I.
FEMINISTA ALEGRE
Hoy el canto es alegre,
la rabia es melodía,
el miedo rebeldía,
porque estamos juntas,
y nuestro grito GRITA emancipado
de
nuestro silencio,
porque
el lienzo de lo que fui está por fenecer,
mujer-¿qué
soy?-ser humano-¿quién fui?,
me
construyo yo, te construyes tú,
porque
me diluyo de mí en cada pañuelo verde,
si
caminamos juntas en este lucha no hay pierde,
porque
mis pies todavía bailan en un latir compartido,
en
aquelarres que nos dicen quiénes somos,
qué
queremos y de dónde venimos.
Dicen
que dios nos ha abandonado,
pero
nosotras a NOSOTRAS no,
aún
tenemos alma,
a
pesar del desgarro en que vivimos
hay
alma,
hay
copla, hay lira, hay poesía,
a
pesar de esta tierra desolada y fría
hay
marchas, hay diálogo, hay camaradería,
a
pesar de los monstruos
que
siempre se aproximan,
que
están a la cacería,
acechando
en el metro,
en
la misma cocina,
a
la hora de la firma.
Pero
hoy me resisto al miedo,
a
la invisibilidad y a morir,
¡porque
viva me quiero y las quiero vivas!
II.
SI HE DE
PALPITAR
Hoy me
niego a este ruin palpitar,
y es que
si he de palpitar, ha de ser de libertad,
no por
aquellos ojos grotescos del metro,
no por ese
taxi inseguro, esa calle intranquila,
esa
vacación medida, ese miedo a la vida.
Si he de
palpitar ha de ser porque danzo,
porque camino
en esa cuerda
que me
asoma al vacío y
me
mantiene viva.
No he de
palpitar por lanzarme del auto
antes de
que me violen, torturen,
expongan
mi cuerpo y me abandonen;
si he de
palpitar ha de ser
por esta
charla con mis amigas,
por un buen
pulque, por un buen mezcal,
por ideas
transgresoras,
que nos
destruyen y nos reconstruyen.
Y en ese
palpitar me prometo
hacer de
mi vida la que quiera,
la más
absurda, la más profusa,
la más
excesiva, pero mía.
Prometo
cuidarme
y cuidar
de mis amigas,
siempre
visible, nunca invisible
con más
glitter, resplandeciente,
con más
colores, fosforescente,
más
glitter, ¡aún más glitter!
Y si he
de palpitar que sea de alegría,
de amor,
de belleza, de exaltación, de vida.
III.
DESMITIFICAR EL PENE
13 puntadas
en la cabeza,
mi muy
querida amiga,
pateada
por el esposo,
por un
rumor nada más:
“¡tu hija no es de ti sino de
otro!”.
¡Un rumor
nada más!
¡Y nunca
es la lealtad traicionada!,
es que
alguien más metió el pene
en una
vagina que creía privada.
¡Pene
incontrolable y maleducado!
¡Pene
troglodita y bárbaro!
Jamás he
de renegar de ti vagina,
te abrazo
con amor y frenesí,
porque
eres mi centro,
porque
nos están matando,
a ti y a
mí nos matan,
porque vagina
es equivalente
a no tener pene,
es no ser
pene,
y por
ello nos torturan vagina,
nos usan,
nos tiran a la basura.
¡Pero
apréndansela!
¡Escuchen
cómo suena!
¡Sepan a
qué sabe!
¡Repítanla
y respétenla!
¡Vagina,
vagina, vagina, vagina!
IV.
EL SABROSEO INCÓMODO
Voy
caminando
y sus
ojos se clavan sobre mí,
sin
disimulo, penetrantes,
con el
derecho de arrastrar su vil mirada
en mis
senos, en mis nalgas,
sobre mí.
Yo hago
lo propio.
Clavo mis
ojos sobre él, con veneno,
¡Sí!, con
poder y desprecio,
lo sabroseo
asquerosa, apacible y propiamente,
él voltea,
baja la mirada,
en su
pene, en sus nalgas
le
observo,
apacible
y con morbo,
en un
sabroseo intenso,
insiste
en verme,
insisto
en verlo,
baja la
mirada.
Porque
esta que ve soy yo,
dueña de
mí,
y su
mirada no me intimida,
también
puedo tocarle con los ojos,
y en una
venganza dulce
¡triunfo!
porque él
baja la mirada
en señal
de no comprensión,
¡y es un
triunfo sororo en acción!
V.
UNA VOZ, MI VOZ
Mutismo
de mujer,
decían,
años
de la vida
a
contracorriente,
buscando
mi voz,
sombra
aplastante de mí
ahogándome
y quitándome el aliento.
A
cada palabra, la duda,
mensajes
borrados,
audios
eliminados,
palabras
ahogadas,
fonemas
silenciados.
Monstruo
extraño
habitante
de mí
cancelándome,
culpándome
vetándome.
¡Cuántos
soles hubieron de pasar!
para
desnudar mi voz,
encontrar
el grito,
develar
la rabia,
encender
la palabra,
respetar
mis deseos,
no
temerle a mis sueños.
Hay
mucho camino por andar,
pero
es hasta hoy que el sendero
lo
abren mis pasos,
para
ser el yo de mí,
para
edificarme o para derruirme.