diciembre 31, 2005

Desde aquí adentro

Me encuentro respirando, olfateo un olor, soy animal y al despertarme encuentro el momento justo entre la sobriedad y la inconciencia del sueño.... ese lapso, en ese puente soy yo y mis órganos nada más, la maquinaria orgánica que me destruye al serme revelada.

El accidente

Estos fenómenos nos despiertan del letargo de la cotidianidad, del diario mecánico.
La rutina moderna y los horarios establecidos nos hunden en la ceguera, nos sacan los ojos ante lo maravilloso de cada suceso. Estamos tan acostumbrados al bienestar y a la perfección que llegamos a pensar que todo este “orden” es un deber del mundo hacia nosotros, o aun de la Divina Providencia.
…y si por unos días se fuera la luz en el mundo, se levantarían guerras.

Instinto y razón

Me pregunto (incluyéndome yo), porqué hemos de separar instinto y razón, si somos seres fértiles por naturaleza, llevamos una energía consigo que por factores sociales o religiosos se mantiene sosegada, guardada en esa cajita. A veces se piensa mucho, se piensa en cómo me ve ese otro y no hay entrega, no hay explosión de esa energía.
Aunque hoy nos rehusemos a ello por las altas cifras de la población, la naturaleza nos dotó con el poder de la reproducción y es innegable pues no somos seres mecánicos, estamos hechos de sangre y la fertilidad en nuestros cuerpos nos lo asevera. Es cierto, las condiciones para traer un ser al mundo no son idóneas, la vida es muy difícil, los corazones son presa del nihilismo, pero no tenemos porqué dejarnos hundir en esos delirios. Aunque me digan inconsciente algún día pisará tierra Leia Amidala.

El instinto y la razón no tienen porqué estar separados, tenemos muy olvidada nuestra animalidad con tanto modal, con la etiqueta y la educación que nos es inculcada, habrá que aceptarse primero que nada, saberse corpóreos, efímeros, equiparables a una piedra que ha de ser deshecha por la gota de agua, pero al fin verá su término.
El ser humano hace rituales, le da nombre a las cosas y aun si tales nombres son obsoletos siguen creyendo en lo nombrado, mas no en los hechos. Los nombres son sólo ideas, de lo fáctico se puede inferir una buena idea, aunque a través de la imaginación se ha llegado muy lejos, no hay porqué separar entonces… el pensar y el hacer se debe concatenar.

El consumismo

Hemos visto al consumismo como una de las peores facetas del pensar y actuar moderno, son los medios un estrago para las vidas de muchas personas, los medios masivos han pasado a ser la religión moderna, quien dicta cómo se “debe ser” incluso físicamente, sobre todo las mujeres quienes nos dejamos llevar por dichos medios y modas, la parodia churro novela Televisa y por estándares de belleza que han consumido la vida de muchas consumidoras.
Pero hay otro factor, la modernidad nos ha provisto de muchas comodidades, y ¿acaso es eso infernal?, hasta dónde puede ser contraproducente la comodidad, ¿pudiera ser hasta el grado del sedentarismo más radical y el olvido de la salud...., la obesidad, la pérdida del contacto con la naturaleza y el sumirse en lo artificial?, ¿en lo hecho por el hombre?, en lo “made in China”, cuál es el problema… nombremos hasta dónde nos ha llevado el consumismo.
Si le volteamos la cara a la moneda podemos ver que la cultura del consumismo nos ha provisto de más tiempo para nosotros por hacer las cosas a manera inmediata: microondas, arrocera, automóvil, tarjeta de crédito, Internet, etc., sin embargo la inmediatez con la que se vive es relativamente proporcional al tiempo que se requiere para el trabajo.
La gente enferma por hacer las cosas a tiempo, ¿el tiempo de quién? es la cruz absoluta del estrés, se transmite esa urgencia hasta el más mínimo ser; el crecimiento híbrido de las ciudades ha empezado a hacer estragos en la gente, se vienen de los lugares apacibles buscando oportunidades y el monstruo citadino se traga a quien decide luchar contra él, hay quien sobrevive por haber nacido a un costado de esa fuerza irrompible que nos regula incluso nuestro reloj interno con ciclos inventados.
¿Hasta qué grado es benéfica la comodidad? y los productos que hacen de la vida un camino más ligero.
Me decía una señora… “qué tiene de malo ir a comprar, me lo he ganado sobándome el lomo y me lo merezco”, además si hay ciertos objetos que producen placer y bienestar emocional, tales como un buen disco o una nieve de fresa, porqué no consumir… si este sistema es de consumo, entonces libertad de consumo, pero la idea sería consumir haciendo conciencia. Dirán, de qué sirve hacer conciencia, de mucho.
Un factor importante que no se quiere ver es la explotación del obrero y la indiferencia ante ello, los desperdicios tóxicos lanzados al mar y a los ríos que corrompen la naturaleza; por otro lado está la verdadera belleza de los medios de transporte, que nos pueden trasladar en tan poquito tiempo al lugar deseado, además de los medios de comunicación que nos dan tantas cosas, tales como el conocer gente que jamás nos hubiéramos imaginado por la lejanía de su existencia. Aunque de cierta forma las necesidades son creadas, pero conforme avanza la tecnología avanzan nuestras necesidades.
Lo único que pudiésemos extrañar es el acortamiento de las distancias.

La navidad

A pesar de las incontables tragedias que hay en el mundo, tales como el hambre, el doloroso teatro de las guerras, la política, los sistemas corruptos, etc. A pesar de que hay tantas cosas por las cuales llorar, me alegra la navidad, es un tiempo hermoso para celebrar estar vivos bajo cualquier condición, de nada vale quejarse y ponernos tristes en instantes como este si en cualquier otro fin de semana celebraríamos hasta el vómito!, habrá a quien le duela no recibir un regalo, sobre todo a los niños, quienes bañados con la ilusión inocente que nos vende la tele, esperan un santaclaus y un juguetito para sonreír; hoy que soy adulta disfruto aun más la navidad que cuando pequeña, hoy me llena de emoción saberme conciente de tener una madre y un hermano, un abuelote hermoso y bonachón y amigos que van a mi casa en navidad. Las luces, el calor de la fogata, el ciprés, la nieve y todos los aditamentos que componen la navidad crean un calor en mi pecho sin comparación. Y qué decir del año nuevo, que es renovación espiritual, es dejar atrás (con todo y el cliché que conlleva toda esa faramalla) las penas, los errores, cerrar ciclos, es levantarse un nuevo día con el sol aun más brillante y decir… ¡ aquí voy! 2006!, y que Lupón nos bendiga, tantas cosas bellas nos esperan, no sé si esté borracha de optimismo pero espero mucho del 2006 y esa esperanza me tiene suspirando.
Lo más efectivo de esto, lo que más me tiene llena de dicha es la gente que he conocido, que maravilloso se siente escuchar a The Beatles una nochecita de invierno en una carretera que lleve muy muy lejos, y amanecernos al calor de una fogata, The Beatles son el regalo de mi vida y todo lo que está bajo su sombra.

La dignidad y el orgullo

La dignidad y el orgullo en la mayorías de los casos no son más que dos características morales que destruyen vidas, es una autocadena que nos condena a no ser flexibles y no perdonar. No pasa nada si se da el brazo a torcer de vez en cuando, no siempre se ha de tener la razón, si se nos culpa por algo, entonces el río lleva mucha agua, habría que analizarnos a sí mismos desde la perspectiva del otro.
A veces se pierden amigos, lazos afectivos que pudieran trascender. El chiste es perdonar, si nos ponemos a platicar abiertamente con la sra. que va en el taxi o con el señor que llega a la banquita a darle de comer a las palomas… ¿porqué no hablarle al hermano o al amigo que valdría más por todos los momentos vividos que por una simple rencilla?. Siempre que se lleva rencor en el alma se revierte, es como si inyectásemos la dosis al enemigo y se nos revirtiera aun con más potencia, ah que sabios mis Beatles, “all we need is love”. He ahí la clave del universo, de los hoyos negros, de la vida misma, de la fecundación y del orden caótico bajo el que juguetea el cosmos.

Granos de arena en el universo

Qué onda con nosotros, habría que reconciliarse consigo mismo para poder aceptar que no todo en este mundo es basura, para poder creer que la bondad como fin en sí misma si se puede dar.
Habría que dejar de lado el ideal del hombre y aceptarnos carne, ver que somos necesidad fisiológica y si no atendemos eso morimos.
El ser humano ha hecho cosas grandes, un ejemplo de ello es la música y lo sublime de sus notas, la grandeza de la arquitectura que pareciera perenne, lo que podemos lograr juntos aunque se manejen intereses por debajo del agua. No niego que el hombre es grande, incluso el individuo es tan grande, cada vida es muy importante, es muy doloroso ver cuando a alguien se le apaga su velita. Aceptarnos efímeros es el estado de conciencia que nos pudiera liberar de las ataduras y las laceraciones que nos auto infringimos pretendiendo ser eternos.

En el baño de pozo

Las tablas crujían al pisarlas, era entrar ahí o que los intestinos explotaran, cuando recargué la mano en una de las tablas se quebró el soporte y me hundí en la mierda, no podía respirar, estaba comiendo excremento para poder aguantar más la respiración, no pude hacer nada y morí en la asfixia más absurda.

Dios y el temer creer en Dios (crisis moderna)

Hoy en día está de moda el nihilismo, quien cree en Dios está fuera de onda, se le juzga de pensador ilógico y de vivir en otra época… pues dicen los que saben que “Dios ya murió”, pero… el chiste de esto es sentirlo, independientemente de las tragedias que ha provocado la institución de la Religión, la espiritualidad es muy aparte, llámese Dios, llámese naturaleza, llámese Lupón o hasta Santa Muerte.

diciembre 07, 2005

!Mi amá y la cumbia!

Me despierto y lo único que escucho es la vocecita de mi madre, me tranquiliza y asusta a la vez el hacer conciencia de que está viva; pues el primer recuerdo que tuve al despertar fue el Blvd.. Insurgentes lleno de cuerpos inertes, un brazo por aquí, una pierna por allá, un terrible accidente ha pasado; una angustia me invade al saber que unos segundos separan la existencia del vacío, angustia terrible… sí, ya que me asusta más el saber que infinitos años no viviré y que este espacio-tiempo es mío por el instante, y lo disfruto y me gusta vivir, y si me ofrecieren vivir unos 500 años, si me los aviento, o hasta 1000… no me enfado. Entonces me pesa mucho cuando alguien muere, pues desde el simple y maravilloso hecho de respirar y mejor aun, respirar bajo la sombra del majestuoso Cuchumá me produce ñañaras.. : ). Y quisiera que ella me durara unos 1000 años, a lado mío, como esos pinos solemnes de la Sierra. Pero que todavía pueda uno echarse una caminata o hasta una trotada por la playa, andar en bici y comer tacos a los 450 años.
En estos momentos esa vocecita es un aliento para despertar con ánimo en el alma, disfruto mucho cuando ella se levanta a hacernos desayuno sin pedirnos nada, por el puro gusto de darle un rico sazón a los chilaquiles con queso; luego cuando sintoniza su estación favorita de “la chula y el chon” que en el fondo no soporto, pero lo que la hace suavecita es escucharla cantar y verla bailar a esas horas de la mañana. Lavando los trastes, guisando frijoles, y todavía me pregunta si quiero lonche, me prepara un té, me da una manzana para la buena digestión, me hace cariñitos al levantarme, me despide con un abrazo y un beso y un “que Dios te bendiga”.
¿De dónde sacará mi madre todo esa energía?, ese buen humor, esa hermosura y brillo en los ojos, esas ganas de darlo todo por sus dos hijos que más que buenos ratos le hemos dado preocupaciones. Son esos detalles por los que creo en la navidad, por los que me doy la oportunidad de disfrutar sin prejuicios el calorcito de la fogata que haré este 25, pues el 26 mi mama cumplirá 46 años y le voy a llevar el mariachi ajúa!
Salud mamá.

noviembre 24, 2005

Cosillas

“El principio de la causalidad es la apología de la paranoia” H.Y.
El creer que todo fenómeno tiene una razón de ser es simplemente miedo y la justificación de éste, es ponerse la venda de la razón en los ojos y cerrar la mirada a ultratumba, pues así como los cristianos no ven el origen del universo como un factor fenomenológico y natural, sino de magia y divinidad… de tal forma los científicos cierran sus sentidos vitales y “lógica” a los fenómenos que no pueden definir y se enclaustran en la cárcel abstracta de la matemática.


El Ave Fénix fue despojado de sus sentimientos para odiar, mató a su maestro y su alma murió…
No hay identidades, todos somos personajes, vamos por el mundo con máscaras, nos quitamos una y nos ponemos otra según el momento y las otras máscaras.
Yo no soy nadie, escogí de cuál manera ser y me atribuí formas de actuar que de alguna forma me gustan.
Somos elección, por ello el mal no es por ignorancia del bien, es por pura elección, pues las nociones las tenemos y no estamos bueyes, somos bestias domesticadas y hemos dejado atrás la era del canibalismo para sumergirnos en la etapa del imperialismo-racismo (factor come carne )-poder-dinero-comodidad-sedentarismo.
“No ser persona”, no asumir un papel social ante los demás, desdoblarse hacia la nada, resquebrajarnos ante nosotros, delante de nosotros no tenemos poses sociales ni saludos hipócritas y convencionalismos chafas:
-“¿Cómo has estado?
- Muy bien y ¿tú?
-Bien gracias a Dios
-Que bueno, que gusto me da.
-Bueno bye.
-Adiós
Sin embargo en estos tiempos de enajenación mediática aun en el espejo difícilmente se ve el ser interno, sólo vemos gestos aprendidos, cuerpo y forma, el recuerdo de cómo somos percibidos por los otros. Nos vemos con los ojos ajenos.
Cada persona nos adjetiva, de ahí que tomemos posturas, le añadimos una lentejuela, un aditamento más a la máscara y al contemplarnos olvidamos al ser primigenio que fuimos algún día en la lejana niñez, que de no ser por dichas adjetivaciones, probablemente viviríamos en un estado infantil, sin decir repeticiones automáticas y aburridas, innecesarias.

Y qué pasa cuando yo soy circense y actúo como tal, ¿estoy doblemente actuando?, o con más énfasis, si ser circense es de por si ser-actuando, entonces ser un payaso es ‘ser en el ser humano’, ‘ser en el payaso’, ‘ser en el circo’, tres máscaras en una; por ello de la caída existencial en la mayor población de payasos, de los cuales muy pocos resisten al oficio de fingir sonrisas y querer hacer felices a los niños, es por ello que le pierden el sentido a la risa y se olvidan de ella, como cuando alguien repite una palabra varias veces hasta perderse en la divagación y ver sólo letras, de ahí ver sólo rayas, luego sólo tinta, luego manchones, garabatos.

Las personas son conceptos, palabras acumuladas a lo largo de la vida, frases, clichés, sin eso somos mudos, poco, casi nada, sólo cuerpo.

Decimos “yo no pudiera ser actor”, no obstante nuestra principal carrera es la actuación, concientes o no lo hacemos, algunos nefasto y otros muy bien. La otredad es nuestro público, los medios, los artistas son pura falsedad, epitomizan el vacío del ser, aun queriendo hacerlo, disfrutándolo y siendo tan bien pagado. Pero porqué es tan bien pagado eso de la actuada, “al pueblo pan y circo”, necesitamos del opio para adormecernos y cerrar la puerta del pensar, algunos viven felices en ello, otros… al hacer conciencia se resquebrajan como perros de paja y huyen cubriéndose bajo la sombra de la ignorancia que lo perdona todo y diluye nuestra mediocridad para enfrentar un mundo como éste, disuelve la pereza de no querer entrarle con huevos y a patadas a la realidad que nos ofrecen los medios, una realidad malograda, diseñada en bolsitas de ready-made que nos desmenuzan todo para no ver el camino, para no conocer los procesos, todo esto no es más que mutilación cerebral.

Del placer de la espera
La espera es tiempo, no existe la espera, sólo se sufre si se le percibe con desesperación, las personas se quebrantan el alma al hacer filas, el factor tiempo funciona cual monstruo que los empuja hacia el abismo, sin embargo si nos ponemos en el plan de “la espera” nada tendría valor en este pasaje efímero y fútil de la existencia, esperaríamos la muerte y nada más; el ingenio radica en saber cuáles pasatiempos tomar, ya sea tejer, estudiar, bailar, la música; hay tanto en que entretenerse que resulta absurdo decir el aburrimiento, el estar aburrido significa no pensar y dejarnos llevar por el destino, del “que sea lo que Dios quiera”, del “ya estaría de Dios”, del “Dios proveerá”, ya basta de cruzar los brazos y sentarse, hay muchos caminos a elegir, es sólo cuestión de enfrentarse a golpes con uno mismo y dejar atrás el aletargamiento en el que hemos vivido. Somos una sociedad dormida en espera de Dios, del Estado, del DIF Municipal, de la gente que pasa por el puente, somos mártires de la desesperanza.

Cualquier cosa deseada se puede conseguir, o mínimo su equivalente, como diría el mexicano en tiempos de paz y de mundial “SÍ SE PUEDE”, suena muy esperanzado, más no con el tipo de esperanza muda y quieta, paralizada; sino con la esperanza en manos y pies que trabajan por ello hasta sangrar; pero no al “éxito”, no a la “excelencia” (conceptos mercadológicos para hacer que trabaje el huevón).
El ethos mexicano está compuesto de días festivos, de martes de 2x1 en pizza y de ahí las chelas, de miércoles de 2x1 en el cinepolis y después las chelas, o ¿porqué no?… adentro del cine, de 3x1 en el chez, de sábado de fiesta y domingo de playa y fútbol, coca-cola y un seisito pa’ la cruda. Este ethos tiene un sentido muy fuerte, le da en la torre de cierta forma al monopolio extranjero y ellos le batallan para que uno trabaje duro. Nosotros no somos así, se nos tiene que supervisar para seguir en la chamba, de no ser así en cualquier descuido echamos relajo, “el relajar” allí lo dice todo.
Probablemente nuestra forma de ser se deba al clima y a la abundante vegetación que se encuentra en la mayor parte del país.

…. Retomando la espera, tenemos que despertar del tiempo, esa venda que tenemos en los sentidos nos apacigua y se desechan oportunidades en el enajenamiento rencoroso de la espera; que la fila no sea problema, es tiempo para convivir con nosotros y olvidarnos un poco de amigos y parientes, hay que voltear hacia sí, al inner-self que se diluye entre el tiempo y la gente.

Bueno, pero contradiciéndome, ¿cuál es el pecado de ser un actor?, si actores no fuésemos, ¿el ser estaría amorfo?, ¿seríamos cual los gusanos o ratones?. No seamos radicales, ¿porqué entonces la naturaleza de actor del hombre es “mala”?, solamente se convierte en gran pecado cuando no se es conciente de que somos pose y hemos sido alimentados a escrutinio con prejuicios y repeticiones, o le llamamos “bueno” cuando se elige concientemente cuál papel se quiere representar, la persona es un oscilamiento de formas, definámosle amorfa entonces.

Yo quiero amores de a caballo
Deseo que el día dure 8 horas, la noche 25 horas y que nuestro cuerpo únicamente requiera dormir 3 horas.
Dicen que nada dura para siempre, aun ningún sentimiento es perenne, va evolucionando según se le alimente, dándole besitos, acariciándolo, no dejándolo caer, ¿entonces para qué los miedos?, si todo está en esa famosa voluntad y ganas de querer.
Yo quiero amar como amaban los viejitos de hoy, los jóvenes del pasado, pero con la pasión de los amantes prohibidos, con pasiones a muerte, con romanticismos exacerbados pero verdaderos, bohemia a la Pedro Infante y con un final feliz, entregándolo todo, sabiendo de antemano que no hay dudas ni por aquí ni por allá.
Quiero hacer huevos rancheros, tortillas de harina a mano y llevar jugo de naranja a la cama con un platito de frutas y un pan tostado con mermelada de fresa. Quiero disfrazarme aun cuando no sea halloween, hincarme ante imágenes paganas y hacer tonterías de la mano de alguien.

El fractal
Yo soy mi papá y mi mamá, yo soy mis abuelos Carlos y Justina, Elvira y Vicente, soy mis bisabuelos Leonor y Leonardo, Apolinar y María, soy mis tatas Miriam y José, y sabe Dios que tanta familia tengo regada en el tiempo.
Me gusta mi presente, me agrada ser yo y sentir en esta sangre el sabor a siglos, el perfume maternal de mi abuelita Tina, el carácter noble de mi papá, la voluntad de mi abuelo, la terquedad de mi mamá, … mi mamá es hermosa, es una mujer a la cual me quisiera parecer un poquito, su risa no se compara con nada.
Me hubiese gustado ver mucho más tiempo a mi papá, tenerlo bien cerquita, conseguir sangre, venas, corazón, huesos, una bondad extrema y unos ojos tristes, darle un Big Bang al universo y que sus partículas se vuelvan a formar. Esa muerte es de las que no se entierran ni con el polvo de los siglos, la llevaré a cuestas cada momento, aun en mis 80 años seguiré deseando un padre, no hay reemplazo, no hay otra constitución idónea de ese Manuel que se fue, aun si me presentan un clón sería rechazado… lo extraño.
Este es un ligero recuento de lo que era él:
El trío Los Panchos, el fútbol (chivas), acción los domingos, karaokes, tacos, José Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Vicente Fernández, los albures, las películas de los Albañiles, los programas de animalitos, selecciones del Reader Digest, admiración por la música, Pérez Prado, cumbias, Buddy Holly, Chuck Berry, The Birds, The Beatles, Beach Boys, The Jefferson Airplane, Pink Floyd, Bee Gees, compilaciones de rock de los 50’s y 60’s, novelas de televisa (algunas), hot cakes los domingos, largas caminatas hacia donde fuera, choques de carros cada año en otay, baseball en los campos de otay, ir con mi tío José y tirarle piedras a su casa y le gritaba “!ya sal hijo de tu chingadísima madre, no te hagas guey!”, y el tío contestaba sonriente “!cállate cabrón, que hay damas y ya pásale”! y se ponían a jugar interminables juegos de baraja y dominó.
Ir con mi abuelita los domingos y llevar pan para tomar con café y platicar de los niños, ir con mi tía Chayito y mi tío Juven a contar chistes y grabarlos, siempre tuvo esa manía de grabarlo todo, ojalá la vida me regalara muchos sueños lindos con él.
Poco a poco se aleja, mi recuerdo se extingue y no quiero, mi mano se va separando de su abrazo, pero yo lo voy a retener, no lo pienso dejar ir de mi recuerdo, papá… me acompañarás el resto de mis días. Tú y el recuerdo de mis pláticas de rock and roll cuando yo tenía 13 y tú 45.

Adiós Wizard of Oz
He tirado a la basura el objeto en el cual depositaba mis tristezas, el icono de lo que fue y significó mucho para mi; nada tan saludable para el alma como ya no ver nunca más ese anillo en el que depositaba una dualidad lastimosa y exaltada. Ese baúl de mi vida no lo volveré a ver jamás, el viento y los años lo engullirán en un torbellino de polillas y el tiempo con su mano sabia y destructora espolvoreará las cenizas en el mar del pasado.

noviembre 16, 2005

Música y Huesos

!Yupi! que méndiga suerte tengo, voy a escuchar algo divino, que mis oídos no podrán distinguir ningún otro sonido a partir de entonces, estos momentos se tornan cada vez más chingones.
La musica, el lenguaje, la danza, la arquitectura todo es tan bello, me tiemblan las manos, me suda la frente y el corazón me late acelerado.
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Tengo mucha gripa y tos, últimamente me levanto asustada, con la conciencia de que estoy viva primero que nada y que tengo huesos y sangre y muchas cosas adentro de mi que están en movimiento. A partir de re-saber que mis piernas me pueden trasladar hasta el fin del mundo tomo cuidado de ello y alegra saber que tengo el control de mis piernas, ¡me han dado tantas satisfacciones!; que bien se siente caminar y caminar sin rumbo y llegar a una banquita y sentirse cansada, descansar un rato y seguirle, luego dormir un poco y levantarse sintiendo ese dolor muscular que me hace recordar que tenemos huesos y salud, Salud!.

noviembre 07, 2005

Todo es música

Todo es sonido, el cosmos emite vibraciones de energía que están en continuo movimiento, de alguna manera la caótica mezcla de voces, de ladridos, de gritos y de melodías urbanas hacen un conjunto hermoso.

El crujir de una madera vieja, el aullido del aire que espantado de sí se adormece con su propio cantar. La ruidosa ciudad en la que sentada desde una alta colina se escuchan armoniosas vibraciones incoherentes y barullo citadino, propio de un concierto galáctico.

Me asombra la maraña de palabras, el lenguaje se traduce en sonidos alternados y los hilos de la garganta se deslizan felices al cantar, todo es fibras, pedacitos enganchados por tiempo-espacio, la vida se bifurca en instantes que bailan al ritmo del destino, un destino que se ríe de quien cree en él y espera sentado en la parada del tren con rumbo a ciudad, los caminos hay que inventarlos al momento.

El movimiento de un pie nos lleva a mover el otro de distinta manera, una vez dado el paso jamás se volverá a repetir. Sin embargo el fractal del tiempo nos indica que todo es una repetición, el ciclo finito del nacer, crecer, reproducirse y morir; le denominé finito... yo moriré y jamás renaceré en mi otra vez, ni me cruzaré con la misma gente, ni escucharé la misma música, pero si se pudiera elegiría vivir diez mil veces… tan sólo por el gusto de estar aquí y escuchar esas emanaciones de energía que se traducen en música cósmica.

Sí, la vida es finita para mi, pero los mares se regeneran, mueren algunas especies y nacen otras, mutan según su medio ambiente, pero la vida sigue, aquí y en los planetas ajenos a nosotros, en este universo finito en espacio seguramente hay mucha vida, y no sólo seres extraterrestres o lo que pudiera asemejarse a nosotros los humanos, sino que el universo está vivo en su totalidad, por eso tiene movimiento, por eso algunos planetas explotan y otros nacen, algunas estrellas mueren y otras aparecen.

Ojala tuviera la posibilidad de asomarme más allá de mi mundo, romper la barrera de la vía láctea y trasladarme a la galaxia vecina en mi bicicleta con motor de años luz, irme a un barecito en algún planeta ajeno a mis conceptos, a la información que hasta ahora he recibido de lo que significan las cosas, ojala mi cerebro funcionara a lo increíble, que mis ojos captaran lo extraordinario y mi alma no cerrara las puertas para darle la bienvenida a los significados que están más allá de mi.
Quisiera que me fuera extraída la sustancia de la lógica para poder visualizar de cerca lo no tangible, que se me quitara lo mesiánica, que nunca me hubiera sido implantada la noción del tiempo y sentir que mi padre aun después de muerto sigue entre nosotros porque los tiempos no existen, porque las distancias se acortan mientras más pasan los días, si en mi mente no corriera ese relojito día-noche, marzo-abril, 1982-1983 entonces mi papá estuviera en este instante vivo, de hecho lo está, pero en 1985, puedo sentir que en esa cápsula verde de espacio sin tiempo mi papá se está tomando un vaso de leche en un momento cualquiera de su vida, quizá está jugando conmigo en este preciso instante, aun en mi casa pudiera verlo sin pensar que sin el tiempo todo se congela, sin tener la medida exacta o el concepto claro de saberlo muerto y olvidado en una tumba fría.

-Hola papá
-Que onda mija, ¿qué estás haciendo?
-ah, escribiendo sobre ti y el tiempo y la verdad más tangible que poseo, que es tu presencia.
-orale, te viajas Miriam, bueno, me voy a ver Acción.
-sale pa...

El otro día vi el agua del lavamanos color verde, mis ojos la vieron verde y mi mente cerró esa visión justificando el color hermoso del verde con un mareo. Probablemente fue verde, pero a quién creerle, los sentidos engañan, la mente también, aunque yo decido en qué creer.

Todo es música. Los acentos y el lenguaje están intrínsecamente ligados con el cosmos y su ruido ceremonioso, cuan abstractos los signos, poder darle un sonido a un dibujo trazado con una pluma, tener la capacidad de traducirlo con la voz a una palabra, ¡que preciado don de poder decir!. Los acentos sureños, norteños, cada lenguaje, las variaciones que existen entre cada persona, somos música, líricos al grado de estar entonados en un mismo acento.

Con cada persona que hablo se va pasando este acorde de mi voz y ellos me dejan el eco de su canción. A cada paso el viento va llevando notas musicales, silencios entre ellas y se va creando el puente verbal de la historia del hombre.

Puntitos

Hay puntos en la existencia que unen cosas, que cambian vidas y que de no ser por esos fenómenos en el tiempo, las cosas variarían, toda la galaxia, el universo completo.
El cosmos siempre está bailando y unas fuerzas afectan a otras y así hasta la finitud; ni siquiera concibo la eternidad, no podría pronunciarla así como tantas otras palabras que son grandes y mi mente no las capta, creo que lo más cercano a ese sentir de perennidad lo he sentido con The Beatles, me enchina la piel la majestuosidad de sus acordes, por ejemplo Eleanor Rigby está tan elevada.
A ellos los conocí debajo de la cama de mi papá, donde guardaba su cajita de casetes, tenía una recopilación de 20 exitos de The Beatles que por curiosidad escuché, la primera canción que sonó era While my guitar gently weeps.

Accidentes

Suena inverosímil, no tengo ni un pequeño rasguño, pero quizá hoy día de los muertos sería mi velorio.
Iba en mi bicicleta de manera cuidadosa cuando miré dos carros manejando muy rápido, iba muy pegado el uno del otro, entonces escuché un ruido diferente y decidí frenar, volteé y el carro se había pasado al otro carril, lo vi en el aire cayendo al canal.
Si hubiera pasado unos segundos antes quizá me hubiese arrastrado con él hacia el canal. Pero no pasó y me puse nerviosa, la muerte es algo que sucede a la vuelta de la esquina. Hoy es día de los muertos, hoy hace 25 años nació mi hermano y ayer me preguntó que si alguien se acordaría de su cumpleaños, le dije que mínimo a las meras 12 lo iba a despertar para abrazarlo.
Todo esto es muy raro, hoy mis dos abuelitas, mi abuelito que nunca conocí y mi papá están muertos y los extraño, últimamente me he sentido muy viva y los perros me ladran y me quieren morder, me persiguen en mi bicicleta, también algunos carros no me ven y se me echan encima, más las calafias, he sentido miedos y dolores en el cuerpo, pero me siento muy viva.
Hoy me siento un poco triste, confundida con las historias que se bifurcan y que no conozco, mis brazos quieren acapararlo todo, quieren hundirse en el mar del universo y no puedo y me confunde sentir que no toco nada, que mis dedos ni siquiera se acercan a la superficie de esta ciudad.

octubre 31, 2005

Boom, han explotado las bombas atómicas y el mundo se ha hecho pedazos.

El silencio de luto hacia alguien

Que pérdida, que dolorosa pérdida ante el quebranto de nuestro estar y no-estar, estoy casi segura de mi soledad ulterior, me llegarán los hechos y las cosas a manera tardía, cuando me encuentre en el desquicie absoluto, y sí habrá lloriqueos, arrepentimientos y reflexiones; en mi caminar nada está determinado, me puedo morir mañana, quizá hoy me disfrace de payaso y me ponga a cantar en las plazas, o si un circo me invita a participar yo gustosa me voy, siempre quise trabajar en un circo o de bailarina en algún lugar donde se hagan grandes shows con disfraces hermosos, brillantes y elegantes, espero algún día llegar, mi cuerpo requiere de movimiento.

Mi incapacidad de estar quieta

Quiero escuchar todos los discos de Dream Theater, clavarme gacho en cada una de sus letras y en el bombo, el pedal, los platillazos de la pila, en los rasgueos de esa guitarra de Petrucci, en cada detallito, así… a manera obsesiva me vale, lo quiero todo.

Los policías y otras ignominias

Ayer estaba disfrazada y me senté afuera de un oxxo a ver unas fotos en una camarita, en eso llegan unos policías y me preguntan:
Esclavos de mierda- “qué está haciendo usted sola a estas horas?”
Caralampio- Estoy sentada (con cierto tono de “es obvio pendejos que no ven?”)
Esclavos de mierda- Porqué nos lo dice con ese tono, ¿usted ingirió algo verdad?, vamos a mandar hacerle una revisión.
Caralampio- ¡No me chinguen!, que no puede estar una mujer sola sentada tranquilamente a las 3:32 de la mañana? ¿Es pecado o qué chingados, nomás porque soy vieja?, aquel hombre está solo, ¿porque no van y le cagan el palo a él?
Esclavos de mierda- (se bajan de su vehículo y me explican que ya viene una unidad con una mujer para hacerme la revisión correspondiente, se acercan hacia mi y yo sin pelarlos ni inmutarme les digo):
Caralampio- Ya hombres, ¿que no son inteligentes?, no pierdan el tiempo conmigo y váyanse a trabajar.
Esclavos de mierda- ¿Sabes qué compañero?, ¡esta vieja está enferma, mejor vámonos!
Caralampio- Ignorándolos sigo viendo las fotos y los mando mucho a la chingada, seguro para la otra voy a ir a parar al bote y voy a perder mi virginidad de nunca haber estado en una celda, y todo por hocicona y orgullosa, pero que buen sabor de boca me dejó haberlos mandado a la chingada en su cara y prefirieron huirme a escuchar la sarta de babosadas que les hubiera dicho una vieja feminista-histérica y mamona como yo. ¡Salud por eso Miriam!.

La Otredad y yo

Que difícil es conectarse con alguien, me hubiera gustado tener una hermana gemela, igualita que yo en todo para que no haya pedos, que caguemos a la misma hora y que nos hagan un baño donde quepan dos pares de nalgas y que leamos el mismo libro mientras cagamos, que mi sueño se conecte con el de ella y cuando yo esté triste ella me de un abrazo y me entienda, que comprenda mis explicaciones chafas de cómo veo la vida y lo que planeo y lo que deseo, que no me limite a establecer un final ni esclarecimiento alguno.
Méndigo lenguaje… cuanto se mete con mi vida destruyéndola y a la vez ensalzándola, es mi pinchi cruz, una cruz que yo cargo gustosa y que pudiera sangrar, desgarrarme, desollarme y aplicarme todas las de la santa inquisición y no dejaría al preciado y tan confuso lenguaje.

No se puede conmigo, no puedo conmigo, habiendo tantas razones para vivir e incontables libros por leer, me quiero comer todas las letras, quiero aprender a bailar todos los bailes, me gusta el movimiento, no me quiero quedar quieta, estar quieta para mi sería la muerte. Pero a veces me canso de mi y me duele, hay dos miriams, una que quiere romper con todo, ir escindiendo con la espada las ramas espinosas que la hacen sangrar, luchar contra los demonios y gnomos malditos que le muerden los pies, pero a veces guarda la espada y agacha la cabeza y se deja tragar por los monstruos, esa miriam no me gusta, las cosas son fáciles, …porqué pues complicarlo todo, tardarse en todo, ¿a sacar la basura no?, a sacarla de una buena vez que ya es hora, la basura que traigo dentro y que me hace oler mal, que me trae todo el día rodeada de gusanos y moscas que me van comiendo poco a poco.

Dios y otras creencias

No sabía que de alguna manera sí creo en Dios, alguien me lo dijo.
Si no niego la existencia de Dios por completo sin determinar mi pensamiento e identificarlo con un rotundo e inmutable NO, entonces hay algo de sí en mi creencia o fe. No me daba cuenta de eso, el cristianismo me fue vacunado y la sustancia se ha quedado en mi.

Asevero que no creo en el Dios de los cristianos y mucho de lo que dice la Biblia, por supuesto menos aun en las religiones; tampoco creo el mito infantil del infierno o cielo, ni en el más allá de la muerte o la vida eterna, nada más no lo niego…, o sea no digo DIOS NO EXISTE porque yo no puedo asegurar algo ante la grandeza de lo incomprensible, aun estar viva y despertarme me parece un hecho que jamás entenderé, que está más allá de mi y de lo que según mi limitada razón me dicta.
No creo en lo definitivo, en el conocimiento absoluto; probablemente por lógica y sentido común debería aseverar mi no-creencia, pero no, ni siquiera creo en la lógica, prefiero adentrarme al caos y no establecer ningún parámetro (acaso esto suene a flojera de pensamiento o miedo de delimitar un juicio lógico, hasta parece aun cobardía de no querer descubrir mis entrañas ante la reacción y los juicios morales de la multitud enardecida y turbulenta, la masa compuesta de conceptos que se tragan ya masticados, ideales y respuestas de cajita feliz MierDonald´s), sin embargo no es así, sus juicios no me afectan.
Tampoco no me interesa Dios, ni su “existencia” ni su “no existencia”, lo veo como un fenómeno cultural que se ha venido pasando de generación en generación; la respuesta más fácil es decir que por “miedos” o “soledad existencial” se amarran de la capa de lo sagrado, para no congelarse con la realidad monótono-insignificante de vivir sin alguna pasión. De algunos es la música lo que llena ese vacío, de otros los comics, el sexo, el lenguaje, las películas, cada quien se religa a sus deidades.

Se dice del alma que necesita saberse protegida por la sombra magna de un ser supremo y cansados de la modernidad que no para (tal es el efecto del american dream TIME IS MONEY que la producción en serie no respeta horarios ni se inclina ante la noche) y se vuelven locos con el tic-tac constante de un tiempo lineal que poco a poco va ahogando en hastíos a la humanidad, por ello esperan con ansia ese descanso eterno; ya decía por ahí cristianos necrofílicos... “amantes de la muerte” y lo que les ofrece la mentirilla sagrada de la vida eterna donde “no habrá necesidad, ni tristeza ni dolor, porque entonces Jesús el Rey del cielo, para siempre será el consolador (...¿se siente la vibra?).

El Mesías nunca llegará, si el señor Jesús alguna vez murió en la cruz y fue maltratado injustamente por su propia gente fue porque el ser humano es un animal sadico-masoquista, el dolor siempre ha fungido como agente primordial en la vida humana, si fuera legal matar no dudaríamos en echarnos a ciertos sectores, entre políticos y policías sin ningún reparo. Además el dolor es lo que nos lleva al grado más elevado de nuestra existencia, si no se sintiera seríamos tragados por la desgracia “feliz” paraíso de mentirosos que están infestados de las termitas de la superación personal empresarial, casado-casa-hijos-trabajo remunerable-comodidades y ya.

Si los aviones se hubieran inventado en el medioevo se hubieran evitado tantas muertes sardónicas y masoquistas por las creencias, los aviones hubieran visto que el mundo es curvo, que el cielo es simplemente gas y que no somos los únicos gueyes en el universo, pues habiendo aun en nuestro pequeño mundito tantas culturas, como sería posible adoctrinar y pastorear a millones de seres humanos que crecieron en tiempos discontinuos, con contextos dispares y otras formas de expresión. Todas las invenciones traen su doble filo y no son ellas las malas de la telenovela, sino el bruto del ser humano que va y le saca punta a los beneficios pisoteando a centenares por obtener la comodidad y el placer.

¿Cómo esperar una venida ulterior del hijo de Dios y dejarle la bronca a él de que nos salve de nosotros mismos?. Bestias somos ya y si entre gobiernos se cometen actos bárbaros en nombre de la “PAZ” no vendrá otro Mesías, otro Gandhi ni algún otro salvador ante esta catástrofe disfrazada de naciones unidas y filantropía ante países desvalidos.
Todo se destruye, ¿cómo creer en algo pues?, las cosas son mutables, se descomponen cuando menos vemos, de un día para otro el mundo cae, y no cae a pedazos, se viene completito sobre los hombros de alguien, se desploma y el Estúpido y a la vez el Divino Lenguaje lo descompone todo, -que si dice uno algo mal, que si lo dice con cierta carga de maldad, que le alcen a uno la voz con intenciones malsanas, que los puentecitos de comunicación se destrozan y queda uno colgado de un lazo a la Indiana Jones-, interviene además la pinchi borrachera y los estados de ánimo, méndigo lenguaje, ojalá pudiera tragármelo todo y poder unir las palabras en mi mente de forma ordenada y saber qué quiero decir sin cagarla, pero no, todo es un basurero mental, mi cabeza es un dompe donde habita pura mierda, y sí…la coprofilia a todo lo que da.

Entonces mi creencia a lo baboso es que hay una “energía” a lo star wars, y no le rindo culto, pero si pienso que es natural y es la obviedad más tangible, más inmediata, -me diría un científico, o hasta un niño de primaria: “pues claro que hay energía, ya que con eso nos movemos”, y ese es mi argumentito de quinta, no se puede explicar eso del no-Dios, porque siento que no soy más que un pequeño marranito que no sabe nada y el universo es tan vasto que no poseo el control para decirlo, me limito al nombrarlo y si le rindo culto pues chingueasumadre,…me retracto, siempre sí me inclino ante esas fuerzas, es más, voy a hacer mi propia religión para mi solita, mi propio Dios starwarense, pienso que si no le rindiera culto a la vida que es sinónimo de energía, entonces ya las hubiera dado desde cuando, a mi me gusta la magia (no la pinchi magia de circo) y querer aferrarme a ello me hace apreciar más las cosas, no me gusta la realidad así de seca, y si por tener mis Dioses ocultos de closet soy débil, entonces me declaro débil y le cantaré y le alabaré a mi señor, quien sabe cual señor, todavía no le pongo nombre, ah! pero tiene que ser vieja, si un cuerpo ha de tener le voy a meter feminismo a todo lo que da, va a ser LA DIOSA, quizá se llame Sharon y sea amiga de Ishmajá.

octubre 24, 2005

N.A.D.A.

Un hueco en el alma, la necesidad de yacer bajo las cobijas y no despertar jamás, la necesidad de quedarse callada y no usar otra vez nunca más los labios, la boca, las manos ni el corazón, y callar lo que queda de uno, tragárselo y no escupirlo, pero resulta difícil cuando lo que se quiere es vomitar y terminar con un escupitajo estos sentires malignos, mórbidos.

Por otro lado está el movimiento, el constante pensar de una nostalgia no comprada, no pedida a nadie e incrustada en mi espalda, como cuchillos a traición, soy una cobarde, me declaro discapacitada, no quiero salir, no quiero hablar con nadie de nada..., que mi cuarto tenga la fuerza bruta de un ataúd sellado, que me echen por debajo de la puerta migajas de pan y que sea mi alimento...que nunca tomaré, pues la inanición me consumirá.

Siento que rompo mi destino, lo quiebro sobre mi cabeza haciéndome daño, hiriéndome sin tener poquita consideración de mi, hay gente que espera, hay quien me espera y yo traiciono y me alejo, me escondo y no doy la cara, soy una cobarde, soy nadie, soy basura.

Hay alguien que ya ha dicho, esta mujer no vale nada, le doy la razón, le doy mucha razón, soy pura palabra, dónde mis hechos, dónde mi sentido de vida, mi instinto vital, dónde queda... qué hago aquí, las preguntas que me adolecieron me vuelven.

Hay mucho espacio en esta tierra y me consume, quisiera estar en todas partes y hoy no estoy en ninguna, me duele no estar allá, irme de aquí, no saber la vastedad de percepciones que se encuentran en los lugares, en la cascada aquella que nunca conoceré, en aquel rinconcito de la montaña... un espacio no descubierto jamás por ningún hombre, un santuario no tocado, no mancillado por espíritus modernos.

Silencio Blanco

Soy como un gusanito que ha de metamorfosearse en mariposa, después esta ha de cagar y una parte del alma de la mariposa se ha de convertir en abono de plantas para volver a renacer como el ave fénix, y respirar el viento puro de los campos de maiz, ser comida por un ser humano a punto de nacer y estar de vuelto en esta tierra, en movimiento, rodando por el espacio-tiempo que no se acaba, que persiste a pesar del progreso que funciona como cangrejo, .... pero que bueno que el tiempo no es más que una concepción de la naturaleza limitada del ser humano, de su "razón" que más que ir para adelante se estanca en la inmediatez de la rapidez onírica de nuestros tiempos.... Huyo de mi para aparecer en ese campo de maíz y ser otra vez ese gusanito que se arrastra, que va lento y ningún pedazo de tiempo encerrado en un reloj molesta... me ahuyento de mi condición humana para ser esa mariposa que vuela tranquila y emigra por los altos cielos hasta llegar a su aposento. Me digo adiós tranquilamente para ser parte de ese excremento que servirá de abono para las plantas que a su vez alimentarán a ese bebé que he de ser yo en un ciclo infinito de nacimientos y muertes, de naceres... de muertes que culminan en un pacífico silencio blanco.

octubre 04, 2005

Corría el año del 82'

I
Corría el año del 82’…, no era un verano cualquiera, la piel de la ciudad lucía extremadamente seca. Hacía un calor pegajoso que orillaba a terminar en un bar en cualquier día de la semana; extrañamente en ese momento las hojas caían tristes, expirando su verdor en un café seco, casi grisáceo. El cambio climático se dejaba ver y se sentía en el ambiente provocando una pesadez inherente a todo el que respirara ese oxígeno sediento de hidrógeno, pero aun así él tenía que salir obligado de su lecho tibio a enfrentarse con la vida, a tener esa voluntad férrea que no lo hacía más valioso por tenerla, sino que el estómago se lo ordenaba; no era heroísmo ni virtud, acaso un fuerte deseo de liberarse de las necesidades fisiológicas que tanto le aquejaban, él no disfrutaba el platillo de comida, lo engullía para saciar el terrible dolor de la gastritis que le provocaban las malpasadas.
Él sabía que el fin de semana no tendría inicio, ya que nunca los tenía y en su vida no había ciclos, todo era una lineal monotonía de trabajo constante para mantener su estómago y el de su familia.
Se olía el cansancio en sus ropas, se intuía el agotamiento de su mente presionando un mismo botón hasta altas horas de la noche.

II
La gente caminaba abstraída en las calles del centro de la ciudad, con la rapidez del estrés que destruye, robotizados por la cotidianidad del trabajar constante para no vivir del todo, con la presión cargada sobre sus espaldas en una cuesta interminable.
Esa rapidez no era natural, la gente realmente no tenía nada que hacer en sus vidas vacías, no había motivo para correr y ellos le querían ganar al tiempo para nada, quizá deseaban olvidarse de la luz diurna para ahogarse de oscuridad, de noche y de sueños.
¿Porqué apurarse entonces para llegar?, ya sea a una casa desolada, con el eco vacuo en cada esquina, o a una casa llena de gente y peleas. No obstante ellos corrían casi atropellándose entre sí para ganar el taxi y huir de la ciudad, desertar del híbrido monstruoso urbano que no ofrece otra cosa que violencia, atracos, smog, drogas, ruido de carros que atorados en el tráfico aumentan el aburrimiento, la frustración y la violencia.

III
Gelasio era un muchacho delgado y muy interesado en la literatura, siendo rebelde desde pequeño no debido a su carácter, sino a los golpes que le dio la vida, pues fue abusado sexualmente cuando niño y golpeado a extremos indecibles.
Lo llegaron a expulsar de varias escuelas hasta que decidió no continuar; sin embargo no necesitaba de la Institución ya que él podía enfrentarse a los libros y comprenderlos de manera astuta y sagaz, pero todo ese pesar que corría por sus venas y le robaba el aliento reprimiéndolo, lo fue acorralando en el pesado camino del sin sentido y la desgracia.

IV
Ese día Gelasio se levantó cansado como siempre, por haber ingerido alcohol a cantidades industriales una noche anterior, tan sólo para olvidar y dejar de sentir el peso del mundo encima y reír como un tarado o llorar desesperado; esas noches de alcohol se fueron prolongando primero como un juego, luego como un escape a su sentir confundido. Llegó a tener alguna que otra novia por presión social pero nunca estuvo conforme, las tenía por aburrimiento y siempre jugaba con ellas.
Un día de borrachera se acostó con la novia en turno y quedó embarazada, ese fue el principio del fin, el parteaguas de su existencia, el segundo en el que se gestó una vida y se apago su vela.

V
En ese año fue empeorando su alcoholismo, llegando el punto en que perdió el conocimiento y se cayó de boca quebrándose los dientes, su vida se fue desmoronando pedazo a pedazo con el ligero presentir de que estaba marcado por la tragedia.
Se refugiaba en los libros de Wilhelm Nietzsche y de Pessoa, la literatura era su vida y también lo que lo condujo a la…


VI
Una noche de las que parece que el universo y la causalidad arguyen secretamente el plan del infortunio, llegó borracho como siempre y tuvo una fuerte discusión con la novia en curso, la cual ya vivía con él por estar embarazada; ella le gritó reprochándole que cuáles eran esas horas de llegar, él con la presión de la monotonía de un trabajo que lo robotizaba y con el dolor de haber perdido sus dientes en una caída tan estúpida lo traían con el ánimo por los suelos, ella siguió gritando hasta que él le dio un golpetazo en la barriga y se cayó desmayada. Después de un largo silencio él trató de ayudarla, pero intervino su suegra y se armó tremendo pleitazo.
A ella la llevaron al hospital, ya que le faltaban dos semanas para que naciera la niña y él estuvo pensando toda la noche, muy arrepentido en lo que había hecho, meditó largas horas su estancia por este espacio y se dio cuenta que para él no valía la pena respirar, sentía que el infierno lo quemaba tan sólo al abrir los ojos cada amanecer.

VII
Esa mañana nublada del 4 de julio se despertó como un sonámbulo, aun bajo los efectos del alcohol-depresión, nunca se le había visto con tanta determinación, resuelto en una decisión meditada en esa noche perversa; lloró de la manera más consciente que pueda haber y odió haber nacido, desdeñó cada momento inútil en su vida cayendo en la más terrible depresión.
Con la ceguera corporal pero certeza y convicción mental se levantó muy temprano, sintiendo el estremecimiento de otro terrible día y buscó por la casa algún objeto que le ayudara a cumplir su cometido. Se fue al patio y tomó una cuerda que lo esperaba desde hace mucho, en la que cada hilo fue entretejido para soportar su delgado cuello. Después de unos segundos de temblar, de mascullar la decisión en murmullos para sí, se escuchó decir con un dejo de desaliento: “Gelasio, Gelasio, Gelasio”, quiso encontrar por última vez un sentido a ese nombre que enclaustraba en una premura onírica sus cortos 21 años.
Escuchó su voz diciendo su nombre y en su mente sólo aparecían signos ajenos, s, i, a, o, g, l, e, pero no le daban un significado.
Enseguida amarró la soga a las escaleras de su casa en forma de horca y se la puso sobre el cuello, a sabiendas del dolor y de lo que vendría: la maravillosa nada, la calma y paz del no sentir, de la inconciencia total y el dejar el suplicio que es la vida; se encaramó a la escalera más alta y se dejó caer, tuvo la opción de subir los pies a la escalera pero no lo hizo, su deseo de desaparecer fue más fuerte que el instinto de supervivencia y esos breves segundos de certeza en los que pudo haberse retractado, los dejó ir muy lejos y se perdió entre la nada, pues ni purgatorio, ni infierno, ni cielo, simplemente como un triste Lemming sintió que estaba de más en esta tierra y prefirió la muerte.

Incluso cuando no llegó a conocer a la pequeña que gestaría… aún en su paroxismo la bendijo, y esa tranquilidad de este ser valiente que no salió por la puerta falsa, sino por la puerta que escogió libremente nadie se la quita. Se disolvió en el silencio.

VIII
La mayoría de los velorios son tristes, pero ese en especial hizo miserable la vida de mucha gente, algunas personas no comprenden el porqué del suicidio y solamente juzgan de cobardes a quien lo comete, pero quizá lo dicen porque no se han visto en la misma situación que Gelasio, ese chico embadurnado de existencialismos, de tantos ismos que le atormentaban su alma sensible, él fue incapaz de soportar una vida así de real, tan impregnada de la más vulgar de las acciones, de la celda que para él representaba respirar. No lo comprendemos y quizá no lo entenderemos nunca, pero a todos nos pudiera pasar y aun cuando moralmente se diga “no, nunca lo haría porque no quisiera dañar a mis familiares”, estoy segura de que estando en una situación límite aun el más cobarde de los cristianos se aventaría al barranco del suicidio.

Hoy su bella nena tiene sus ojos, ojos tristes también, mirada que nunca llegará a ver a quien la procreó y sentirá ocultamente el secreto de familia que aun sin ser dicho lo trae muy hondo en los genes, en su sentir de bebé que huele y siente todo.
Ella ha crecido y sabe de este hecho y le duele, y entre sueños ve una soga en forma de horca amarrada a un árbol, no le deja de atormentar la amargura y vacío que su mamá le hace ver, pues la aflicción sucumbió con lo poco que quedó de ella y su sentimiento de culpa ante los hechos.

Una noche cualquiera, de esas en que la lluvia deshace las calles, los puentes y las almas, la niña Caralampia se levantó cual sonámbula y como si todavía existiera el cordón umbilical de la desgracia ella prefirió perseguir sus sueños y seguir el patrón de su destino…bang.

Hoy la vida pasa ante los ojos del mundo sin problema, el universo nunca se centró en el punto insignificante de los problemas de Gelasio y Caralampia, el padre y su niña yacen tranquilos en una tumba de la Ciudad de Tecate y las plantas ya han echado raíz, los árboles crecen sobre esa tierra, árboles frutales, de sombras frescas, árboles amigos que permiten acercárseles y escribir en ellos, en un árbol yace una inscripción: “Gelasio y Caralampia dos seres en el olvido natural de la energía que se transforma, convertidos en árboles de un universo mutante y peculiarmente accidentado, el cual pudiera desatar el caos y deshacer de una vez por todas la lineal y egocéntrica razón humana”

R.I.P. S. S. G.

septiembre 28, 2005

Sobre las metas

Las metas no obligadas están bien, cuando ese sueño es voluntario y no tenemos que entregar una obra completa para que alguien más sonría.
La vida es movimiento, es camino y si se desea pues nomás se duerme y se descansa, aunque es aburrido después de un tiempo.
Qué importa cuántos años se tarde en realizar ese sueño, si no es la meta en sí la que se busca, sino el camino, el contenido, la experiencia que se obtiene.
Es como si al disfrutar de una nieve se pensara erróneamente que cuando se acabe se llegará al placer extremo, el placer está en los parajes, en el tren, en los árboles y pinos que se ven y se huelen, ya que se llega se apaga un poco.
El placer está en los días previos al cumpleaños, en la espera, en ese extrañar constante, en la incertidumbre que es madre de todos los sueños y esperanzas.
Yo por eso prefiero no encontrar, la búsqueda será mi camino, no quiero recompensas ni finales, que nadie me pida que me siente y que declare “aquí acabó”, por eso no quiero inicios, no aprecio lo lineal, yo quiero un árbol de raíces rizomáticas, que levante pavimentos y quiebre mármoles de casas.

Magia o muerte


Sí, las lógicas difieren, y peor aun, quién sabe si será correcto llamarte lógica a la forma de ser y pensar de la mujer, sin menospreciar por ello la sinrazón y sin sentido característica de ellas. Regularmente preferimos vivir un poco alejadas de la realidad, imaginando, ilusionadas, hipnotizadas y elevándolo todo al grado de lo sublime y se nos juzga de melodramáticas e ilógicas, puede que sea cierto, somos muy diferentes y si se hablara con la verdad creo que ni siquiera existiría la relación mujer-hombre si no fuera por la convención.
Quizá exagero, pero este pensar no significa feminismo, pues el instinto de ambos ahí está y no tengo la menor duda de que es la cosa principal que nos une, lo que quiero resaltar es que cada quien está constituido con químicos que nos diferencian del otro, eso tampoco es problema, la bronca empieza cuando se pretende igualarse a ellos, pensar erróneamente según dice la historia hecha por hombres y escrita por los mismos, que los hombres son más inteligentes, más realistas, más capaces, etc. y vivir con un rencorcillo burdamente feminista que nos mueve a jugar carreritas con un León, siendo un Ave.

Yo me pregunto, porqué pretender ser como ellos, querer imitarlos al grado de lo nefasto y ridículo, a niveles indignos y vergonzosos. Ellos son otra cosa y se les respeta, pero el problema está en quien castra su ser natural para probar que son fuertes a la manera masculina.
La mujer es ilógica, incongruente, olvidadiza, voluble y sí, muy fuerte; en este criadero de ratas pensantes habemos de todo, desde imbéciles hasta genios, pero somos lo que somos y no hay porqué construir ese puente, nunca habrá comprensión y empatía entre hombre-mujer, es más, ni siquiera la hay entre ser humano y otro. Tan sólo hay pequeñas ventanas que dejan ver lo que deseamos que se quiera distinguir, pero para qué complicarnos, somos diferentes y no hay puente ni medio que nos haga uno solo, a lo mucho que se puede llegar es a descubrir cuan diferentes somos.

Las mujeres... bueno, por lo menos yo soy capaz de aventarme a la ilusión e inventarme santos, dioses, duendes, pitufos y hasta demonios, la magia me circunda, me aviento con los ojos cerrados, de espaldas, con las muñecas amarradas, de una vez que me corten los pies y brazos para no salir de ese hoyo brillante y chispeante de encanto, me he de hundir en arcoiris y héroes, en corazones y brazos fuertes que me den mucho calor y alegría.
Difícil creer en la realidad, triste y débil de mi parte quizá construir ideales, hechos sublimes y momentos preciosos, hasta el grado de creer especial cuando una mariposa pasa a mi lado.

Y aun sabiendo que no hay Dios y somos simple bazofia humana que se ha de convertir en mierda de gusanos, aun comprendiendo la vacuidad que me embarga cuando se acaba la asombrosa noche y empiezo a sentir los ardientes rayos de sol sobre mi piel, aun criticando sistemas políticos, ideológicos, religiosos e instituciones manejadas corruptamente por el hombre, aun pisoteando la banalidad en la que a veces caigo y observando el hastío en las caras contaminadas de ciudad, y aun sintiendo que todo es una pinchi farsa cursi como lo que escribo inventada en Francia a finales del siglo XVII, aun cortándome la rodilla y sabiendo que soy sangre y huesos y no hay nada adentro, ni alma que pegue un grito de dolor, aun a pesar de mi sequedad, de mi frialdad a veces, de este silencio y de saber que me despierto a la rutina de hacer pipi, bañarme, desayunar e irme a trabajar o a hacerme guey un rato, aun a pesar de saber que los días pasan y que tengo planes que se cumplen a plazos, se queman las cosas, se muere la gente, se va mi familia, se casa mi abuelo, se casa mi madre, mi hermano y estoy sola, aun cuando sé que los años pasan y que todo se irá al carajo y las cosas se acaban y mis zapatos terminarán rotos, y mis amigos me dejarán de hablar y ese “cambio natural” sobrevendrá y a fin de cuentas envejeceré y moriré y ya.

Aun a pesar de estos pesares quiero creer en la solemnidad, en el respeto y la admiración a algo o a alguien, si eso muere en mi... entonces muero yo. Y que lo poco que poseo se esfume, que mis recuerdos se borren, que la memoria de mi padre desaparezca de la faz de mi cerebro, pedazo de químicas y neuronas, que sé muy bien que puede ser aniquilado en un resbalón o en un secuestro express de un martillazo, si es así que desaparezcan por completo mis sentires y mis sonrisas, que me arranquen los dos ojos los perros para no llorar más en ninguna situación, bajo ninguna circunstancia, que el final de la novela de “Agujetas de color de rosa” me sea insignificante y que mi abuelita no me abrace para consolarme.
Que las caricaturas de Candy Candy se esfumen para siempre de mi memoria y que no sea el recuerdo más bello que tengo de la secundaria, que mi hermana Julia jamás se haya cruzado en mi camino y nunca me haya entregado su ser en un abrazo, que todo el cariño que me tiene mi mamá se consuma y yo me desintegre volviendo a su vientre, de donde nunca debí de haber salido, para no haberme bebido esta realidad que me ahoga.

Que se borre entonces de la faz de este universo cualquier rastro de la música de The Beatles, que sus melodías en extremo bellas y grandes para este mundo insípido lleno de basura e interés se borren y no se haya escuchado jamás ni un vestigio de “Happiness is a warm gun”, que se apaguen mis escalofríos y la curiosidad, mi admiración por las estrellas y los pinos, por los amaneceres hermosos y el perfume único en el cuerpo de alguien.
Que el universo se contraiga y desaparezca de una buena vez, con todo y libros, flores, danza y manos que reviven al acariciarlas.
Que la paz y el amor se lo lleve la tercera guerra mundial y se truene la bomba atómica de una vez por todas.
Que el Big Bang se reduzca a un murmullo y la negrura de la nada nos ahogue y reviente nuestros oídos y pulmones para siempre.

Pero yo seguiré creyendo en la cascada y el sonido estruendoso del volcán, admiraré boquiabierta el ritual del sol y la luna y respetaré lo grotesco que hay oculto en este hoyo negro del universo pues como dicen por ahí, “polvo somos”, pero seguimos respirando.

Monstruo

Este fin de semana me pasó algo que yo siempre criticaba, primero pasé por casualidad por una segunda y encontré unos zapatitos hermosos y antiguos, quise estrenarlos con un vestido que ya tenía con el cual hacía juego. Al probármelo me di cuenta de algo, engordé alrededor de 8 kilos en un año y ese vestido ya no me queda, decidí entonces ir a comprar algo de ropa porque mis zapatos hermosos lo merecían, pero algo pasó dentro de mi, al ver toda esa ropa tan brillante, pequeña y cara a la vez, caí en la terrible sugestión de que nada se me veía bien, aunque después de meditarlo era cierto, nada se me miraba bien porque lucía pasada de peso.

No lo vi como un caso de vanidad, pues si hubiese sido así me conformaría con un vestido cualquiera que tapara lo que soy para ser sólo una apariencia y verme linda en la fiesta a la que asistiría, pero la realidad era otra, mi cuerpo cambió y ya no soy la misma físicamente, quizá esto suene tonto y sé que no es para tanto, pero me entró una depresioncilla momentánea, se siente presión estar en un cuerpo que ya no se ve como propio y escuchar a la gente decir “no estás gorda, estás bien así”, pero no es cierto, la triste realidad es que a veces por oír a los demás decir lo que queremos escuchar, descuidamos el cuerpo que es tan especial y nos da satisfacciones mentales y carnales, quizá soy más débil mental de lo que pensaba, pero me dio gusto hacer conciencia de ello pues a veces cuesta darse cuenta de las cosas y evitamos a toda costa vernos, cuando de verdad ponemos atención a lo que somos por dentro y por fuera ya estamos convertidos en un monstruo.

Las personas solemos pretender ser humildes y tener ideales chingones o mínimo eso es lo que se aparenta, y no queremos ser llamados vanidosos o superfluos, esos conceptos hoy en día suelen estar cargados oscuramente, pero yo creo que el cuidar del cuerpo no tiene nada de superfluo, al contrario, si se estabiliza cuerpo y mente la vida nos será más leve, tampoco significa ser presa de la mercadotecnia para señoritas anoréxicas o bulímicas que quieren ser talla 0, pero lo que se requiere es estar en armonía y darle al cuerpo su lugar un ratito, voltearnos a ver y tener compasión de la vida que le estamos dando a este nuestro medio de transporte gratuito y tan lindo.

Sierra de Juárez

Por primera vez me alejé de los cables de la luz y los diablitos, por majestuosa primera vez este fin de semana me di una embarrada de naturaleza, vi extrañada tantas estrellas al mismo tiempo, y esta vez no estaba en la carretera de Tijuana-Mexicali, sino en la sierra, la chula sierra de Juárez.
El puro camino lleno de canutillo, yuca, manzanitos, verdores que se introducen en las entrañas me hicieron sentir un calor diferente, tanta negrura me dejó pasmada, yo no conocía la noche hasta este fin de semana, me sentía como niña con un montón de dulces juntos, todo con mi hermana Julia.
Aprendí que los pinos de navidad no son pinos, sino cipreses... y conocí los pinos reales, pinos gigantescos que no tenían un fin para mis ojos.

Una señora indígena Pai Pai me dijo que yo era citadina y que los citadinos hablamos mucho, que no sabemos estar en silencio un rato.
Ella callaba, y yo iba diciendo a cada momento que cuan bello era todo, wow, hermoso, maravilloso, estoy extasiada, etc.. y le daba calificativos a cualquier cosa que viera sin darme la oportunidad de sentir las cosas, de disfrutarlas con mi sentido más interno, y dejar de lado la limitante razón que todo lo quiere nombrar para saberlo controlado, mi mente ansiosa de no dejar un evento u objeto sin describirlo, sin etiquetarlo tal cual lo hacen las cámaras y los videos, quise guardarme ese rato de naturaleza bien adentro para sentirlo mío, sin darme cuenta que la naturaleza es mía porque yo también soy parte de ella, los pinos y las ardillas no son unos seres raros como para ir a verlos, es nuestro entorno, simplemente nuestro hábitat original, aunque nosotros lo hayamos transformado.
Dijo Esperanza que cuando uno pasa por los caminos los árboles limpian nuestra aura, sabrá Dios que será aura, pero que bueno que salimos limpios de la contaminación de la ciudad, o de tantos pensamientos impuros (no amorales), pensamientos gachos, de esos que son malintencionados para dañar a alguien, ojala se haya quedado toda mi maldad allá en la sierra y que los arbolitos la disuelvan y se convierta en buenos pensamientos.

septiembre 26, 2005

Primer mandamiento: Lógica=Mujer... !No en este mundo!

Una de las cosas que más me ha gustado de la vida (que son muchas), es el deporte de la cacería, pero no la de animales, que siempre la he considerado cruel e inhumana, estoy de acuerdo que cuando es por necesidad de comer está bien y lo digo de corazón ya que soy un carnívoro insaciable, pero el motivo de matar sólo por matar no me convence.

La única experiencia de cacería que tuve fue en mi juventud en una visita al área de Sonora; a mis primos les gusta mucho la cacería de venado y me invitaron, como yo no quería parecerles muy sangrón acepté, además siempre he pensado que antes de criticar algo se debe experimentar.
Dada la situación, me consiguieron una escopeta y una navaja, yo ingenuamente les pregunté que si ya tenían el permiso de cacería y ellos se rieron diciéndome que no lo necesitaban, ya que estaba cañón que la policía se diera cuenta que estuviéramos en la sierra, ¡en fin!, ahí me encontraba y nos separamos para abarcar más área, luego decidimos regresar al punto de origen en una hora, yo caminé un tramo y lo único que vi fueron lagartijas, polvo y una que otra vez fui espinado por las hierbas. No le encontré sentido y me sentía como un idiota, lo más excitante quizá fue que apareció una liebre y le disparé, pero como son muy rápidas el tiro dio muy lejos.

Ya aburrido opté por regresarme y a lo lejos me pareció ver dos siluetas, deduje que ya estaban esperándome y al irme acercando reconocí la silueta de un primo que me llamaba, no obstante no sabía quién era el otro y como me detuve un momento, la persona desconocida levantó una escopeta y me apuntó gritándome: “!haber cabrón, *#$%^ no te detengas, ven para acá!”, y yo obedeciendo un poco asustado me fui acercando y en el trayecto logré sacar la navaja y tirarla en el camino, eran unos federales que ya tenían en custodia a mis primos en el auto y nomás faltaba yo.

Para no hacer larga esta historia (porque se suponía que yo iba a hablar de otro tipo de cacería) nos tocó nuestro tradicional viaje a la delegación y a mitad del camino se quedaron con nuestro dinero y armas, ahí termina mi primera y única experiencia de cacería de animales.

A la cacería que yo me refería es a la del sexo hermoso…!Las Mujeres!

¡Ah! ese sí que es un deporte fascinante, en el cual no sólo se requiere tener buenas armas, sino que se tiene que conocer y a veces tratar de adivinar de qué manera piensa o reaccionaría la presa, para encontrar el momento y la forma indicada de abordarla.
Lo hermoso de este deporte es que ninguna piensa igual, aquí no existen las reglas o lógicas, cuando crees que ya las conoces como la palma de tu mano, reaccionan de lo más inesperado…“y para muestra un botón”.

En la vida cotidiana se tiene que estar siempre bien alerta, pues cuando estás buscando ni una mosca se te acerca y cuando menos te lo imaginas la tienes ahí al alcance de tu mano, el chiste es saber reconocer y aprovechar la oportunidad.

Saliendo de un aburrido día de trabajo y disponiéndome a abordar un taxi para dirigirme a mi hogar, accidentalmente al subirme con la rodilla golpeé a un lado de la puerta y como se encontraba una muchacha que me observó adentro del taxi, quise aparentar ser muy macho y pretender que no me había dolido, fue inútil pues se notó mi esfuerzo y me comentó que mejor me sobara porque si estuvo bueno el fregadazo, como mis radares los mantenía activos todo el tiempo, pensé que aquí había una interesante e inesperada oportunidad y sería un tonto si la desaprovechara.
Y me convencí de que el destino me la estaba poniendo en bandeja de plata, porque justamente donde ella se bajó, ahí yo me tenía que bajar, ella al darse cuenta creyó que la estaba siguiendo, pero inmediatamente la tranquilicé y le aclaré que estaba equivocada, ya que sin saberlo éramos casi vecinos.
Al observarla más relajada, le ofrecí ayudarla a cargar sus bolsas de mandado que difícilmente ella traía.

No sé si accedió por la explicación o por lo cansada de cargar, pero no me importó y si tratara de analizarlo, sería perder el tiempo pues como dije antes, su lógica es extremadamente diferente a la del hombre, pero eso es lo que le da el sabor a la cacería, no sería lo mismo si fuera fácil, sería como si el cazador pretendiera hacerlo en un zoológico, no existiría la competitividad y el éxito no se valoraría, ya que como dijo una vez el viejo “si todas las cosas fueran fáciles, cualquiera las haría”.

Después de este pequeño comercial y tratando de no estarlos aburriendo, la encaminé a su casa y logré convencerla para salir el próximo fin de semana conmigo al lugar que ella escogiera.
Decidió por un lugar que tenía piano-bar en el cual tuvimos oportunidad de platicar y conocernos mutuamente al compás de música romántica, fue una velada increíble y acordamos salir otra vez el próximo fin se semana, pero que ahora sería yo quien escogería el lugar y ella aceptó de buena gana.

Llegado el día esperado pasé por ella y decidí llevarla a un lugar elegante de baile donde toca un grupo música pop, se llama el Capistrano (por desgracia actualmente se encuentra cerrado), pero al estarme estacionando me comenta que no cree que le vaya a gustar y sería mejor que nos vayamos otra vez al lugar que fuimos anteriormente.

Sorprendido le pregunto si ya conoce el lugar y mueve la cabeza negativamente, entonces uso una de mis acostumbradas mañas de decir refranes, “!perro que ladra no….oh! lo siento, ya me equivoqué ese no es, es este otro “que no me diga que no le ha gustado una sopa que ni siquiera ha probado”, sólo te pido que entremos un momento y si en cinco minutos me dices que nos vayamos, yo obedezco.

Analizando mi grandiosa filosofía accede y como me imaginaba sí le gustó el lugar, nos ofrecen una mesa y pido unas bebidas, como yo soy un apasionado bailador y escucho una melodía muy contagiosa, la invito a bailar, a lo que responde que es muy pronto y le da pena romper el baile, yo le di toda la razón, pues honestamente también me da un poco de pena ser el primero, así que me esperé un rato disfrutando nuestras bebidas y cuando observé que ya se encontraban varias parejas bailando, la volví a invitar a bailar a lo cual ella se negó disculpándose de que especialmente esa canción no le gustaba, y yo lo comprendí porque también hay 2 o 3 cancioncitas que las empiezan a chotear en las estaciones de radio o discotecas poniéndolas a cada hora que ya no quiere uno ni escucharlas, continuamos platicando otro ratito y volví a invitarla a bailar (yo sé que no debería ser tan insistente pero a mí la música me mueve los pies) a lo que por tercera vez se negó con la excusa de que había mucha gente, un poco indignado le pregunté si no se encontraba a gusto en el lugar y comentó que no, que la disculpara pero que no se encontraba de humor y ya le estaba empezando a doler la cabeza, así que decidimos mejor retirarnos llevándola de regreso a su casa.

Ya despidiéndonos en su puerta se volvió a disculpar y me dijo que nada más que se tomara una pastilla y se sintiera mejor me iba a llamar por teléfono para platicar, pero yo le comenté que no lo hiciera porque no iba a estar en la casa, sorprendida me preguntó a dónde iba a ir, retirándome a mi auto le contesté firmemente, ¿yo? ¡a bailar!, y ahí se terminó un episodio más de mi vida, pues para qué perder el tiempo con una persona que es completamente incompatible a ti, más vale cortar por lo sano antes de que aparezcan los traicioneros sentimientos, malaconsejándote de que no te preocupes, que tu la vas a hacer cambiar, ¡grave error!, eso nunca o en muy contadas veces sucede.

Cuando tengas a tu novio o novia, “cuando estén casados espera de ell@s lo mismo que cuando novios o aun menos, pero nunca más de lo que te ofrecieron”.

Voy a incluir un breve paréntesis de una historia que podría ser un buen ejemplo.

En un trabajo anterior nuestra bella secretaria era una persona muy alegre que le encantaba bailar y salía con todos nosotros en grupo para divertirnos los fines de semana, hasta que llegó su esperado príncipe azul, un profesionista joven, alto, serio y bien parecido, del cual los defectos que le notamos es que le gustaba empinar un poco el codo (para los fresas que no entiendan, “beber”), el ser muy celoso con su pareja y no le gustaba bailar.

En las reuniones le gustaba estar con sus amigos en la barra tomando, mientras que su novia muy aburrida nos observaba bailar sentada en una mesa.
En una ocasión tomó mucho que hasta accidentalmente se cayó encima del pastel, ella muy avergonzada se retiró a su casa, pero al día siguiente fue convencida fácilmente con un “lo siento, no lo vuelvo a hacer” acompañado de un ramo de rosas rojas.

A los pocos meses me dijo emocionada que se iban a casar, sorprendido le respondí que me disculpara por no felicitarla porque ¿cómo era posible que aceptara una pareja que es completamente opuesta a ella?, pero enamorada me dijo que ella lo iba a hacer cambiar, él me lo prometió… ¡ah! mujeres divinas cuanto las adoro, bien se dice que la esperanza muere al último, aunque yo mejor añadiría, “a qué le tiras cuando sueñas mexicano”.

Las parejas no deben ser iguales, pero si deben tener algunas similitudes de las cosas que más nos gustan hacer, y para que perdure esa relación los dos deben estar dispuestos, tanto a mostrar su mundo como conocer el de su pareja.

Este no era el caso de mi amiga que a los pocos meses después de casada, me contó que su vida se había vuelto un infierno, que nunca salían, la celaba exageradamente y se la pasaba de borracho la mayoría de los fines de semana.
No creí pertinente mortificarla con un tradicional “te lo dije” pero nadie va a aprender en cabeza ajena.

Después de este “breve” paréntesis continúo con mi relato…¿dónde me quedé? ¡ah! sí, mandé a volar a esa apretada morra y me dirigí a un lugar a bailar hasta que la suela de lo zapatos se gastó y pude saber con los pies de qué sabor eran los chicles que tiraban en el piso, ¡viva la libertad!.

Ya entrando en materia busqué un lugar donde fueran muchas mujeres solas, que hay veces se encuentran en las mesas de 2 o de 3, me dirigí a la barra y pedí una cerveza, luego empecé a realizar un rápido y sutil escaneo de posibles víctimas, después de varios tragos para darme valor, seleccioné a una que hasta movía los hombros al ritmo de la música, o sea a la lógica del hombre, ella estaba dando esas señales porque deseaba bailar, pero como les dije anteriormente, la lógica y las mujeres nunca existirá.

Después de varios frustrados intentos con diferentes damitas, me regrese a la barra a terminar mi cerveza y un muchacho que me estuvo observando me pregunta:
- ¿No hubo suerte?
- No, parece que hoy va a ser una mala noche
- Lo que pasa es que no sabes el modo correcto de preguntarles
- ¿Ah si? ¿y cual es?
- Mira, escoge una y te muestro como se debe solicitar a una dama para bailar
- No hay problema con la que sea
- No, no, no, tu escoge, insisto

No queriendo hacerlo difícil le señalé una que también “parecía” que quería bailar.

- Está bien, la muchacha de azul que se encuentra cantando.

Lo observaba que le decía algo muy cerca del oído, pero la damita no paraba de mover negativamente la cabeza, se dio por vencido y regreso a la barra y tomó un buen trago de cerveza, me dijo que escogiera otra porque esa de plano no sabe a qué *&^%#$ vino.

Divertido le señalé otra y en eso se acerca un amigo que se hallaba en el lugar y saludándome me pregunta: “¿qué hay de nuevo?”, le contesto burlonamente “aquí nomás aprendiendo del maestro”, poniéndolo al tanto de la situación, observamos que se repitió la misma escena y regresa a donde estamos nosotros se termina la cerveza y con un “pinches viejas apretadas” se retira sin decirnos ni una palabra.

Como estaba decidido que esa noche no iba a bailar, me limité a observar a los otros cazadores para ver quién salía triunfante y así aprender o descifrar el misterioso pensar de la mujer.

Un valiente se decide a actuar, no es feo, va limpio, bien arreglado y solicita de una forma elegante a una muchacha a bailar, fue bateado a la primera, posteriormente se acerca otro, que era completamente opuesto al primero y se dirige a la misma mujer, fue bateado ipsofacto ( yo pensé, si acepta a éste de plano las mujeres son de otro planeta o su concepto de belleza es otro), en fin se acerca el tercero, que lo podría calificar en medio de los dos anteriores y la muchacha acepta de mil amores…. ¿?.

Haber, ¿cómo estuvo?, qué fue lo que hizo para que él si fuera aceptado?, ¡ah no! yo no me quedo con la duda, esperé a que se sentara y me dirigí a su lugar, ella aun resollando por lo agitado del baile me contesta cortésmente antes de decir algo: “ahora no estoy muy cansada”, pero yo le comento que no me acerqué a ella para sacarla a bailar, quería hacerle una pregunta, le mencione que la estuve observando y que al primer muchacho de buen ver lo rechazó, al segundo yo lo entendí, pero que fue lo que le vio al tercero para que aceptara, a lo que divertida me contesta “nada, él me pregunto que si me gustaba esa canción”.

Así que como verán, rompan todos sus libros de lógica, porque no les van a servir en esta área.

El Coleccionista

septiembre 21, 2005

!Pa pronto!

Me pregunta un señor: ¿qué es más importante, el dinero, el sexo o el amor?, de buenas a primeras le contesté que el sexo, ya que el amor sin sexo muere; después está el amor, pues como decía The Beatles “all you need is love” y me entró la jipiosada pues, y de ahí el dinero por ser éste el más vano, porque no lo tengo, porque me entra lo utópico-marxista y porque me disgusta saber que alguna gente vive para el y es presa del abstracto más absurdo, vg. el clásico sermón de ser-alguien-en-la-vida, el cual nos dice que de una carrera sigue la casa, la novia y luego el dinero. Y ser gerente o presidente o mandar pues a gente.

El alcanzar metas, ahorrar y sentirse satisfecho consigo mismo porque se tiene una nueva chamarra tommy hilhigigher wathever y sentirse divino por tener un par de chanclas nuevas. Quizá esto es hasta natural del ser humano, si lo sentimos es por algo y alguna condición hemos de tener para ello, entonces yo me pregunto… ¿porqué elaborar un plan de vida, seguir metas, tener éxito, el éxito rutinario de la estaticidad constante, de la monotonía del bienestar y lo planificado, lo crediticio y la necrofilia de saberse vivo eternamente en un paraíso aburrido sin necesidad del sol, ni del calor que se siente al tocar otra carne, siempre despreciando el mundo y lo que somos -pequeños seres de paso con instintos y pasiones animalescas, capaces de matar a otro por un pedazo de carne, tan hábiles para cazar a quien se deje, cuál etiqueta?, cuáles modales mamones?… somos fauna-.

A mi me gusta mucho tener objetos, me gustan los zapatos y las películas, pero ni zapatos ni películas, todo esto nos lleva a algo: cuando se tienen 32 años y todavía no se traza un plan de vida nos mandan al psicólogo para ver qué está pasando, el porqué de el no-hacer, la falta de interés en nuevas metas,… pero yo no le veo problema, hasta se me hace más sano mentalmente aceptar que no se tiene plan de vida, que venga lo que venga pues, en vez de andar convenciendo y convenciéndose a sí mismo de que uno tiene planes y metas y de que somos triunfadores empresariales ¡wack!, de que somos gente capaz de seguir un sueño nomás para no defraudarnos a nosotros mismos del ideal de ser humano que nos empaquetan para ser un hombre de bien y feliz.
A mi no me gusta el estilo de vida de los gallos.

A veces está bien el no mover un dedo y contemplar a manera oriental que el mundo transcurra lento, hasta el grado de poder ver cuando una hoja se marchita y cae haciendo ruido al topar con la hojarasca.
¿Porqué la rapidez? en esta ciudad de zombies, ¿porqué el tiempo nos consume y es tan sólo una percepción mental inventada por el hombre?, una categoría más en las 12 categorías que describen y separan el mundo tan limitadamente; no es bueno vivir de fines de semana, también existen los lunes, los martes no son tan malos y si se sabe aprovechar hasta los miércoles son un buen día para tirarse de un cerro con un carrito robado del gigante y darse en la madre con el pasto y las piedras, de quebrar huevos en alguna pared, de sacarse un moco y embarrarlo por ahí (bueno esto no), de rascarse una nalga o sacarse el calzón frente a la gente.
Todo esto no nos hace más perdedores o fracasados, no tenemos nada que superar, no existe esa mentada de madre de superación personal, cada quien puede lidiar con sus monstruos, monstruitos inventados por uno mismo o qué, será preferible encajonarnos en enfermedades que ya están definidas, prejuiciadas y establecidas, cualquier día es bueno para desvelarse y echarse una chelita, no hay que esperar al fin de semana, hay que tirar los relojes y dejarnos llevar por los ciclos naturales de la tierra, el sol, la luz del día, la luna y su fulgor.

A lo que me refiero es a que cualquier día es bueno para meterse a un tambo de agua y estar ahí un buen rato comiendo chipotles y viendo una novela, no siempre se tiene que leer y ser “cool”, a veces se le ha de antojar a uno ver la de Rebelde y ¡no pasa nada!, a nadie matamos con pinteárnosla un día de la escuela o del trabajo.

Esta vida no es lineal, todo es como un bebeleche, le das para un lado, le das para otro, rengueas un poco, luego apoyas los dos pies, luego sigues brincando y das la vuelta hasta cerrar el ciclo redondo y a la vez cuadrado de la vida, así es… sí existen los cuadrados redondos, no hay lógica ni tratado, ni suma que me lo discuta, la neta a uno lo quieren encerrar en círculos perfectos con un radio de 3.141672845235, pero a veces uno se sale por la tangente y no es justo, no se vale que le quieran sacar el seno a uno, o el coceno, a veces no se desea escribir canciones con sentido… a veces se quiere escribir “Chacarrón, chacarrón” y se quiere olvidar de los significados y profundas metáforas.
Nada como una gran mentada de sinsentidos, de eso está compuesta la vida, de za za za’s y de serruchos y sopas maruchan con limón y chile y tostitos adentro. Eso es la vida, una barbaridad escrita, una falta de acentos y coherencia, un meterse en la fila del banco y agarrar la mayoría de los dulces que están de muestra en la oficina.
A veces eso es la vida y nada más, no hay futuro, no existe tal cosa, es bien sabido por sabios y tontos, por doñas y por pitonisas, por suegros y nueras, hasta mi solovino lo sabe, la vida … que pinchi concepto más abstracto y bonito y existencial y mamón, ¡ay la vida!… ¡la manga que!, como dice Miguel y Miguel, “una cruz de madera de la más corriente, es lo que voa llevarme cuando yo me muera” que sabiduría se encuentra en esa frase, ahí lo explica todo, que pinchi Summa de Descartes o Categorías Kantianas, ahí está, así sin más una miada a occidente.

Que le griten a uno “¿ya te desmayaste?” cuando uno está bien concha en el baño leyendo no es nada justo, y pues la presión social lo saca a uno de ahí, porqué no aceptar que somos instintivos, orgánicos, naturales y tenemos procesos que naturalmente nos dictan que si hay una necesidad hay que atenderla, que si se está hinchando el estómago se tiene que ir a hacer pipi. Pero Britney no soporta concebirse ser humano y no quiere que nadie la imagine cagando : ).

Que le guste a uno Chente y Slayer a la vez, que me guste Linda y Litzy y Jeans y esas mamadas que tanto me hacen cantar, que me haga sentir cosquillitas la canción de Livin on a pryer de Bon Jovi, y la canción de motivos de Vicente Fdez.
Que me de hambre a cada rato y que siempre que me ofrezcan comida diga que sí, aunque ya haya comido. En este momento estoy comiendo arroz y en la tarde cuando llegue a casa volveré a comer… luego cenaré.

Tener las manos de mi papá, tal cual, también la cara y los dientes, los pies y la nariz, pero nunca su ser, su ser ya voló lejos, quien sabe donde andará, sólo sé que sus huesitos tangibles están en esa tumba del panteón #16 o #13, sabe Dios. Y que en vida fue a toda madre y jugaba conmigo a jalar una caja con un cinturón y yo metida ahí hasta que se desfondara.

Bueno, entonces le doy la razón al cuarteto liverpuliano y concluyo que “all you need is love”.

Zapatero a tus zapatos


¡Gracias a Dios!, hasta que llegó el fin de semana, cuan largos y pesados se me hicieron estos días, pero ahora sí voy a hacer lo que se me pegue en gana, levantarme lo más tarde que pueda y pasármela de flojo todo el día, ya tengo todo bien planeado y la alacena armada con una buena dotación de comida chatarra, acompañada de un six de cervezas y un par de películas piratas que me compré la semana pasada en el Mercado, parece que eso es todo, tengo la sensación de que algo falta, pero no me acuerdo.

El sonido del teléfono me hizo recordar cuál era la parte que me faltaba por hacer, desconectarlo para que nadie me moleste.
Todavía no es tarde, no lo voy a contestar para que crean que no estoy en casa, bueno al menos voy a checar en el detector de llamadas para saber quién es.

¡Oh oh! es el número de mi mamá, ¿qué querrá?, más vale que le conteste, porque con lo preocupona que es, es capaz de mortificarse y venir a checar personalmente, espero no arrepentirme.
¡Ya sabía! no podía ser todo tan perfecto, quiere que la acompañe al centro a comprar sus provisiones, ya que para ella es muy cansado cargar las bolsas, ni modo ya será para otra ocasión que realice mis planes.

Recorriendo con mi mamá la calle primera o mejor conocida como la famosa calle Coahuila de mi bella ciudad, vamos con dirección al mercado y para que no se de cuenta mi madre…observo curioso con el rabillo del ojo a nuestras sufribles mujeres que se dedican a la prostitución; me han sorprendido pues yo imaginaba que solamente trabajaban de noche, pero parece que es también como en las maquiladoras, ya que cuentan con diferentes turnos.

Como no estaba de humor para soportar el tradicional ritual de la discusión de precios en la compra de verduras, le comento a mi madre que si puedo esperarla en la entrada del Mercado y así aprovechar para reparar mis botas que ya imploraban por unas tapas nuevas.
Le señalé a un pintoresco personaje que se encontraba en la banqueta de la esquina con una caja de madera que tenía pintado grotescamente “se repara calzado”, sugiriéndole que ahí la esperaría en lo que realizaba sus compras.

Al acercarme, muy servicial me ofreció un banquito, en lo que con una sonrisa de oreja a oreja y mostrando una amarilla dentadura me promete que los va a dejar como nuevos.
Y con un profesionalismo que únicamente se adquiere en la escuela de la calle, agarra un puñado de tachuelas y se las hecha en la boca para proceder a la reparación del calzado.
No sabía quién trabajaba más rápido, si él ó su boca, porque a pesar de estar lleno de tachuelas no paraba de hablar contándome de su vida, que como todo el mundo, él en su tierra de Michoacán era una persona muy famosa pero por envidias tuvo que huir, en ocasiones se interrumpía para gritar, “!que no le digan, que no le cuenten y menos que se la mienten, pásele, pásele, aquí se las ponemos y se la clavamos”.

De repente cuando observo que una muchacha de buen ver pasaba por donde estábamos nosotros, esperó a que se encontrara lo más cerca y en voz baja pero lo suficiente fuerte para que sólo ella escuchara le dice “¿te la mamo mamacita?”, la muchacha ni caso le hizo y siguió su caminar muy ofendida.

Yo le comenté que tuviera cuidado, que no debería hacer eso, porque le podría salir alguna muy respondona y le podría ir muy mal.
Con cinismo me contesta: ¡mh! ya me han tocado, el otro día una de ellas no se aguantó y sorpresivamente se regresó a darme una buena bofetada que hizo que me tragara el puño de tachuelas que tenía en la boca, y como sentía que se me atoraron en el cogote, no sabía qué hacer, mis vecinas sugirieron que me comprara un pollo y pan para que al comer hicieran resbalar las tachuelas al estómago, y que luego salieran cuando hiciera del baño.
¡Viejas locas!, ¿con qué dinero voy a comprarme el pollo?.

Riéndome le pregunto, ¿y entonces qué hizo? , contestándome que se fue a la cantina más cercana y con unos pulquitos se solucionó el problema.
Tuvo suerte de que no se le perforara el estómago, le digo y curioso le cuestiono si cuando hizo del baño se le salieron las tachuelas.
Molesto responde: ¡¿cómo diablos voy a saber?, no me voy a poner a checar la mierda cada vez que hago!.

Tratando de suavizar la conversación le pregunto que si algunas le han hecho caso, y cambiándole el semblante me afirma que muchas.
Yo le sugiero que se cuide porque alguna le podría salir maricón.
A lo que increíblemente me contesto: ¡Ah! también maricones me he echado.
A esos le cobro por el favor de que paguen el hotel (con televisión y cable), me compren un pollo rostizado, una botella de tequila y después de que les hago el servicio se van y yo me quedo disfrutando cable toda la noche comiendo pollo y un buen tequila.

Pero no creas, ya dejé de hacerlo, porque un día al terminar con uno de ellos yo estaba esperando para que se fuera, pero en lugar de eso que saca un picahielos y me dice, “bueno ahora te toca a ti”.
Me había tocado uno de los que les gusta además de recibir, también dar, no mostrando miedo le dije que estaba de acuerdo, que nomás me dejara tomar otro trag o para darme valor y en cuanto agarré la botella que se la sorrajo en la cabeza y que me salgo a la calle todo encuerado.
Así es que ya me quite los maricones de mi dieta.

Al escuchar esta pintoresca filosofía no me queda más que sonreír y pagarle por el servicio, para pasar a retirarme a ayudar a mi madre que ya me gritaba en la entrada del Mercado……..

El Coleccionista

septiembre 15, 2005

Relatos del Coleccionista


¿Porqué a mi?, ¿qué fue lo que hice mal?, éstas son las dos preguntas que continuamente retumban en mi cerebro, ¡demonios! ya me tocó de nuevo otra crisis de depresión, no puedo evitar el que se humedezcan mis ojos y con rabia enciendo un cigarro para tranquilizarme, lo hago con mucho cuidado de no hacer ruido para no despertar a mi hijo que con trabajos lo pude convencer de que durmiera y dejara en paz esos videojuegos, hice un trato de jugar con él 10 minutos con la condición de que me obedeciera.
Un poco más tranquilo observo las sombras que se forman en las paredes, desplazando lentamente una luz del día agonizante, a la cual no le queda otra opción que ir cediendo su territorio y deslizarse a través de la ventana.
¿Porqué a mi?.... uno siempre cree que a todos los demás les puede pasar menos a uno mismo.

Recuerdo cuando estaba en la escuela, la manera en que mis amigos y yo nos burlábamos de la gorda y solterona maestra de Etimologías, siempre de mal humor gritándole a todo el mundo, y en sus descansos se arrinconaba en una banca con una mirada tan muerta como la materia que estaba dando.
Yo burlón le decía a mi amigo Luis, que ya le presentara a su Tío solterón, porque la solución era que alguien ya le diera hasta por debajo de los cal….cetines:
-vas a ver que al siguiente día va a venir hasta flotando y sonriente con un gran ¡hoooooola!.
Soltábamos la carcajada y nos íbamos a jugar alejándonos con asco de ese traumado ser.

Un ligero ronquido me hace recapacitar y volteo a ver la hermosa silueta de Salomé, mi pareja que se encuentra de espaldas durmiendo, ella es maravillosa, dedica todo su tiempo en atendernos, no tiene ninguna falla, limpia, cocina excelente, de un buen carácter y siempre cantando y bailando; con respecto al amor, cada noche me hacia viajar a planos inimaginables, yo que me consideraba un perito en el sexo, nunca había sido tratado con tanta pasión, ella parecía conocer todos mis puntos débiles, excitándolos al máximo.
A mi hijo lo quiere mucho, lo ayuda en sus tareas y le da muchos consejos, yo se lo agradezco, aunque a veces no me explico cómo se da tiempo de tener siempre la casa limpia y la comida lista, ya que también trabaja durante el día en un salón de belleza.

Escucho pisadas en el pasillo, ha ser mi hijo que se dirige al baño, él es lo único bueno que quedó de mi anterior fracaso matrimonial.
-¡Ah! Maria, cuanto te quise, recuerdo cuando te conocí, éramos vecinos y me subía a la azotea con mi guitarra y poniéndome lo más cerca de tu ventana te componía mil y un canciones.
Todo el mundo hasta mi mamá me decía que no me convenías, pero yo no les hacia caso.
Yo era feliz acompañándote a todos los lugares, no importaba que fuera ayudar a llevar la ropa de tu familia a la lavandería, siempre declarándonos nuestro amor entre detergentes y suavizantes. Mi mamá sabía que además de la música me gustaban las motos, ella me prometió que me compraría una con tal de que la dejara, yo accedí, pero al mes mi madre frustrada se dio cuenta de que lo hice para poder sacarla a pasear.

Siempre me consideré hombre de una sola mujer y no en comparación de mis amigos que se vanagloriaban compitiendo a ver quien tenía más novias al mismo tiempo, y si eran amigas se les daba más crédito, ya que no se explicaban cómo podía verlas sin que supiera la otra.
Tontos…yo les decía que en el futuro ellos iban a sufrir, “porque con la vara que mides serás medido”, cuan equivocado estaba, toda mi filosofía se derrumbo como una pirámide de naipes y en el bar eran ellos felizmente casados los que me daban consejos de mi inminente divorcio.
¿En que fallé?..yo le di todo, trabajaba para ella, todo mi cheque se lo daba completo para que lo administrara, le compré un carro de agencia, mientras yo me las arreglaba con mi carcacha para ir al trabajo.
Ya que se aburría en la casa cuidando a nuestro hermoso bebé, me pidió una computadora en la cual se pasaba platicando (“chateando”) con amigos de todo el mundo, no me molestaba, porque sentía que era una buena terapia para distraerse, hasta accedí con sacrificios a pagarle unos cursos de computación, grave error, quién iba a pensar que nos abandonaría a mi hijo y a mi por su maestro.

Mi pareja se despierta y me observa sentado en una esquina de la cama, me dice que ya necesita de mi y quiere abrazarme, yo le comento fríamente que en cuanto termine de fumar mi cigarro lo haré, ella complaciente se vuelve a acomodar para seguir durmiendo.
Cuan enamorado estoy de ella, recuerdo que cuando la conocí, ella me escucho pacientemente y para mi fue increíble que el destino por fin tuviera piedad de mi y me haya dado la oportunidad de conocerle, aceptando a este fracasado divorciado y con un hijo.
Cuando le propuse matrimonio ella, dulcemente se negó, diciéndome que no deseaba obligarme con un papel a estar con ella, que aceptaba irse a vivir conmigo y que si deseaba continuaría hasta el final de nuestros días, confesándome que lo único que no podía cumplirme era ofrecerme otro hijo, porque en un accidente quedó estéril.
¡Qué me importaba!, ella era la mujer que tanto deseaba y además adoraba a mi hijo, que más le podía pedir a la vida.

-Pero al caprichoso destino le gusta jugar y primero nos envuelve de felicidad hasta las nubes, para luego repentinamente retirarse y dejar caer a la cruda realidad.

Dirijo la mirada hacia el closet en el que ayer a maldita hora, buscando ese collar que era de mi madre yo quería sorprenderte para regalártelo en tu cumpleaños que se avecina.
Accidentalmente golpeé una caja vieja de zapatos en la cual guardas tus pertenencias, cayéndose la tapa al piso la recogí para ponerla en su lugar, pero me llamo la atención la foto de un señor de bigote que se encontraba al interior.
Nunca me dio por revisar las cosas de nadie, pero en ese momento me dominó la curiosidad y como no había nadie en casa me deje llevar por mis instintos.
Al ir leyendo los documentos me fui enterando de una terrible realidad, esta era la prueba contundente en la cual mostraba en tu acta de nacimiento que realmente eras un hombre que hace 5 años se había operado para cambiar su sexo masculino a femenino.

No podía dar crédito a lo que estaba leyendo, ya teníamos dos maravillosos años viviendo juntos y nunca tuve la más ligera sospecha.

¿Porqué a mi?, ¿qué fue lo que hice mal?... estas son las dos preguntas que continuamente retumban en mi cerebro, me encuentro desconcertado, no sé que hacer, mi corazón se aferra desesperado a esa felicidad que se me esta escapando como agua entre los dedos, pero mi mente no deja de ver esa foto del señor de bigote.
¡Demonios! porqué fui a encontrar esa maldita caja de zapatos, todo era perfecto hasta entonces, mi hijo que empezaba a ser una persona grosera e irresponsable ha cambiado por completo, ya hasta me trae excelentes calificaciones.

Volteo a verla y deseo acostarme para dormir abrazados hasta el amanecer así como tantas noches lo hicimos, lo que más me gustaba era que después de hacer el amor, se impregnara en mi ese olor que su cuerpo transpiraba, había veces que prefería irme al trabajo sin bañarme para mantener su esencia y al olerla el día se me alegraba, porque me hacia recordar lo que hicimos durante la noche y lo que me esperaba después del trabajo.

Ultimadamente lo que importa es que tanto mi hijo y yo nunca habíamos estado tan unidos y contentos, porqué le he de dar importancia a estos estúpidos conceptos morales. ¿O qué?, acaso yo soy perfecto como para ponerme tan exigente, soy feliz y eso es lo que importa ¿no?, pero porqué diablos no puedo quitarme esa maldita imagen de la cabeza.

Bueno más vale que me vaya a dormir, es muy tarde y me siento muy cansado, ya mañana decidiré que camino tomar...

El Coleccionista (Relato de un amigo)