octubre 08, 2021

El lugar ameno

Todo el tiempo he ido de la mano de la razón, por lo que la paranoia, la vergüenza y el control han hecho de mí un robot. Este año me he hundido en el lugar ameno de la espiritualidad, he reconocido que soy nada, he amado flotando en las aguas tranquilas del abismo, donde ya no hay nada qué perder.

También, he aprendido a ver con los ojos del corazón y no de la limitante racionalidad, y es un remanso donde puedo recostarme en el pecho de la tierra y gritarle te amo en un susurro que se lo lleva el viento.

He tenido la inmensa fortuna de despertar de este letargo en el que los deseos más profundos estaban dormidos, para abrir, como una flor, una vida con intención, ¿de qué?, ¡sí sé!, de buscar la poesía, de buscar la belleza. 

Gracias, Solecita mía, por permitirme ver, con tu partida, estos destellos de lo real. Tú decías "de tu calaña", y sé que ahí estás para mí, ¡te extraño tanto, amiga!, solo contigo se podía hablar de ciertas cosas. Y también te necesito.

¡Sea lo cotidiano el lienzo donde pinte de colores este mundo¡


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