Un año laborando en el Instituto, impartiendo Historia y me ha cambiado la percepción, los fundamentos filosóficos con los que fui formada fueron aterrizados en un contexto en específico y desperté de mi “sueño dogmático”.
Es tan importante conocer la historia, pues ésta nos enseña la esencia del ser humano y a aprender a reconocernos en ella, ya que todo lo que ha sucedido está ligado a nuestro presente. La historia la llevamos a cuestas y si no sabemos de qué manera acercarla a nuestra vida, careceremos de una conciencia social que humanice; vivimos una sociedad industrializada, debemos cuidar el no ser consumidos por el consumismo, el no ser diluidos por el trajín de la modernidad, lo enajenante del trabajo repetitivo y alienante de las industrias, no hay que dejar que nuestro valor principal sea el consumo como nivel de vida, pues lo que más importa es la espiritualidad y los valores que nos conduzcan hacia una sociedad más justa y digna, la historia nos muestra el camino, sigámoslo y luchemos, el camino es la educación.
Es tan importante conocer la historia, pues ésta nos enseña la esencia del ser humano y a aprender a reconocernos en ella, ya que todo lo que ha sucedido está ligado a nuestro presente. La historia la llevamos a cuestas y si no sabemos de qué manera acercarla a nuestra vida, careceremos de una conciencia social que humanice; vivimos una sociedad industrializada, debemos cuidar el no ser consumidos por el consumismo, el no ser diluidos por el trajín de la modernidad, lo enajenante del trabajo repetitivo y alienante de las industrias, no hay que dejar que nuestro valor principal sea el consumo como nivel de vida, pues lo que más importa es la espiritualidad y los valores que nos conduzcan hacia una sociedad más justa y digna, la historia nos muestra el camino, sigámoslo y luchemos, el camino es la educación.
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