Querido Biliki, hace tiempo ya que llevas recorriendo este viaje, y siento que a pesar de que por un lado el tiempo se me ha ido volando, tu viaje ha sido largo, quizá sea porque te extraño. En casa todos lo hacemos, de vez en cuando sacamos tus cartas que traducidas en recuerdos son algunas canciones que llevan tu sello y tu esencia.
He aquí algunas.
Europa de Santana, pues siempre te ponías nostálgico cuando comenzaban a sonar los primeros acordes. Tu tu tu ru tu tu tuuuuuuuu… tu ru ru ru ru ru ru ru ru…
Motivos, de Vicente... siempre haciendo gala de tu buena voz, voz que decías y jurabas era parecidísima a la de chente. “Unos ojos bañados de luz, son un motivo.. unos labios queriendo besar, son un motivooooooo.. y me quedo mirándote así y encontrándote tantos motivos, yo concluyo que mi motivo mejor eres túuuuuuu”
O que tal ese Buddy Holly y todas las “oldies” como tú les llamabas.
Recuerdo mucho una ocasión en que viajamos en camión sólo tú y yo mientras platicábamos de cómo queríamos comernos el mundo a dos mordidas o los tatuajes que nos haríamos, el fondo musical era esta vieja canción: “Dicen que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón, porque yo seguiré siendo el cautivo de los caprichos de tu corazón”… y lo recuerdo bien porque fue largo el camino, era de las llamadas “burras” de Tijuana, parece que lo guardo como una foto, tú y yo sentados hasta el asiento del frente, tú y yo hablando de mil cosas.
Ha pasado largo tiempo querido Bily y tengo mucho que decirte.
Por ejemplo, algo que te alegrará saber es que mi madre es feliz y que te guarda un lugar muy especial, mi hermano es policía como tu padre, y aunque es policía en Tijuana te puedo asegurar que es un hombre de bien.
También quiero compartirte que contraje matrimonio con un hombre que al igual que tú, ama el baseball, el rock & roll y los carros viejitos, te encantaría conocerlo.
He concluido mis estudios y voy por más, terminé Filosofía y luego una maestría en docencia, ¿cómo la ves Bili? ¡Soy Profe en dos prepas!.
¿Te acuerdas que solía ser muy tímida?, pues estuve cantando por casi ocho años en una banda de rock de puras mujeres, te hubiera fascinado escucharnos.
¡También soy la futura ex presidenta de un club de oratoria que me ha dejado tantos amigos y que me ha dado tanto! Incluso participé en un concurso nacional (acá entre nos, cuando estaba en el escenario, frente a tantas personas casi me quise hacer chis, pero me aguanté porque antes de subir al escenario le canté mi proyecto al mar y las fuerzas no me abandonaron, ha sido una de las mejores experiencias que he vivido).
Todavía sigo leyendo selecciones cada vez que me las encuentro, todavía sigo con esa hambre de aprender que siempre vi en ti.
¿Sabes?, a pesar de vivir en un mundo tan caótico, injusto y a veces tan gris sigo creyendo en la magia, creo porque cuando estabas a punto de irte sucedió magia en el vasto universo de mi Tijuana, pues nadie sabía dónde estaba y tú ya te estabas despidiendo, de repente yo andaba por el centro y mi hermano se me atraviesa en su carro y me dice, ¡súbete hermana! el bily ya se va y quiere despedirse, … me subo, llego a donde estás, te miro a los ojos, me miras, te tomo de la mano y te prometo que seré una mujer de bien. ¡Qué hermoso regalo me diste, no sé qué sería de mí si te hubieras ido sin verme a los ojos, sin esperarme, sin ser la última que te vio y que con la mano y el corazón abiertos te dijo adiós!
Créeme que no me he cansado de luchar, no me he cansado de que cada uno de mis pasos siga la huella que dejaste para mí. Quizá muchas veces he fallado Bily, suelo ser un poco egoísta y caprichosa, a veces necia, soy un humano que pretende ser fuerte, pero con miles de defectos y debilidades, no obstante pienso en ti y no sé qué me pasa que mi camino se endereza, la esperanza renace y mi espíritu se enaltece.
Te extraño bily, son diez años, diez años en los que me ha faltado ese loco que manejaba como cafre, ese señor que andaba sin camiseta en donde sea y que se creía tan fuerte, y que lo era. Ese amigo que recorría el sobrerruedas por cuatro horas para comprar únicamente un casette, ese ávido lector y curioso personaje que fue mi padre.
Siento que fue tan corto el tiempo que nos acompañaste bily…; pero te haces presente en todo lo que hago y lo que soy. Te aseguro que ningún momento has dejado de estar tan presente.
¡Son diez años mi viejito, diez años sin ti! y hoy te abrazo con la palabra que es lo único que tengo!
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