Aquella casa era la única en pie desde el incidente. La gente alrededor del pueblo decidió callar, la calamidad que sucedió en esos años era impronunciable, una vergüenza latente que les recordaba lo ruin que podemos ser los humanos si nos lo proponemos.
La casa estaba tal cual quedó aquella noche tempestuosa de 1963, por fuera había un aura que invitaba a que ni te acercaras, aunque las puertas siempre permanecían abiertas, como expectantes de su nueva víctima.
Un pájaro entró a través de las ventanas quebradas por cronos, recorría toda la casa, a veces hacía su nido en el baño, a veces en la habitación principal. Un día, habiendo recorrido todos los recovecos decidió bajar al sótano, y a llegar, un olor fétido fue inducido hasta su cien, el pájaro azul abrió los ojos por última vez, como queriendo no volver a abrirlos jamás, y así fue, cayó al instante ante tal agravio, su corazón se quebró y su cadavercito seco yace en entre las grises paredes que guardan la perversión del entelarañado corazón humano.
octubre 27, 2022
Things found in walls
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