Un encierro, la vida en burbujas de aire se retira de mí. Me voy apagando, me voy contrayendo, todo lo que fui se reduce a cuatro paredes con picos que poco a poco van reventándome. Falta poco, ojos desorbitados, aquella fiesta de cumpleaños donde soplé cinco velas, un futuro en un mar de posibilidades, hoy pared de picos y el reloj de arena desbocándose, desbocándome.
Impío, sin conciencia, como una catarata violenta.
Y la pared de picos me alcanza, me desintegro, tic-tac, tic-tac, la conciencia se disuelve, fui.
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