noviembre 11, 2020

LA TRIPLE MIMESIS – Paul Ricoeur

Poiesis,
ser un poco diosa,
el revés de la realidad
acontece,
erigiendo otros mundos posibles.

En la letra hay cosmos,
el tiempo es un ojo brujo-humano,
el tiempo es al agua,
como yo soy a la tierra.

El tiempo de la espera,
El tiempo del click,
El tiempo de la memoria,
El tiempo que resbala
y cae a la alcantarilla,
la gente que en su ingenuidad
sigue existiendo.

¡Inmóvil episodio del presente,
constante gota que no cae!

¡Oh, la muerte!,
¡dulce anfitriona del destino humano!

La vida gira despacio
y aun así no la alcanzo,
y esa vida se pierde
entre semáforos,
y un disco rayado
que suena incesante,
repetido, brutal.

La identidad es un cuento
al que le he creído.

He de morir,
así como fenecen los imperios,
así como revientan los gusanos.

Y los fonemas que fui
serán decibel de viento,
eco profundo de abismo de mar.

Cada día es una despedida
de cada día.

Cada trama guarda en sí misma
todos los ayeres.

Añoro una tarde amarilla de hace veinte años.

noviembre 03, 2020

¿YA TE ACORDASTE DE MÍ? – Por Keyla Keylish (en taller de escritura creativa)

Después de tantos años recorriendo calles y montañas, luego de tantos momentos bellos y tristes juntas (suspiro), ¡por favor, intenta recordarme!, ¡haz un pequeño esfuerzo!

Soy aquella con la que compartías música, risas, secretos y consejos.

A quien salvaron en varias ocasiones de las rejas.

Quien ha defendido siempre sus derechos, sin pena ni consciencia de las consecuencias.

Quien escupe y rompe la autoridad con sus propias uñas.

Con la que amaneciste en Santa Cecilia bailando rock y cumbias mientras la gente pasaba ebria rumbo a sus hogares o barriendo sus puestos para iniciar su jornada de trabajo.

Quien tiene un concepto de vivir como si de repente hubiera explotado un frasco enorme de vidrio construido por su padre, repleto de normas sociales, y ahora los pedazos y partículas vuelan disipándose en la nada, ¡porque me dan flojera, y ya ni pienso en ellas!, porque, ¿cuánto tiempo estaré aquí como para vivir la vida como me dicen otros?

Miriam… ¿ya me recordaste?

octubre 29, 2020

El retorno de la ficción a la vida

                                                     Camino y camino y nada encuentro,

mundos de palabras en que me sumerjo,

¿qué historias me componen?,

¿qué de ese vasto océano de memoria

he elegido como narrativa precisa de un

recuerdo que me ha inventado?

 

Perpetua dialéctica entre los pasos que doy

y los que sigo en esos ecos de voces aún presentes.

Un caleidoscopio de Diógenes

aparece frente a distintos Magnos,

desde cada mirada, en cada siglo,

en cada nacimiento y así mismo,

desaparece en cada disolución del yo.

 

“Yo no sé, atenienses, la impresión que habrá hecho

en vosotros el discurso de mis acusadores”.

Y es así que Sócrates encarna la vida,

el ágora se reconstruye en un instante,

y es que el eco de las palabras erigidas,

como eternos imperios virtuales,

vuelve a resonar en el presente.

 

Distintos siglos, distintos lectores,

distintas apologías,

y Sócrates, lentamente,

se transfigura en un

campesino medieval,

en un rey déspota,

en un dictador,

en un Nietzsche,

en una flapper,

en un flaneur,

en un milenial,

en María,

en Bo,

en el profe Borunda,

en mí.


Inspirado en "Para una teoría del discurso narrativo" de Paul Ricoeur, en clase del Dr. Ismael Borunda, Arte y literatura (MEAL) :)

octubre 09, 2020

Sin puente

Otra vez en mí el puente roto,

el eterno drama de la soledad, 

despertar en el vacío y el silencio, 

olvidar cómo se toca un corazón, 

cómo se alcanza ese fuego 

en un mundo desolado, 

sin cartas, sin velas, sin espera, 

sin la noche donde el calor de dos cuerpos lo incendie todo, 

hasta la sombra de lo que fuimos, 

hasta el eco de estas palabras 

escuchadas por nadie. 


septiembre 24, 2020

¿A quién le canta Whitman cuando canta?

No hay, no existe, y griega, io, iu, fonema, yo-yo-yo, un aliento que la lengua y el paladar exclamando un rumor que al expirar se va con el viento. ¿Cuál es el hilo que nos teje?, ¿soy yo en el nos?, ¿hay tú en el mí?, ¿yo soy el que soy?, ¿qué aliento puso en marcha al motor inmóvil?, somos ecos de nada flotando en un vacío de tiempo y fuego, que nos consume, que nos avienta al abismo de nacer para ser en la nada.

El habla es mía, el lenguaje es nuestro, A y B para ser, para entender. Escribir, la fotografía Saussuriana de la palabra hablada. Un libro escrito para nadie no hay, si es para nadie, ¡entonces quémalo y que nadie escuche! La nada no es el abismo absoluto en el texto, solo es un par de sílabas que significan. La idea precede al habla, el habla precede a la escritura.

¿A quién le canta Whitman cuando canta?:

He oído a unos juglares que hablaban del comienzo y del fin.

Pero yo no hablo del comienzo y del fin.


Nunca ha habido otro comienzo que este de ahora,

ni más juventud que esta ni mas vejez que esta;

y nunca habrá más perfección que la que tenemos

ni más cielo ni más infierno que este de ahora.


¿Es a este io que soy?, ¿a estos 38 años de presencia en este valle de carcajadas en que he transitado?, ¿es el azul de aquel cielo de 1879 igual de brillante que el de este atropellado y divertido siglo XXI?, ¿qué entiendo yo por juventud?, ¿qué vacíos se asoman en tu poesía y mi constante celebración de la vida?, ¿puedo acaso leerte y añadir una fiesta en aquel infierno de tu 1800?

Aquel hombre luchando a muerte con aquel niño, nieve en mano, no fusil, mirada del viejo oeste, y yo, lágrimas en los ojos por aquel encuentro de padre e hijo, nieve en mano, amor en el corazón, esfuerzo nivel MCDonalds: espacio vacío, relevancia estética, experiencia estética.

Una nueva palabra que cuestiona mis creencias, palabras performativas, performanceras, actrices, saltinbanquis, que me llevan al funambulismo aéreo donde si doy un paso atrás, 1879, o si doy un paso al frente, me voy al 231 a.C. Después, montón de fonemas que se vuelven ruido astral o ancestral, y que no conectan con esto que he sido, negación y vacío.


julio 12, 2020

Camposanto - por Eleanor Miriam Rigby

D
Cae la gota,
A7
cae la brizna, (Pausa y bajo)
D
cae el universo.

D
Entre oasis y desiertos,
A7                                 G
nadie sabe ... nadie miraaaaaaa.

D                                                     A7
Vuelve la noche a los brazos de la lluvia, 
EM                                                 G
y en mis venas hay torrentes, en mis venaaaaas.

(Coro) 
D: Ay, A7: ay, G: ay,
G                     A7
Vuelvo a tu mirada
D
y te canto:
G                     A7
vuelvo a tu recuerdo
D
viene el llanto. 
D                    A7
¿Cuándo volverás,
D
dime cuándo?

D
Hoy te pensé como a todos los muertos 
A7
de mi casa,
EM                                                       G
y recordé aquel aroma cargado... de futuroooooo,
D                                                 A7
la brevedad lacerante de ser un suspiro, 
EM                                            G
tus largas cartas pausadas, tu bellllllleeezaa. 

D                                      A7
llega la tarde cargada de tristezaaaaaaaaaaaa.
EM                                                  G
Dalias que viajan marchitas...con el viento,
D                                                 A7
tumba enlutada y copas en la mesa,
EM                                                       G
esta plegaria no escuchas, estás muerto. 

(Coro) 
D: Ay, A7: ay, G: ay,
G                     A7
Vuelvo a tu mirada
D
y te canto:
G                     A7
vuelvo a tu recuerdo
D
viene el llanto. 
D                    A7
nunca volverás,
D
Camposanto.                           

D: Ay A7: ay G: ay,
G                     A7
Vuelvo a tu mirada
D
 y te canto:
G                     A7
vuelvo a tu recuerdo
D
viene el llanto
D                    A7
nunca volverás,  (lento)
D
camposanto.

junio 22, 2020

A Jorge Negrete

Mi querido charro cantor:

Ayer vi una película tuya que me puso triste, tu última película. Tenías 41 en 1953, recién te habías casado con tu amada María. 

Una cosa me llevó a otra en mi tarea de querer saber más de ti; me enteré de que en esa última grabación ya estabas muy avanzado en tu enfermedad -y aun así decidiste entrarle-, y en uno de esos episodios en que trabajaste muy duro, estuviste a punto del desmayo y te acercaste a Ferrusquilla para decirle al oído: "Me estoy muriendo".

En toda la película no vi nada más que tu propia almita entristecida al saberte tan frágil frente a un mundo glorioso que habías construido tú y tu carisma, tú y tu barítona voz que inspiró a Plácido y a otros grandes.

Hoy es junio de 2020, el mundo atraviesa por una de sus más colosales crisis, y afuera de mi ventana llueve. Aquí he de detenerme. Truena, y cada trueno está contenido de los decibeles con que se musicalizó el inicio de los tiempos, lo sé porque el sonido viaja en ecos que tocan las paredes cuánticas de una vía que no es la láctea. Y es que el cosmos ahorita está mal acomodado; ¡y sí mi Jorge!, ¡somos todos!, ¡fuimos todos!, con cada uno de nuestros actos hemos desviado la curvatura natural de este infierno sitio lácteo, perturbando incluso el ritmo caótico de nuestra pequeña masa flotante, que ha traído este trueno de rabia que ya no se reconoce en su canto.

Ahora mismo escucho "flor de azalea", compuesta para la dulce Elsa Aguirre por Manuel Esperón, pero hecha para las notas de tu voz. He de confesar que voy por la vida pregonando que si un buen día, algún ser amado decente y de buen corazón se digna a llevarme serenata pronunciando palabras tan justas como las que adornan esta canción, ¡me les caso! : ) -es un decir-. Cada que la escucho vuelvo a creer -y a recordar- que soy capaz de amar, que alguna vez fui amada, que alguien me puede tratar con el más absoluto cariño e ir lento, cantándome una bella canción, dándome una flor, al tomarme de la mano, yo del brazo, al vernos a los ojos, al leernos un poema.

Acá es de madrugada, y la lluvia ha amainado, yo te pienso y estás en el recuerdo. Me consuela saber que esos 41 años los viviste cantando y amando, y en esa última escena en donde apareces en una colina con tu amada María y aquel perro fiel llamado "amigo", está, en suma, tu vida, ¡como el mejor de los finales, ¡como el final más feliz!

¡Gracias por tanto!

Miriam

junio 13, 2020

De mis padres

A veces quisiera quitarme este disfraz de hija y poder ver a mi madre y padre como dos seres humanos nada más. Aunque siempre seré la hija, lo intentaré:

Marina Páez Osuna es una mujer inmensa y hermosa en cada instante de la vida, que tiene afición por cantar todo el tiempo, que cree con una fe desmedida en un Dios que siempre la salva de cualquier mal. Su corazón es tan grande que todos los días dedica un tiempo del día a orar nombrando a quienes ama.

  • Es una excelente amante de la cocina: pastel de queso, asado mazatleco, gallina pinta, sopitas con huevo, nopales asados, ¡lo que haga!, pero sobre todo, los domingueros y ya clásicos de mi infancia: los jotkeis.
  • Le gustan las telenovelas y tiene una capacidad narrativa oral que siempre me tiene al tanto de la trama de cada una de ellas. Cuando se ríe, es a carcajada abierta, porque si no... ¡pa qué! 
  • Es una mujer trabajadora y organizada que ha vivido la vida que le ha dado la gana.
  • También le sé que es una mujer que se mantiene incólume ante el entierro de todos sus muertos, resolviendo, encontrando papeles que ya están ordenados, haciendo llamadas, y que se guarda sus dolores para sí misma. Pocas veces la he visto llorar, porque es muy fuerte, pero cuando he sido testigo de esas lágrimas, no lo puedo soportar. Nada más quiero que sea feliz y dichosa.
  • También sé de ella que es fan de los bebés, que siempre quiso ser abuela y ahora lo es con nuestro dulce Emilio. 
  • Sé que le encanta Mazatlán, lugar donde nació, y que en cuanto escucha banda sinaloense se pone a bailar. 
  • Sé que cuento con ella y que siempre que estoy en problemas, de todo el mundo entero, solo ella no soltará mi mano. 
Y hay tanto más que no conozco y que espero algún día conocer. También sé que soy muy feliz de ser su hija y haber aprendido de ella tantísimas cosas que hoy me tienen en pie.

****

Manuel Ibarra Cota fue un hombre también inmenso, que dejó huella y ecos por donde pasó, rockero hasta la médula, se sabía datos inútiles de Buddy Holly, Jimi Hendrix, The Platters, The Ronettes, y tenía esa chispa de melómano que es posible heredar -afortunadamente la heredé- : ) .


  • Era un hombre justo, mesurado, que no le gustaba pelear; él nada más quería la concordia, descansar y disfrutar. 
  • Cuando llegábamos a su colonia -la Pancho Villa- en Tijuana, saludaba con un chiflido y un "keobo" a quien le pasara por enfrente, y yo le preguntaba: "¿quién es, papá?" y él contestaba: "Un camarada". ¡Qué palabra tan pre-cio-sa!; entonces me daba cuenta de cuántos amigos tenía el apodado "Biliki" por aquí y por allá. 
  • También fue un hombre muy apuesto, que disfrutaba quitarse la camisa y andar así, mostrando los no-cuadritos en el sobreruedas. 
  • Le gustaban las carnitas en los puestos de la calle, era un hedonista de primera -eso también lo heredé de él-. 
  • Era fan de las Chivas del Guadalajara porque mi abuelo era oriundo de aquella ciudad; le gustaba escuchar al "Perro" Bermúdez.
  • Le encantaba ver "Miss Universo" y decir de las señoritas participantes: "¡Está fea la hija de la chingada!" -frase que mi madre reprendía contestándole: "Ni que tú estuvieras tan guapo" y yo reía. 
  • También era fan de manejar de la peor manera, acelerando y maniobrando en tono de broma como si fueran curvas, lo que me hacía reír -también me mareaba- y a mi madre hacía enojar por lo peligroso del asunto. Después, en ese mismo trayecto, pasábamos por una mansión grafiteada y abandonada por la Col. Altamira, y la historia era la misma cada domingo, me decía: "Hija, allí grabaron la película de Camelia la Texana, y por las noches se aparecen fantasmas y caballos con alas". ¡Y yo, por supuesto, le creía y sentía un miedo! 
  • También le gustaba juntar a todos los primitos y aventar "bolo". 
  • Era un maestrazo del "Conquián" -lo que también heredé- : ). 
  • Recuerdo que una vez me llevó a recorrer la Col. Agua Caliente ante mi petición de ver de cerca las mansiones que solo veía en películas. 
En fin, concluyo que mis padres son seres extraordinarios que se amaron hasta que la muerte los separó. ¡Qué suerte la mía por haberlo conocido/por tenerla!

De ahí vengo, de ahí venimos, hermano, ¡qué felicidad!

mayo 05, 2020

El futuro

Ante el encierro en el tiempo,
en el que no se vive,
en el que no se canta,
ni baila.

Ante las prisas inventadas,
yendo a la nada,
acelerando,
desapreciendo.

Ante el olvido de sí mismo,
de olvidar el sueño,
ser sin voluntad,
sin elección, sin libertad.

Ante el vórtice de repetir,
donde todo está dicho,
donde somos algoritmo,
estadística y ya.

2020 y nada está escrito,
siglos de creencias en el abismo,
hoy somos carne, sentidos,
materia fugaz, fluidos.

En cada ojo un universo,
no hay vuelta atrás,
no hay vuelta atrás.

mayo 01, 2020

De la memoria cósmica

Por mucho tiempo me he sentido o tonta o irresponsable por no recordar datos que la gente quisiera que yo recordara, datos que a ellas, ellos les parecen dignos de recordar o muy obvios, y me lo dicen así: 

¡¿Neta, no te acuerdas?!, 
¡ay Aspy (de asperger)!
¡Miri, te quiero a pesar de ti!
¡ay no mames!, ¿netaaa?, ¡te estás haciendo bien guey!, 
¡nada más recuerdas lo que te conviene!, 
¡qué mala onda, seguro no lo recuerdas porque no te parece importante!

Y ante esas expresiones, no pretendo victimizarme, sino expresar lo que siento porque al fin y al cabo me gusta más mi memoria. He de decir que a veces me he sentido devaluada, triste y muy sola por no conectar con el mundo real, por no poner el peso de mi memoria en los días en que pasa la basura, en el 5 de mayo, en que se está acabando el papel de baño, y un gran etcétera. Creo que seguramente en este gran planeta de tantas personas, tal vez por lo menos 1/4 se identifique con mi memoria.

Por lo que he decidido hacer un recuento de la memoria que sí tengo y que también es valiosa. Mi querida amiga y roomie Bo dice que mi memoria es cósmica, entonces les diré lo que sí recuerdo:

Recuerdo las sinuosidades de la carretera de la Rumorosa, como un retrato.
La risa estruendosa y el chiflido de mi padre, y las mentadas a mis tíos en tono de broma.
El amor que se le desborda a mi madre y que alcanza para tantas vidas; sus sopitas con huevo, su pastel de queso, que cada cumpleaños me desmañana con una llamada cantándome las mañanitas en varias versiones.
La navidad en que mi hermano se puso de rodillas para entregarle un anillo al amor de su vida.
El alma fundida en la guitarra del dulce y enorme Devol.
La chulada de la Jícama y yo en el barecito que era nada más para nosotras, carcajadas con Bronco y las mejores caguamas de la vida.
Los ojos brillantes de mi hermano al abrazar a su Emilio.
El cumpleaños en que mi hermano me llevó una sorpresa de payasos comediantes albureros.
Los bailecitos de mi abuela Justina y las locuras del señor Don Carlos, abuelo mío, que tanto me heredó con su espíritu exaltado y fiestero.
Al Alex del Nelson y toda su magia en ese bar, su amistad perenne y las especiales perfectas.
A la Keylunchis y todo el rock & roll compartido, vivir juntas en una fiesta eterna.
La generosidad y cariño de mi amiga Li Bo cuidándome día y noche cuando estuve enferma.
A mi roomie Omar y sus bromas que parecen reales y que no sé distinguir si bromea o no, y toda su bondad.
A mi amigaza Karina Villalobos y esos chismaxos duraderos y profundos.
Tecate, la Coca- Cola, la fogata, The Beatles, la filosofía, mis ojos bien abiertos ante un mundo nuevo, y la queja de no haber logrado lo que Alejandro Magno a sus 22.
La protección y fuerza que siento al estar a lado de mi Pilunchis, también recuerdo la lloradera ante las chickflicks.
La transparencia majestuosa de los ojitos de Emilio bebé.
El sentimiento desbordado que no podía contener cuando leí por primera vez Piedra de Sol.
A mi padre jalándome con un cinto amarrado a una caja de cartón, y yo viajando por el cosmos absoluto.
La secundaria y haber ganado un concurso de belleza como princesa primera al vestirme de Saturday Night Fever.
Cuba, el amor que trasciende todo, música que venía del mar y niños descalzos y felices bajo una lluvia tropical.
Ese roadtrip a las Vegas con la abuela y mi best friend Manuel (y lo recuerdo consolándome en el velorio de mi padre).
El roadtrip a Disney, caerme persiguiendo una burbuja, estar toda llena de glitter y al final, al ver el show "World of colour" llorar y llorar y tener la sensación de querer ser mejor persona.
Saberme completas infinidad de canciones, de The Beatles principalmente; y recuerdo hablar de datos inútiles del rock de los 50s con mi padre, a mis 12 o 13 años mencionando a Buddy Holly, Chuck Berry, The Chordettes.
Que se dieron las 5 de la mañana y yo era un mar de lágrimas con Gone with the wind, y recuerdo ese abrazo de consuelo.
Las fiestotas del Vindi que perdurarán en la memoria colectiva chikalense.
Tocar el timbre tres veces y un ser muy especial venía a recibirme todos los días.
A mi amigo Manuel y yo carcajeándonos mientras hablábamos de la mierda y cantábamos Beatle songs en Telvista.
Las tocadas-comida-rock&roll con mi amigo Smokey.
Al bello Maresitos de la vida y esos roadtrips a Ensenada con la luna nada más.
Guanajuato y sus callejones, y cómo se fue poco a poco incrustando en mi alma.
A la Judy-Moody de mi amor bajando en su exuberante abrigo rojo y cómo se abrió un portal cósmico para nuestras vidas, de puro amor.
A mi amiga Dulce diciéndome: voy a hacer una banda y como tú no sabes tocar nada, pues tú vas a cantar. :)

Concluyo que mi memoria sí es efectiva, para la belleza nada más.

abril 21, 2020

Los afters de los afters

Hoy extrañé a toda la humanidad,
la de todos los tiempos,
a todos los muertos,
a los que están vivos y nadie sabe de ellos,
a los que pronto morirán o moriremos,
a los que vienen y no saben de este mundo,
a los que han nacido en el encierro.

Hoy extrañé las cartas largas,
los abrazos cotidianos,
los besos profundos de alguien,
las miradas por primera vez,
amanecerme y ver el sol,
la fiesta eterna y los afters de los afters,
la embriaguez dionisiaca de los fines,
1999 y ese aroma cargado de futuro,
a mi padre y su grandeza,
a mi abuelo Carlos y sus ocurrencias,
la playa de Tijuana de 2006,
el Beer Garden de 2007,
saludar a la gente y que nadie me conteste,
las caritas de los niños con pelota a los pies,
los ladridos de los perros enfadosos,
la cosmicidad en los ojos de los gatos (y unicornios)
al elotero y su chisme (que yo le saco),
el gym y correr desenfrenada,
la casa de mi madre, paraíso del fin del mundo,
al Alex del Nelson y sus gestos de enojado,
a mi hermano y sus historias épicas,
al Emilio de mis ojos que no sabe de este mundo,
a toda la gente que he conocido y que no volveré a ver.

abril 16, 2020

Señor Don Salmón

El respetable Señor Don Salmón tiene una queja, ¡sí, con mayúscula gente! Don Salmón está harto hasta su puta madre de que le llamen "salmoncito": "¡salmoncito mis #$%$%&!", se le escucha gritar enfurecido. 

Dice que está cansado de ser ese ser repugnante y disminuido asociado a la debilidad, a los bebés y a la apariencia de una casa decente.

Me dijo que les dijera que él, sí, el Señor Don Salmón, es aventurero, ha recorrido Latinoamerica de mochilazo, estudió filosofía en la UNAM y fue parte del movimiento estudiantil del 68, es ateo, no binario, ¡y por supuesto!, se adhiere a la IV Internacional, va a las marchas a protestar y es de los que grafitea "héroes nacionales".

Dice que si le vuelven a llamar así, va a proceder con demanda de difamación por daños morales.

Yo paso el recado gente.

La Ñ

¿No les da la impresión de que la Ñ mayúscula es un señor de finales del siglo XIX, que por supuesto usa sombrero de copa, es cascarrabias y se enfurece cuando sus camisas no están debidamente almidonadas; y aunque es aristócrata y tiene la vida resuelta, trabaja como bibliotecario, tiene toc con el acomodo por temas que él cree secretos y al salir del trabajo la pasa en la banca del kiosco leyendo al primer Kant?

abril 07, 2020

Letras y colores

t minúscula

Harta de cargar con esa cruz.

Nunca imaginó que su ser representara un símbolo de muerte. Sabe que le confieren poderes milagrosos, pero se rehúsa a ser en la que todos depositen sus miedos, su fe, sus reclamos.

A veces quisiera irse a un festival de metal, tatuarse una estrella de cinco picos y sacrificar una gallina en nombre de Satán.

***
Gris rata

No soy, no existo, no doy luz, soy opaco, aburrido, conduzco al hastío, a la derrota, al vacío.

Algún día me operaré y seré transcolor.

Siempre quise ser blanco o negro, pero la sociedad nos juzga y el prejuicio mata.

Una piedra mediana

Mediocre y simple es la vida de la piedra mediana.

Amanece y desde que un rayo de luz alumbra sus espaldas, inicia su trabajo, comienza a ser pateada por hombres que no encuentran el sentido.

Se llega el mediodía y cuando pensaba que se detendría, por ser piedra mediocre y mediana, una niña la toma con fuerza aventándole a un charco para que haga el efecto rebote, no lo logra y la niña le lanza una injuria, es que es piedra mediocre y mediana.

Se llega la tarde y el calor, se seca el charco, un turista la encuentra y la levanta porque, en su insignificancia, ni siquiera la tiene que escoger ni mirar, es que es una de tantas; entonces es lanzada al abismo.

Ha anochecido, la piedra mediocre y mediana pasará un par de siglos contemplando el vacío de su existencia que para nadie sirvió de nada. 

Una ausencia sin ruido, sin luto, sin lágrimas.

marzo 23, 2020

Nubecita

A ella se le escuchó decir lo siguiente con gran seriedad:

"Cuando cumpla los 40 no quiero decir esa palabra, prefiero cambiarla por nubecita, tengo nubecita-1, nubecita-2. Y si un día alguien me dice "hey, tú, cuarentona", en vez de nubesona, traeré un saquito de glitter arcoiris para aventarle en la cara en represalia".

El suceso

En los anales de la historia, siempre hay un momento en el que hay que voltear a ver aquella escrita con minúscula, la que yace bajo las piedras en el más ignoto olvido, la ruina a la que nadie voltea. Y alguien tiene que narrarla:

Eran tiempos felices, eran los 90.

Aquellos nobles señores de la comedia no requerían más que una dulce danza para encontrar la hilaridad del mundo. Uno recitaba poemas y el otro se lanzaba al piso en un performance contemporáneo que emulaba a un camaleón epiléptico. Era un martes, en una de esas danzas a uno le brotó del pecho un pequeño cuerpo inmaculado, lo guardó y siguió bailando, después se lo entregó al otro en un gesto de ingenuidad y candidez. Eran los 90.

Perspectiva de un moco que no quiere salir de la nariz cuando un niño se está aprendiendo a sonar:

Lo sé, soy un monstruo, de esos que no asustan, de esos que no tienen claro su sentido de vida, tan efímero, tan fugaz. Sé que doy asco, que soy un eterno exiliado, me corren de mi cueva, de debajo de las bancas, no pertenezco a ningún lado, soy un pobre ser que es catapultado, embarrado, escondido, despreciado...

¡Noooo, otra vez nooo!, la eterna lucha que invalida mi breve vida, no vine a nada, no salvé a nadie, no escribí un libro sobre mis ilusiones, no diserté sobre el mito de la caverna, ¡nooooo, muerooo, argh, no, otra vez!

#disculpenlasmolestias #coronavirusimagination

marzo 09, 2020

8m/2020




¡Ayer fue un día glorioso!

Tengo el privilegio de ser una mujer que ha tenido la suerte del encuentro con la filosofía, la poesía, la música, y es así que el arte me ha dado alas para andar siempre con la bandera de la libertad y ser lo más parecida a mí que sea posible, sin avergonzarme de mis gustos, mi forma de vestir o mi postura política. Debo decir que tengo la fortuna de haber crecido con una madre y un padre que no me dieron más que amor, y una abuela y un abuelo que llenaron de alegría mi niñez, un hermano al que amo y que nuestras ideologías son diametralmente opuestas, y eso, en gran parte, me ha constituido en lo profundo.

Tengo otro privilegio, haber sido compañera de un ser humano filósofo maravilloso que destapó una sensibilidad poética-política en mi persona, al que agradezco sobremanera haber compartido el camino por tantos años, el que me invitó a entrar en contacto con los estudios de género, revolucionando mi conciencia de modos radicales y hermosos.

Tengo, aún más, el privilegio constante de tener maestras y amigas con las que reflexiono la palabra, las decisiones, la conciencia, el camino andado, los modos de hacer y estar en esta vida. Con las que no me siento juzgada sino protegida, las que me han enseñado a disipar mis miedos, a decir lo que siento directamente, a tener derecho a decir NO cuantas veces quiera, a aceptar que mis SÍ son míos nada más.

Además de todas las brujas bellas que son mis amigas, yo le agradezco a: Judith y Merarit, sin las cuales todavía no me encontraría, mujeres estructura de mí, espina dorsal de mis decisiones, a quienes amo, con quienes he vivido, he llorado, reído, bailado, amanecido, festejado sin razón y con tantas razones. ¡Gracias eternas!, porque si entiendo la sororidad es por ustedes.

Y regresando a lo que originalmente quería expresar:

¡Ayer fue un día glorioso!, porque haber estado en esa marcha e ir recorriendo la avenida Reforma acompañada de los gritos de mis hermanas me puso la piel y el alma chinitas, porque mis amigas y yo fuimos y somos parte de una historia que se está transformando, lo estamos viendo, lo estamos viviendo, no tuvimos que morir para que nuestra forma de entendernos desde nuestra condición de género cambie. Ayer lloré intensamente al ver el júbilo y el gozo con que las mujeres bailaban (y el justo momento en que una de ellas, en la algarabía del instante, me vio a los ojos, con una sonrisa que conectaba con mi madre, mi abuela, con todas mis ancestras), gritaban, se expresaban, sin miedo, andando juntas, avanzando hacia esa plancha representante de un poder patriarcal con todos sus monumentos que únicamente simbolizan héroes fallidos en los que ya nadie cree.

¿Qué queda de nuestra “nación”?, ¿es acaso que todavía o alguna vez sentimos orgullo escuchando el himno nacional o al enarbolar la bandera mexicana?, ayer vi ese símbolo patrio con los colores negro, blanco y morado, y esa bandera sí me inspiró un gran respeto, porque es conciencia pura, al entender que vivimos en una patria ensangrentada, feminicida y tomada por el narco, pero también en transición hacia la esperanza, de resignificarnos, de que sea otra la mirada con que vemos esos símbolos caducos y esas figuras de poder que ya no representan más que la decadencia y el recuerdo de un México que se edificó sobre la sangre de su propio pueblo.

Mi corazón palpita cuando recuerdo la secreta expresión de felicidad de las mujeres policías que “resguardaban” los edificios o monumentos, de las mujeres que detrás de la ventana del restaurante presentaban pequeñas manifestaciones escritas que nos apoyaban, el grato saludo de complicidad en los balcones de los hoteles o, las señoras que, aunque fuera de la marcha, nos observaban con dicha, con asombro; ¡y es así como se siente la historia viva, la hecha con minúscula!, porque juntas despertamos y nuestros gritos de rabia han sido transformados en música que no se apagará jamás.

¡Que sea otra la mirada con que vemos a cualquiera que ostente autoridad, que no haya jerarquías, que no haya manera de que una posición de poder (¡ni amo ni estado ni marido ni partido!) nos haga callarnos sin exigir lo mínimamente digno para la vida de cada ser humano, sea que se nombre “mujer”, “hombre”, “mujer trans” o cualquier disidencia!

#Vivasnosqueremos #8m2020poesíaenmovimiento

febrero 08, 2020

Unum

Voy directo hacia el abismo,
y no hay eco que devuelva mi silencio,
puentes rotos entre nadie,
soy reflejo en la oquedad del abandono,
transparencia fútil y vacía.

He nacido la mitad,
algo en mí golpea desde dentro,
no respondo,
melancolía que me llueve con el viento.

Ebria desde el instante,
siempre sed,
siempre sed.

Soy la sombra que no encuentra,
soledad de camposanto,
huella en la arena
al saberme polvo y tiempo.

Soy lenguaje sin memoria,
naufrago en mi recuerdo fatigado,
no sé cómo emerger de ese crepúsculo,
me he olvidado de mi historia.

Hecha de fuego,
me asomo al destierro
llueve en mí,
todo rastro de mi rostro
se diluye, el frío
anquilosa este incendio.

No hay lenguaje,
palabras vacías,
silencio profundo
de las alcantarillas.

¿Quién soy?,
no me encuentro,
tristeza infinita
de ser a destiempo.

febrero 05, 2020

Estar enferma

El 2019 viví un proceso de enfermedad que me hizo replantearme la existencia completa. Yo le llamo ExDengue-Tifoidea, y el resultado: intestinos, diarreas, alucinaciones, anemia, caída de cabello, manchas.

Pero ahora, conciencia física, soy un cuerpo, tengo un alma, soy tan efímera como el viento, y sé que el resto de tiempo de vida no hay otra cosa qué hacer más que agradecer la conciencia que soy: amar, observar, sonreír, porque habrá un día que todo resto de razón desaparezca.

Ser Flor de un día, decía Marco Aurelio.

En el 2019 me reinicié, entendí qué significa volver a nacer y darle un sentido fresco a la vida, a las palabras, a las acciones.

Sin duda, cambio de paradigma, vuelta de tuerca, otra oportunidad para ser desde el espíritu, para ver más allá de mí.

enero 31, 2020

Gato-Dios


¿De verdad creías que eras mi amo? pobre iluso, gigantón mamífero erguido que piensa que conoce la belleza, que piensa que piensa.


No conocerás más elegancia y garbo que la de mi estirpe, no conocerás caminar más pausado y seguro que el mío.

¿Acaso crees que tu forma de vida en la que trabajas y produces solamente basura es la más inteligente y fastuosa? Nunca entendiste nada, tu conciencia fue un regalo divino y lo echaste a perder como todo lo que tus sucias manos tocan, naciste condenado, débil y miserable humano. Tener la belleza, el arte, la naturaleza a tus pies y corromperlo todo.

En cambio yo, amo del universo, soy un dios que habita la tierra para compensar tu fealdad, para equilibrar tu maldad, siendo casi etéreo como las nubes, tan perfecto y decidido como un león.

Apréciame resto de homúnculo vencido, aprecia la naturaleza y estos últimos resquicios de belleza y placer, porque caminas directo hacia el abismo.

Yo nada mas digo querido amo, miaus, ¿me das atuncito? miaus. 

Mosca orgullosa de ser mosca

Se burlan de mí asquerosos humanos, me tienen lástima, me perciben como un ser miserable y repugnante que no debería de existir, ¡pero no saben!, no tienen idea de la profundidad de mi conciencia, ¡por dios!, yo vuelo y ustedes humanos, se arrastran con sus ridículos cuerpos erguidos y encorbatados aunque posean cuatro patas...

¡Ridículos!

No saben que con estos ojos veo el revés de la realidad y con estas patas saboreo y encuentro belleza hasta en el manjar más inmundo. 

Ustedes viven bajo la opresión de un gobierno, 
yo de mi propia voluntad, 
ustedes usan ropa ocultando la fealdad de sus cuerpos, 
yo planeo por los aires en mi sublime desnudez.

¡Nací mosca, soy mosca, mil veces mosca!

Intensa y breve, fugaz y etérea, feliz.

Enfrentar la eternidad

¿Quién soy?, ¿qué soy?, ¿por qué puedo expresar palabras?, ¿qué significa todo esto?

Hay un eco de mi voz en toda esta negrura, mis pensamientos rebotan en el vacío del que broté y reverberarán por siempre, ¿por qué existo?, ¿qué es esta pesadez y melancolía que me invade ante la soledad de existir?, existo, no quiero estar solo, si por lo menos tuviera un cuerpo para danzar con el viento, si por lo menos tuviera la esperanza de un final.

SIGLO XIX, SIGLO XX (parte 2)

SIGLO XIX

-Amada mía, quiero saber si me haría usted la deferencia de contar con su adorable presencia, tomar su mano y pasear a caballo conmigo. Sabrá usted que he venido a cortejarla con la esperanza de un sí rotundo y enamorado.
-Sepa usted mi bienamado que si mis padres aceptan su dulce cortejo, tendré a bien darle mi mano, tomarle del brazo y caminar honrosamente por la pequeña plaza, o le digo con emoción, ir a la iglesia a rezarle a mi Santo Cristo Redentor.

SIGLO XX

-Hola Tinder, qué tranza, ¿hotelazo o ke?
-Va, te llevas unas chelas.

Es una fiesta

La dulzura de su acento es una fiesta,
la tibieza de su abrazo es una fiesta,
el sutil mareo de un roncito es una fiesta,
la violencia de las olas que eclosionan en la arena es una fiesta,
perderse entre sueños y sinrazón es una fiesta,
conectar dos corazones es una fiesta,
haber nacido en el siglo XX es una fiesta.

enero 20, 2020

Emilio futurista

Hace un momento pensaba en el maravilloso Emilio, que nació en 2019, y si este mundo se compone un poco, quizá le toque presenciar a sus 81 el siglo veintidós: y cada vez más cyborgs, carros voladores, modas post-apocalípticas (nada más por bonis), chips cerebrales que contengan toda la música de todos los tiempos, los animales existiendo para sí mismos.

!Qué maravilla mi Emilio!, te escribe tu tía desde el 2020, aún siglo retrógrada en tantos sentidos, pero con detalles muy lindos como: youtube, la información a nuestra disposición, ipods y algunos robotcitos.

Hiroshima

Fue el gato. En su tremenda y jubilosa potestad creía que ese botón era para desaparecer al mundo humano, entonces, con todo el ejercicio de su realeza, colocó el guantecito de su mano sobre el botón rojo; el resto es historia, Nagasaki fue obligado, ya lo había comenzado el gato, Estados Unidos no podía hacer el ridículo.

Insulto light

!Qué flojerita me das!, ¿creerte intelectual y sostener toda tu farsa mientras tienes que estudiar toda la vida para demostrarle a los demás tu poca gracias para debatir?, relájate y aprende primero a ser tú mismo, a buscar la belleza, a no perder el tiempo porque en él se nos va la vida.

p.d. A nadie le importa una mierda que sepas arameo.

enero 06, 2020

De su voz y de sus pasos

Su voz era mesura, calma, siempre emanando dulzura a la vida, a la gente.

Sus pasos eran firmes, había sencillez, ¿llegar lejos?, ¿adquirir riquezas?, ¿para qué?, él nada más quería llegar a nuestra casa, pequeño paraíso donde nada faltaba.

Su camino fue breve, pero con su voz y con sus pasos lanzó semillas al viento que su hija recogió y plantó en la poesía, en los gritos de rabia, en construir la vida que le diera la gana.

Su camino fue breve, pero con su nobleza y honestidad plantó semillas que su hijo cosechó, ser humano íntegro que nunca se ha cansado de luchar, que ante la nada que implica nada que perder, se abrió sendas honestas ante una Tijuana ruda, ensangrentada, y con una gran mujer edificó un hogar en donde caben todos, en donde las navidades son la fiesta más esperada.

Su camino fue breve, pero su sonrisa, paraíso de todos, fue heredada por una almita noble, el precioso nieto, porque donde sea que estés, querido padre, serás el recuerdo de un gran abuelo.

Su camino fue breve, pero con su fugaz existencia y la debilidad de un cuerpo enfermo, abrió el camino al cielo al amor de su vida, mujer generosa, que le acompañó, le consoló, que le amó hasta el final.

Su camino fue breve, pero profundo y perenne para quien le recuerda y le sueña, para quien escucha todavía su mesurada voz, para quien sigue sus firmes pasos.

Emilio sabrá de ti.

Sorpresitas 2019

El 2019 inició en diciembre de 2018, vi a Sean Lennon y Les Claypool, tengo la pick con la que tocó Sean.

El 2 de febrero canté de nuevo con Vaginas Suicidas.

Entré a cantar con No Quietud y gracias a ellos fui a Tijuana-Chikali varias veces.

Mi hermano descubrió que tenemos un hermano nuevo.

Terminé una relación súper bonita y libre, pero era momento.

Me enamoré de un poeta y y me desenamoré.

Terminé en una reunión de Neuróticos Anónimos sin querer.

Viajé a Mazatlán a encontrarme con mi madre en un primer viaje juntas.

Tengo un nuevo sobrino, se llama Emilio y es hermoso y perfecto.

Quedé en la maestría de Arte y Literatura.

Me contrataron como escritora de artículos en una página de EUA, argumentando a favor del CBD y el THC.

Me dio raite un buen amigo y con él abrimos un taller de poesía.

Me dio raite un fan de Jethro Tull y a la siguiente semana otro más, quiero que se vuelvan amigos.

Ya cumplí 37 y ha sido maravilloso sentir que tengo nuevos amigos.

Publiqué y presenté mi primer libro de poesía.

Me enfermé de Dengue-Tifoidea.

Conocí a Mars.

Me perdono

Me perdono...

Cuando tiemblan las palabras en mis labios,
cuando no me reconozco en el espejo,
cuando dejo que los juicios hagan hoyos en mi espíritu,
cuando me repulsa mi cuerpo débil y enfermo,
cuando no soy capaz de amar sin miedo,
cuando la ansiedad me envuelve en telarañas infinitas,
cuando despierto sin esperanza ni fuerza,
cuando siento que no soy suficiente,
cuando me voy y me vuelvo a ir y soy libre,
cuando no fui la hija ni la esposa ideal,
cuando no sé cómo poner el café, y sí datos absurdos del zarismo,
cuando no he sido yo por profundos miedos.