que en pocas ocasiones podíamos platicar, recuerdo que una vez me mandaron por un paquete de galletas para hornear y estando adentro del congelador la pude observar espiándome escondida detrás de un estante...; me hice la disimulada y seguí cantando mi canción "Sé que aún nos queda una oportunidad... con los años que me quedan por vivir, demostraré cuáaanto te quiero, la, la, la", aunque estoy segura que ella pudo notar un cambio drástico en mi voz, de un tono seguro a un tono quebradizo. Me pregunto ¿qué pasaba por la mente de Nancy cuando me veía de esa manera? ya me habían comentado que era un poco rara, que casi no hablaba con nadie y que trabajaba de manera temporal ahí porque había realizado un intercambio estudiantil con una joven de la universidad. Ella era originaria de Guadalajara.


Al paso del tiempo olvidé el incidente y decidí adentrarme un poco más al mundo de Nancy, quien me intrigaba, pues veía en ella mucho de mi, y seguro ella veía en mi mucho de ella. En alguna ocasión me invitó a dar una caminata por la playa y yo contenta y movida por la curiosidad accedí, casi no habló en todo en todo el trayecto, por lo que siendo yo tan nerviosa decidí contarle un poco de mi vida (lo cual no fue dificultad debido a mi gusto por contar historias) para romper con ese silencio incómodo. Fue una linda tarde, estuvimos hasta la puesta del sol y después fuimos por un par de cervezas. El cantinero de ese bar era mi amigo, al llegar se dirigió a ella bajo el nombre de Miriam y lo hizo sin ningún dejo de duda, sentí un ligero vuelco en el estómago y sólo observé, ella sonrió con cierto cinismo y volteó a verme retadora, después un poco molesta le dije al cantinero, !mi cantinero!: "!Pancho, soy yo!", y él me miró, la miró, nos miró y confundido se alejó y le dio la esperada bebida a ella. Le dije a Nancy que nos fuéramos y ella insistió en dar una vuelta por el centro para que le mostrase un poco más de mi Tijuana y mis lugares, ya que sólo conocía lo cercano a la escuela y al trabajo. Accedí con tal de irnos de ese desagradable incidente con Pancho, ella sólo rió y le dijo a Pancho algo que no alcancé a escuchar.


Al siguiente día, estábamos a punto de cerrar el turno en el trabajo, cuando fui a buscar un paquete de pastelitos al congelador con el fin de dejarlo listo para la mañana posterior, en ese instante escuché un sonido familiar, era ella, "Sé que aún nos queda una oportunidad...la, la, la", en ese momento quise esconderme o que no se diera cuenta de que yo me encontraba ahí pero al darme la vuelta ella dejó de cantar y me dijo: ¿Qué haces aquí Nancy?..., volteé y mi piel se erizó cuando observé su rostro... !mi rostro!, las piernas me pesaban, no podía moverme, no sabía qué decir o hacer, ella se acercaba a mi, cada vez más, hasta que llegó el momento en que se me acercó lo suficiente y con una mirada perturbadora me besó, en ese beso sentí un golpe estomacal, un golpe frío, de tajo, en un breve lapso me sentí un saco de huesos y carne sin sentido, y así... sin más, ella salió de ahí corriendo y escuché el portazo, eso me hizo reaccionar y al jalar la puerta del congelador no podía abrirla, en ese turno sólo nos hallábamos Nancy, el guardia y yo.


Los minutos pasaban y el frío y la proximidad de la muerte eran cada vez más inminentes, grité, pateé lo que encontré cerca de mi, lloré y pensé muchas cosas, al paso de no sé cuántas horas intenté salir de ese lugar con las pocas fuerzas que me restaban y con un fierro que tenía al alcance logré destrabar la puerta. Casi no podía respirar y mis fuerzas estaban casi extintas, el local estaba vacío y oscuro, emití un grito sordo y el guardia pudo localizarme de entre los restos de comida que había tirado en desesperación. Me levantó en sus brazos y a lo lejos escuché una voz que me decía "!Nancy, estás bien!", quise decirle Mmiir... Miriiiaa, pero mi fuerza y tesón no fueron suficientes, es lo último que recuerdo, al despertar yacía en un hospital, ignoro cuántos días transcurrieron, me fijé en la carpeta que se encontraba en el buró con una serie de indicaciones para una persona con principios de hipotermia y decidí irme.


Busqué mis cosas, de alguna manera pude encontrar en mi bolso un periódico con la noticia "Joven estudiante de Artes Plásticas de nombre Nancy Cordero desaparece sin dejar rastro, guardia de restaurante conocido es el último que la ve". Al leer esto sentí coraje y miedo de pensar que lo que estaba pasando fuese real, fui a caminar por el centro y me dispuse a descansar en el único lugar que consideraba mío, un café internet de la calle segunda, la tercera computadora del café y mi blog. Llegué y me dijo el joven que atendía, "¿Se te olvidó algo Miriam?", yo volteé y le pregunté "¿por qué lo dices?" y él me contestó "!distraida!, acabas de salir, estabas aquí hace menos de diez minutos!", lo miré con un dejo de "!estúpido!" y sin decir nada me senté en MI lugar.


Al entrar, vi que mi blog estaba abierto, todavía en sesión y lo que mis ojos leyeron no lo podría explicar, pues muchas de las cosas que hube pensado todas estas semanas estaban ahí, plasmadas cual si hubiesen salido de mi, escritas con mis manos, pensadas por mi mente, pude leer que por ahí había una loca roba-identidades que se hacía llamar Miriam, pero que en realidad se llamaba Nancy, quien había desaparecido por fortuna, pero si alguien la miraba de nuevo tuviera mucho cuidado. También escribió cuestiones íntimas, cosas que nadie sabe, escribió sobre mis manías, lo cual me resultó aberrante porque ni siquiera yo me había dado cuenta de cuáles eran, pero ella tenía razón.


Me dispuse a seguirla, acosarla, meterme en su mente para saber cuál era su siguiente movida, quería destruirla, en este mundo no puede haber dos Miriam. Lo raro fue que a donde quiera que fuese yo me presentaba y parecía invisible a mis amigos, a mi familia, como un saco de huesos y carne sin ser, sin aquello que me hacía ser Miriam, y ella burlona era la única que me podía reconocer, llegó el momento en que no pude más con esta farsa y cuando se encontró sola me abalancé contra ella golpeándole la cabeza hasta romperle el cráneo, nadie se enteró, !éramos tan parecidas! en este mundo no pueden coexistir una persona y su alter-ego, dicen que si te encuentras a tu doble te asesina para tomar tu lugar, !pero tonta no soy!, eso es precisamente lo que hice adelantándome, no quiero que Nancy tome mi lugar.


2:22 am

Rocearé un poco más de laca en este cuerpo inerte, no vaya a ser que no parezca arte-instalación.

junio 18, 2011

Manías

- Me gusta hacer listaditos, de cuando en cuando los hago y siento que ordeno mi mundo interno.

- Me gusta lavar los trastes, ver la obra terminada, deleitarme en ello y después acomodarlos en su lugar, siento que acomodo mi mundo interno.

- No puedo tener más de dos ventanas abiertas en el escritorio, necesito visualizarlas.

- Me gusta doblar la ropa y separarla por categorías.

- No puedo tener más de veinte mensajes en mi bandeja de entrada, necesito visualizar.

- Si tengo una cortada me gusta (asquerosamente) urgar en ella hasta quitar la costra.

- No puedo tener el cabello más allá de los hombros, me molesta, me estresa, me parece horrible en mi, por eso me lo dejo corto de enfrente y largo de atrás.

- Cuando pongo la alarma la pongo una hora antes para sentir que duermo más.

- Cuando estoy nerviosa, estresada o desesperada me trueno los dedos de las manos y me muerdo cada dedo y parte de la mano.

- Cuando tengo que planchar algo me enojo porque nunca me queda bien, agarro la plancha con fuerza y plancho a lo baboso y me enojo más porque no me sale.

- Cuando me quiero poner el cinturón de mi carro también me enojo porque es muy difícil; y me enojo y jalo el cinto y me enojo más.

- Cuando me gusta algo no dejo de comerlo o de escucharlo o de verlo o de ponérmelo, soy tan repetitiva que puedo comer lo mismo por semanas.

- Cuando estoy viendo un programa y alguien más me habla, le regreso el tiempo calculado de la intervención de quien me distrajo.

- Me gusta sentir la forma de mis orejas.

- Me gusta acomodar las cosas de la más grande a la más pequeña.

- Me gusta subir las escaleras de dos en dos.

- Cuando llego a mi casa esté alguien o no esté, tenga llave o no me gusta tocar el timbre dos veces seguidas.

- Me gusta hacer carpetas para todo, si algo está afuera de la carpeta debe ser mínimo.

- Me gusta masticar la comida muchas veces, hasta sentir que está tan masticada que no me ahogaré con un pedazo enorme, por eso tardo casi lo doble de tiempo que los demás.

Y creo que hay más.

junio 11, 2011

Disney

Todo era un susurro, una imagen borrosa, un murmullo...


Y aconteció el momento, toqué a su puerta, me abrió y un perro enorme hizo reverencia con un ladrido melodioso, un vaso de limonada y una breve charla.


Partimos hacia nuestro destino, el camino estuvo acompañado de cientos de canciones que empapaban el alma de alegría. "These boots are made for walking...", "Tengo que confesar que a veces, no me gusta tu forma de ser...", "Ups I did it again"; un camino en el que definivamente aprendí a reír de nuevo, una atmósfera de amistad y calidez que invitaba a la fiesta.


La tarde cayó y habíamos llegado, el frío era inminente, pero era un frío con sabor a hogar, entramos expectantes, un grupo de electrónico nos recibió y no esperamos un minuto para bailar. La adrenalina se disparó y cuando comenzamos a contar diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno... una fiesta de colores danzaba en el cielo.


Ellas me tomaron de la mano, comenzamos a correr sin detenernos, mi pulsera se rompió, sólo reí y seguí corriendo con todos esos adolescentes encantadores, destellantes de juventud, hambrientos de risas, sedientos de vida, de brincos y júbilo, alguien vomító de tanta adrenalina.


Corrí y corrí a su lado, corríamos mientras una fina brisa fría besaba mi rostro... y mi corazón inquieto no sabía dónde meterse o para dónde correr o salir, pues no cabía.


Corrimos hasta llegar a un juego... quizá "Indiana Jones", según lo grabó mi memoria, y todo era nuevo, no sabía cómo reír, lo había olvidado pero en breves instantes todo mi ser y el de esos chiquillos con cuerpo de grandes se convirtieron en un refugio de niñez, y la inocencia y la sorpresa nos tenía invadidos, la carcajada y el fulgor en los ojos amenazaba con poseernos para siempre.


Luego corrimos hacia otro juego, no recuerdo si era la "Mansión embrujada", pero la sorpresa aletargó mi espíritu, no me alcanzaban los segundos para voltear y comerme con los ojos toda esa magia. No sé cuáles son los ojos de niña, ni cómo miran, no lo recuerdo, pero todo eso que sentí fue tan real y tan fuerte que creo que pude apreciarlo con una pureza que jamás había experimentado. Esas paredes, esos bailes, esos cuadros que hablaban, esos vestidos antiguos y candelabros fueron cautivadores.


Después fuimos a "Space mountain" y no esperaba nada, ...siempre creí que ese lugar me marearía, pero no... resulta que me mareó de alegría y casi vomito de felicidad...; sí...definitivamente es "the happiest place on earth"; cuando subimos a esa navecita y emprendimos nuestro viaje fue realmente convertirse en un internauta, viajar por el universo, sentir las estrellas, saludar al cosmos, un cosmos de fría negrura, puedo jurar que al final de ese juego quise llorar, en ese momento quise ser parte de esa nada brillante, de ese universo vacío pero tan lleno de sentido.



De repente estábamos en "Pirates of the Caribean", y toda esa tecnología deslumbrante me sostuvo en un estado de asombro constante, quise vivir en ese lugar, en esas casitas de vikingos borrachos, quise ser parte de otro siglo, de una época austera pero tan llena de descubrimientos, de romance.


Después mis amigos quisieron subirse a las tacitas, yo sólo observé, todo lo que da vueltas me hace vomitar, así que me reservé ese juego, pero sí que fue hermoso ver girar a esos niños; después fuimos a "Blanca nieves y los siete enanos", "Buzzlightyear", "Pinocho", "Peter Pan", "Autopia", y finalizamos de nuevo en "Space Mountain", en fin... recorrimos casi todo el parque y no queríamos que amaneciera, ... bailamos, caminábamos mientras danzábamos y la alegría y la energía no se iba de nuestros cuerpos, la noche parecía interminable, queríamos que lo fuese...; pero todo tiene fin, en este caso fue un final feliz, haber estado en un mundo como ese, tener la oportunidad de asomar al mundo de la niña que una vez fui fue algo maravilloso que jamás voy a olvidar, definitivamente tengo que volver.


De regreso llegamos a una playa, brincamos en la arena, Ale Pedroza y Oliver experimentaron un huracán, jugamos golfito, bailamos Dance Dance y la alegría no se terminaba... llegamos con el corazón repleto de niñez y los ojos nuevos, ojos de niños que quién sabe en qué momento fueron tocados por quién sabe qué duende o hadita mágica.


!Gracias duendecillos por invitarme!



Nunca los olvidaré: Letzi, Dulce, Nury, Ale Pedroza, Oliver, Roberto, Alina, Rossío, Alejandra, Karina y amigos.

junio 06, 2011

Envejecer




Hoy lunes 6 de junio de 2011 he descubierto la puntita (aprox. 1 cm.) de uno de mis cabellos color blanco y como alguien me ha comentado, he sentido el peso del ANTES y el DESPUÉS.


Desde antes de ver que mi cabeza tenía ese pedazo de cabello blanco, el primero de mi vida..., solía pensar que cuando tuviera el cabello cano me lo pintaría de azul y sería merecedora de portarme cual viejita caprichosa para decir, hacer y vestir como quisiera, porque me lo habría ganado con mi experiencia y largos años de trabajo.

Hoy que pude ver inserta en mi cuerpo esa fibra blanca, la vida pasó frente a mis ojos de manera tan extraña...; no, nunca me ha asustado envejecer, porque creo y acepto que esto no sería tan maravilloso y mágico si no fuese un devenir, si no fuese un caminar constante, un viaje con distintas estaciones y paisajes.


Me agrada crecer, pasar por otros parajes, enfrentarme a otros retos, sonreír de otro modo, pero nunca me había hecho conciente del paso del tiempo, pues casi me encuentro a la mitad de este viaje (si es que tengo la suerte de tener una vida promedio).

Este año he podido sentir que he madurado poquito, quizá muy poquito pero ha sido un gran paso para todo lo que nunca había madurado. No puedo decir que no me arrepiento de la forma en que he llevado mi vida porque creo que no soy perfecta y los errores que he cometido han sido muchos..., pero también creo haber dado un poco; lo que quiero decir es que me gusta mi vida, mucho, volteo atrás y me observo en las huellas que he dejado y sonrío y lloro; no obstante sí me arrepiento de mi soberbia, de mis orgullos, de mis celos, de mi insensatez, de mis irresponsabilidades, del tiempo que he tirado a la basura y del daño que he hecho siendo conciente o no.... !sé que no es fácil, el decir perdón no construye los lazos rotos, pero aún así siento la necesidad de gritar !PERDÓN raza humana si alguna vez te herí!



Es curioso, ese cabello cano sí que me ha hecho pensar, asumir que no soy una niña, que mi cuerpo tiene caducidad, que soy vulnerable y mi cuerpo se marchita, que he de morir.

Siento un corazón pleno, de alegría, de amor, de música, de cariño...; son 28 años, de mucho, de tanto, de cientos de amaneceres, de tantas oportunidades, de abrazos, de envolverme en las letras, la música y el café, de amar y ser amada; !agradecida!, por tanto, por tener la suerte de ser conciente en este breve lapso, en este suspiro.

Siento que he cruzado el umbral, que ahora sí soy merecedora del señora, del dama, del doña Miriam; sin embargo no puedo dejar de pensar en jugar, en brincar, soñar, amar, seguir siendo una niña.

!No imagino la belleza que me depara este viaje!, !no imagino lo lindo que estaré sintiendo en el lecho de mi muerte, cuando mis caprichos sean cumplidos y mi espíritu esté tan sensible a la vida que quién sabe qué estaré imaginando o soñando... o entendiendo!...

!Qué agradable sensación esta... la de amar cada proceso, de apreciar esta magia depositada en un saco de sangre y huesos!

A veces me pregunto si en realidad me dará satisfacción el hecho de "trascender", si es eso lo que como especimen de la raza humana busco, ¿qué caso tendría el ser recordada?, ¿qué clase de ego engrandecería si ya habré muerto?, ¿el ego de cientos de gusanitos que ya se deleitaron con mi sangre y mis entrañas?... !no!

¿Qué es lo que busco? siento que toda la vida lo estaré buscando, quizá en esa búsqueda está la clave, .... no entiendo si soy tan mediocre que me siento tan feliz con lo que tengo o tal vez tengo la suerte de tener los ojos y los brazos bien abiertos, siento que todo es tan gratis que es demasiado, !pero qué alegría!, sí que extrañaré dejar todo esto, aunque sea a veces una mierda, aunque se vuelva tan gris, no somos más que una pequeña parte de la cadena alimenticia, que aunque se diga "la más inteligente" seguro que hemos de terminar alimentándonos de nosotros mismos, y aunque la humanidad se sienta "gloriosa" y así me lo haga sentir la música y las letras, quizá la mayor gloria radique en nuestra desaparición, en el melodioso silencio cósmico, en el umbral de la nada, en la noche de la antimateria, en el latir de los tiempos, en el vacío inmenso de la inexistencia.



Lo único que sé es que en todo ese lapso de tiempo que es infinito, en donde hubo un antes en el que no existía y donde habrá un después en el que ya no estaré, hoy soy, hoy siento, hoy escucho y amo, hoy Miriam tiene sentido, es en este preciso instante en el que respiro y canto y río, mañana...ya no.

junio 03, 2011

El bulto

Pocas veces me asusto tanto. Aquella tarde me dispuse a regresar a casa temprano con el fin de dormir, pues no podía conmigo y el cansancio. Cuando me iba acercando a mi destino transitaba por un bulevar casi vacío, la velocidad con la que me desplazaba era aproximadamente 60 km por hora, cuando de repente pude observar que un bulto extraño se movía lentamente de un lado de la acera al otro, se me erizó la piel, las pupilas dilatadas, un frío intenso calaba y dolía, la sangre dejó de fluír por un momento cuando observé aquella aberración.


Al principio creí que era un perro, aunque ese bulto no se parecía en absoluto a lo que mis sentidos conocían como un canino; empero !quería creer que era uno!, pero cuanto más me acercaba el horror laceraba un espíritu debilitado con tal absurdo.


Estando aproximadamente a unos dos metros de ese cuerpo amorfo frené en seco, mientras el ente se arrastraba a cuatro patas y una cabeza enorme, ... súbitamente la entidad extraña volteó a verme lánguidamente y cuando hicimos contacto visual me observó tan fijamente que pude sentir el horror, cuando salí de mi abstracción y lo pude ver y descubrí qué era, el ente se paró a dos patas y erguido me sonrió con la sonrisa más pérfida jamás vista, se dio la media vuelta y se retiró caminando cual humano...


Era una noche solitaria, nunca supe cuánto tiempo aguardé en mi auto mientras divisaba a la figura perderse en el horizonte...; yo, en medio de una calle que parecía encantada.


Pocas veces me asusto tanto.