agosto 21, 2023

Olvidada en Marte

¡Oh, el azul del planeta azul!

¡Cuánto extraño tus tardes amarillas de domingo, que despedían el aroma suave que emana de la ropa que mi madre planchaba, y que pausaba toda la prisa, y que encapsulaba el invierno en una taza de atole con galletas María.

La sensación de ser piel, y sentir el abrazo de otro como yo, de mi especie, que sabe del sinsentido que le da sentido a la libertad de ser. 

El ruido de la guitarra que ensordece y que da luz a epifanías ruidosas. 

Dormir, soñar, descansar de ser humano y probar el néctar que nos espera de la dulce nada, paraíso de los incrédulos, como yo. 

Su olor, olor a bosque otoñal con aceites ambarinos.




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