Blancanieves era una señora que se había operado para tener dientes de conejo, siempre fue muy excéntrica. También se hizo un injerto de cola de cerdo, nada más, porque le gustaba llamar la atención.
Era parte de una secta que sacrificaba computadoras viejitas. Entre la secta estaban 7 enanos que tenían el compromiso de robarse toda serie de elementos electrónicos, es por ello que en el bosque se escuchaban ruidos extraños, como de máquinas bebés gritando en un último aullido. Los enanos eran simpáticos, por eso nadie descubría su secreta intención: destruir toda tecnología para volver a los tiempos posteriores al gran apagón y antes de que volvieran a reconstruir este mundo de cables y códigos binarios.
Blancanieves tenía cara linda, como de señora coneja, pero nadie sabía su secreta intención: ser la señora coneja de las tinieblas.
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