agosto 09, 2015

La física

Sus ojos en los míos,
se sumergen,
van al fondo.

Se acerca,
despide un hálito que me quiero comer,
cuerpos en calor,
no hay gravedad,
su boca toca mi centro,
exudo,
mi piel va a sus manos,
mi boca a su cuello,
un valle que no quiero acabar.

Hay fuerza,
no hay necesidad de detenerse,
el dolor es caricia entre sus brazos
que huelo en un suspiro lento.

Bajo, subo, bajo,
lienzo cálido que me disloca,
no me quiero ir.

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