octubre 18, 2021

Me he encontrado

Me sentía perdida, como ante la sensación de un mar abierto, sin límites, frente a horizontes monstruosos que me hundían aún más en mi propio abismo.

Después, como en una epifanía, tiré la toalla y me dije con certeza: "no hay futuro, no hay sentido", y comprendí que en mis manos solo existe el presente del presente, como un regalo sabio y amoroso de todas las ocasiones en que mi madre ha orado por mí, con todo el poder acumulado de los deseos de las estrellas... y ¡zas!, heme aquí, viviendo en la más absoluta austeridad y, a la vez, en la más inconcebible riqueza, por tener el privileio de estar frente al mar de Titla, por tener la gracia de ver a los ojos a una tortuga milenaria al llorar, por saludar a un señor cocodrilo. ¡Gracias, vida, por tanto!



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