Aquella casa era la única en pie desde el incidente. La gente alrededor del pueblo decidió callar, la calamidad que sucedió en esos años era impronunciable, una vergüenza latente que les recordaba lo ruin que podemos ser los humanos si nos lo proponemos.
La casa estaba tal cual quedó aquella noche tempestuosa de 1963, por fuera había un aura que invitaba a que ni te acercaras, aunque las puertas siempre permanecían abiertas, como expectantes de su nueva víctima.
Un pájaro entró a través de las ventanas quebradas por cronos, recorría toda la casa, a veces hacía su nido en el baño, a veces en la habitación principal. Un día, habiendo recorrido todos los recovecos decidió bajar al sótano, y a llegar, un olor fétido fue inducido hasta su cien, el pájaro azul abrió los ojos por última vez, como queriendo no volver a abrirlos jamás, y así fue, cayó al instante ante tal agravio, su corazón se quebró y su cadavercito seco yace en entre las grises paredes que guardan la perversión del entelarañado corazón humano.
octubre 27, 2022
Things found in walls
Un vampiro moderno
La muñeca y la niña
La asfixia
Abro los ojos, sé que estoy muerto, en ese lapso de conciencia que no se separa del cuerpo. Un sonido recalcitrante de viento gélido atraviesa mi tímpano, las gotas de lluvia tintinean en mi cámara mortuoria recordándome que estoy sola.
Todo es negro, esta caja sinsentido asfixia el recuerdo de lo que fui: los viajes, el paracaídas, nadar en el Mar de Plata, gritar en Six Flags.
¡Todo es limitante!, monólogo interior de hablar con nadie.
No sé si ha pasado un segundo o un siglo o si así será mi eternidad.
¿Cómo es posible?, mi vida fue una fiesta, ruido, cascabeles, decibeles, gritos, run runs, acelerar, volar.... y ahora, y ahora, ¿cómo accedo a la nada?, el verdadero paraíso.
¡Nooo!, un gusano me hace cosquillas, quién se cree, ¿por qué me come?, ¡hereje!, ¡hijo de Satán!, ¡ojalá reencarne en larva, ¡oh, no, fue larva!, ojalá reencarne en humano y sienta lo que es ser comido por uno de los de su calaña, ¡ojalá nvolucione en el Samsara!
octubre 24, 2022
De mi ateísmo siempre presente
octubre 20, 2022
Monólogo interior de bebé que sostiene queja
T-rex trajeado era un filósofo
Aquella tarde el t-rex salía de su cueva a estirarse, le dolía un poco la espina dorsal, a veces soñaba con andar erguido, nada más, porque lo imaginaba, no es que tuviera referente.
Pero un día el dino andaba dando su paseo matinal después de beber su consagrada taza de té de tila para calmar los nervios -porque en la tele había visto las noticias fatalistas de que se acercaba el fin de la era-. Entonces dino paseaba, ese día se puso su traje más elegante, pensaba que qué más daba ensuciarlo en los sucios lodos de la cochina era mesozoica, pues en algún punto de su vida debía ser más atrevido, más valiente, más turbio, y usar sus trajes finos.
Bueno, disculpe usted, soy el narrador, pero me desvío con la más mínima mosca, en este caso, me distrae la Jurassipanorma Impuctata, que no deja de zumbarme en el oído, ¡ay!, ¡ups!, ¡si no tengo oído!, soy el narrador, jeje, les digo, de repente soy medio informal, es que a estas alturas de la narrada ya uno se cansa, como que quisiera relajarse más y ser más yo, ok, regreso con el dino.
Aquella tarde sucedió que dino iba muy trajeado, "ahí va el muy muy", le decía la bandada de cholos de los pterodáctilos, y el dino se topó con una criatura extraña, larguirucha, nunca antes vista por aquellos jardines exuberantes. El larguirucho se asustó, corrió y corrió desconociendo las finas formas educadas de dino, no sabía que se había preparado con Sócrates, que Hipathia le había enseñado que la tierra giraba en torno al sol, que al ver el ejemplo de Diógenes, decidió ser el dino más refinado y fifí de la comarca.
Total, el humano se cansó y el dino le comenzó a hablar de su experiencia con los presocráticos y su conocimiento del arché. El larguirucho se quedó sorprendido y decidió quedarse en aquella era y destruir la máquina del tiempo. Y juntos, dino y larguirucho, tomaban largas caminatas de sapiencia profunda, compartían los saberes más curiosos. Eran ataráxicos.
Ay, bueno, me voy a dormir, yo también duermo.
octubre 18, 2022
La ciudad (contigo)
octubre 16, 2022
Otra vez ¿quién soy?
Llave
Oráculo de Delfos
1. Nace y muere cada día.
2. Tú eres la atmósfera.
3. Levántate, bebe café y vive.
4. Domestica tu sufrimiento.
5. Canta un poco cada día.
6. Reconcíliate con el gusano.
7. Destaca tu belleza.
8. Baila como el fuego.
9. Lee y serás libre de esa cárcel del cuerpo.
10. Come chocolate otra vez.
4 de enero de 1612
Amada Juana de Asbaje,
Le escribo esta epístola con la esperanza de que llegue a sus manos, con la aferrada fe en que este es el último puente que edifico entre nosotras, y que tal vez cuando me lea sean solo ecos de una muerta; así es, de una bruja acusada de follar con el diablo.
No gané la batalla, mi bella, hoy a las 7 voy a la hoguera, pero sepa que desde lo más oscuro de un abismo cualquiera, en donde habrán enviado mis cenizas, he de enviarle mi pasión y consuelo.
Y sí, reclúyase en las frías paredes y pasillos de un convento, lea, escriba poesía y deje constancia de que una mujer también piensa, que nuestras nietas sepan que en nosotras corrieron ríos de sangre para que ellas sean libres y vivan vidas dignas de ser vividas.
Le amaré con locura hasta en la eternidad.
Siempre suya,
Leonora Cienfuegos.