Un torbellino que envuelve,
una turba de honestidad,
un ser que libre viaja
y que se atreve a tocar,
una danza en el tiempo
y en la perennidad.
Cristales de vida se incrustan,
cristales azules sabor a hielo,
cristales punzantes se bifurcan
entre el olor turquesa del cielo,
olores que mojan y que, cual ola
eclosionan en arena y sal.
A veces polvo primitivo de nostalgia,
incienso cálido, cántico estridente;
a veces rocío de dulcísima gracia,
rostro inacabado, esperanza naciente.
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