III
A veces me despierto y me impacta sobremanera haber amanecido viva, es algo de lo que me hago conciente y me resulta incomprensible, ¿por qué estoy viva? Nací, he crecido, hecho y vivido muchas cosas bellas y feas, pero en estos momentos todo es belleza, tengo gripa, me gusta sentirla fluir, pero sólo un rato, me estoy comiendo un hielito de mango, escucho a maná y trabajo para entregar algo que mi escuela tirará a la basura pero si no lo entrego no me pagan, curioso, empero me ha de servir en futuras clases y me alegra.
Está la de “el relojito cucú sonaba, me dijo buenas noches hijito y me apagó la luz, oye cucú papá se fue, prende la luz y apaga el tiempo” me acordé de cuando mi papi me llevaba en sus brazos a la camita y me cobijaba y me daba un beso en la frente…, el biliki fue un ser humano, tenía carne y huesos, tenía un sentir, era muy callado, tan reservado que se reservaba incluso el dolor y sin dormir lo escuchaba quejándose quedito en su eterna nobleza, tan quedito que en silencio se quejaba, se quejaba con los ojos que me decían todo, era tan callado pero tan explosivo en sus carcajadas, en su amor por la vida que me esperó hasta el momento en que llegué a verlo en su cama, en ese hospitalucho de la 5 y 10 donde yo también nací 17 años antes y donde me tocaba presenciar lo que más ha herido mi alma y me ha dejado mocha, motivos, una rosa pintada de azul, eso era mi papi, de veras te extraño, quizá no me gusta ir al panteón porque es triste ver esa cruz de madera de la más corriente y que diga su nombre ahí, quisiera comprobar que tienes conciencia, que hay algo más pero no lo creo, quisiera que me dijeras algo, que te me aparecieras, que me pellizcaras y me dijeras aquí estoy y no he desaparecido del todo.
………………………………………… Me arrastrabas en una cajita amarrada a un cinto y yo reía y reía, me traías libros para colorear, me comprabas dulces y nieve a escondidas de mi ma, me acuerdo cuando te acompañé a ese hospital a recoger tus resultados, me dijiste con aquella tranquilidad “mija tengo cáncer” y yo me quedé muda, con una bola en la garganta, luego se me subió el peso del mundo en la espalda y te acompañé en el camioncito, yo iba callada porque si hablaba mi corazón explotaría en mil pedazos, te bajaste para ir al trabajo de mi madre, tu amada mujer…. porque seguro no aguantabas y querías el consuelo de su voz….
Me quedé sola, caminé por las calles como autómata, me sentía en otra dimensión, no pude más y lloré, lloré lo que no había llorado en años, me desgarré el alma a puros sollozos, mi cuerpo se desvaneció y me quedé en cuclillas en la calle, llorando, la gente pasaba y me miraba sin decir nada, y yo lloraba, me encontraba en la dimensión de la muerte, jamás la había conocido y no sé cómo sea vivirlo en carne propia, pero sufre el corazón y yo quisiera tanto, añoro tanto que me conocieras así de grande, estoy segura que si hubieses estado conmigo quizá sería yo diferente, me hiciste falta Manuel, nos hiciste falta a mi hermanito, a mi madre y al mundo.
Sabes… a veces pienso que sí tienes conciencia y andas por ahí, porque hubo un tiempo en que mi alma se quedó sin hambre, era una maniquí que no le importaba nada,…. tú me enviaste un angelito, alguien que va a la tienda a las 3 de la mañana y de entre sus moneditas junta 97 pesos para comprar una tarjeta y hablarme, sale debiendo 3 pesos y honradamente los paga al siguiente día. Alguien que me comprende y que sabe y conoce mi espíritu, que conoce mis ganas de vivir de un tiempo para acá, que conoce mis bondades y mis maldades infantiles, que me dice que no tome en el cecut para que se me quite esta gripa, creo que en el cecut no venden cerveza, si no igual y si… : ).
Me alegra no estar sola. No sentir que soy una masa informe y abandonada a un rincón del mundo… no estoy sola porque estoy contigo para siempre, estoy segura que si tú no existieras ya me habría desvanecido y me hubiese convertido en gusanito verde que come manzanitas, o quizá en plaga que ataca los cultivos de fresas.
A veces me despierto y me impacta sobremanera haber amanecido viva, es algo de lo que me hago conciente y me resulta incomprensible, ¿por qué estoy viva? Nací, he crecido, hecho y vivido muchas cosas bellas y feas, pero en estos momentos todo es belleza, tengo gripa, me gusta sentirla fluir, pero sólo un rato, me estoy comiendo un hielito de mango, escucho a maná y trabajo para entregar algo que mi escuela tirará a la basura pero si no lo entrego no me pagan, curioso, empero me ha de servir en futuras clases y me alegra.
Está la de “el relojito cucú sonaba, me dijo buenas noches hijito y me apagó la luz, oye cucú papá se fue, prende la luz y apaga el tiempo” me acordé de cuando mi papi me llevaba en sus brazos a la camita y me cobijaba y me daba un beso en la frente…, el biliki fue un ser humano, tenía carne y huesos, tenía un sentir, era muy callado, tan reservado que se reservaba incluso el dolor y sin dormir lo escuchaba quejándose quedito en su eterna nobleza, tan quedito que en silencio se quejaba, se quejaba con los ojos que me decían todo, era tan callado pero tan explosivo en sus carcajadas, en su amor por la vida que me esperó hasta el momento en que llegué a verlo en su cama, en ese hospitalucho de la 5 y 10 donde yo también nací 17 años antes y donde me tocaba presenciar lo que más ha herido mi alma y me ha dejado mocha, motivos, una rosa pintada de azul, eso era mi papi, de veras te extraño, quizá no me gusta ir al panteón porque es triste ver esa cruz de madera de la más corriente y que diga su nombre ahí, quisiera comprobar que tienes conciencia, que hay algo más pero no lo creo, quisiera que me dijeras algo, que te me aparecieras, que me pellizcaras y me dijeras aquí estoy y no he desaparecido del todo.
………………………………………… Me arrastrabas en una cajita amarrada a un cinto y yo reía y reía, me traías libros para colorear, me comprabas dulces y nieve a escondidas de mi ma, me acuerdo cuando te acompañé a ese hospital a recoger tus resultados, me dijiste con aquella tranquilidad “mija tengo cáncer” y yo me quedé muda, con una bola en la garganta, luego se me subió el peso del mundo en la espalda y te acompañé en el camioncito, yo iba callada porque si hablaba mi corazón explotaría en mil pedazos, te bajaste para ir al trabajo de mi madre, tu amada mujer…. porque seguro no aguantabas y querías el consuelo de su voz….
Me quedé sola, caminé por las calles como autómata, me sentía en otra dimensión, no pude más y lloré, lloré lo que no había llorado en años, me desgarré el alma a puros sollozos, mi cuerpo se desvaneció y me quedé en cuclillas en la calle, llorando, la gente pasaba y me miraba sin decir nada, y yo lloraba, me encontraba en la dimensión de la muerte, jamás la había conocido y no sé cómo sea vivirlo en carne propia, pero sufre el corazón y yo quisiera tanto, añoro tanto que me conocieras así de grande, estoy segura que si hubieses estado conmigo quizá sería yo diferente, me hiciste falta Manuel, nos hiciste falta a mi hermanito, a mi madre y al mundo.
Sabes… a veces pienso que sí tienes conciencia y andas por ahí, porque hubo un tiempo en que mi alma se quedó sin hambre, era una maniquí que no le importaba nada,…. tú me enviaste un angelito, alguien que va a la tienda a las 3 de la mañana y de entre sus moneditas junta 97 pesos para comprar una tarjeta y hablarme, sale debiendo 3 pesos y honradamente los paga al siguiente día. Alguien que me comprende y que sabe y conoce mi espíritu, que conoce mis ganas de vivir de un tiempo para acá, que conoce mis bondades y mis maldades infantiles, que me dice que no tome en el cecut para que se me quite esta gripa, creo que en el cecut no venden cerveza, si no igual y si… : ).
Me alegra no estar sola. No sentir que soy una masa informe y abandonada a un rincón del mundo… no estoy sola porque estoy contigo para siempre, estoy segura que si tú no existieras ya me habría desvanecido y me hubiese convertido en gusanito verde que come manzanitas, o quizá en plaga que ataca los cultivos de fresas.
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