agosto 14, 2015

Ella

Nunca en la vida había caído en cuenta de que esa mujer amiga y amada mía pudiera cometer las más grandes fechorías y yo la apoyaría, para mí es obvio que por ser ella tendría sus razones. 
Son muchos años de amor, amistad, banda, cantar juntas y ser cómplices. Si hay un lazo que pueda decir que es duradero e indestructible, es mi lazo con ella.

Y es que observen..., en mis tiempos más difíciles ella ha ido por mí a mi barecito a totales deshoras, sólo porque le llamé y me sintió tristona, y por casi un año soportó mis fiestas invitándome a quedarme en su casa, en donde vivía con su familia, dándome la llave, haciéndome desayuno, el que yo quisiera, consintiéndome, escuchándome, sin juzgarme. 

¿Cómo no llamar amor, hermandad, sororidad a esta amistad que me consuela, me abraza y me ama?

Si creo con ceguera total en que el humano puede ser bueno y leal, es por ella, si creo en que algún lazo puede ser eterno y verdadero, es por ella, si creo en la amistad que no traiciona, que te ve a los ojos hundiéndose en tus transparencias es por ella.

Quiero que nuestra vejez vaya de la mano, quiero que todas las épocas de mi vida ella esté presente, quiero que sea la amiga que por un azar absurdo e incierto nos encontramos y que la voluntad y el amor nos empuje a ser juntas, porque la historia la escribimos nosotras, y haberla conocido cada momento es un regalo.

Pero sobre todo quiero que en mi lecho de muerte ella me tome de la mano, me vea a los ojos y que su gran amor me transmita esto: "fue una buena vida miriam... puedes irte en paz".

Rancho "Las cruces"

En rancho "Las Cruces", Lagos de Jalisco, vísperas de mi cumple 33, con Miguel, Regina, Tía Pera, Tía Chava, Tío Kiro, Dieguito.

!Llueve a cántaros!, también truena y relampaguea, no hay tiempo.

Hoy he comido lo siguiente:

Dos gorditas de frijol con queso, gorditas de chilaquiles, gorditas dulces, papas al ajillo y tajín, un taco de guacamole, una tostada de guacamole, un taco de nopales, pozole de grano, tequila, chelas, café de olla.

Y las tías mostrándome los vinilos de su padre, narrando historias, recomendándome música mexicana de esa de a de veras, yo anotando azorada queriendo escucharlo todo.

Llueve con pasión, cae un rayo muy cerca de nosotros.

Es tanta la lluvia que opaca nuestras voces, cae otro rayo y va atenuando la luz.

El humo del fogón irrita mis ojos, y es también perfume que viaja en mis adentros.

Me quemé los dedos de tanto descorazonar ajos.

Siguen las gorditas de harina con nopal, y el café de olla enhumado, pasa la medianoche, nosotras seguimos cantando.

"Me voy en ese trennnn que va pa rumbo al sur..."

Afuera el arroyo está crecido, lo vemos sorprendidas.

Una más, ahora bailo con la tía Chava.

La noche se acaba.

!Gracias!

agosto 13, 2015

Ligera

Quiero desvanecerlo todo y quedarme nada más con mis recuerdos.

Ser desnuda y sea la sombra de un árbol la única que me cobije..

Quiero apilar todo el contenido de esos cajones privados y encenderlo, hasta caminar sobre cenizas.

Quiero quemar mi ife, mi curp, mi pasaporte, mi cédula, y que mi única identidad sea el mantra de mi nombre.

Quiero andar por el mundo y sea la vida un encuentro de canto, que cada persona que se siente a mi lado me brinde la mano, y sea cada instante una revelación de mis contemporáneos.

Voz

!Cuántos años hubieron de pasar hasta encontrar mi voz!, fue terrible querer hablar y que esa sombra aplastante de mi me ahogara quitándome el aliento; y en cada palabra había duda, y cada decisión nunca lo fue, porque ese monstruo extraño que habitaba en mi me cancelaba, y mis pasos estaban a merced de la culpa o el miedo.

!Cuánta vida hubo de pasar para tener una voz!, respetar mis deseos, no temerle a mis sueños. 

Hay mucho camino por andar, pero no es sino hasta hoy que el sendero lo van abriendo mis pasos, y es hasta ahora que me siento libre para pensar, edificarme o derruirme.

agosto 10, 2015

Regalo












Sin apreciarlo en toda su dimensión he llevado conmigo por más de quince años un regalito de una bella amiga mía de eras pasadas.

Su nombre era Martha, trabajó conmigo en DIF Municipal, allá por los tempranos dos mil, y un día en uno de esos cumpleaños míos con el puño cerrado y mirándome a los ojos me dijo: 

"Mi amor, si un día te sientes triste, y crees que todo vale madre, si ves que la vida es una mierda, si te duele el corazón, si la aflicción abruma tus sentidos (palabras más, palabras menos), acude a este presentito y encontrarás respuesta".

Lo recibí y en mis manos estaba un pequeño y dorado objeto, era un espejo.

Entonces comprendí. <3 p="">


agosto 09, 2015

La física

Sus ojos en los míos,
se sumergen,
van al fondo.

Se acerca,
despide un hálito que me quiero comer,
cuerpos en calor,
no hay gravedad,
su boca toca mi centro,
exudo,
mi piel va a sus manos,
mi boca a su cuello,
un valle que no quiero acabar.

Hay fuerza,
no hay necesidad de detenerse,
el dolor es caricia entre sus brazos
que huelo en un suspiro lento.

Bajo, subo, bajo,
lienzo cálido que me disloca,
no me quiero ir.

agosto 04, 2015

Amaranta


Amaranta es alimento, dulce de fuego que quema los adentros, sonido que delinea un ser, grito de madre que desde el acta hasta la tumba cincelará una vida.

Y el eco de su nombre será vasija para contener el primer paso, aquél tímido gesto de la muerte con el deceso de la tortuga severiano, la primordial caricia, el primer adiós por siempre que nunca sabremos, el alma entregada en total ceguera, el peso de la distancia y ese instante personal de cara al tiempo que marcará un epitafio.

Amaranta no es un nombre, es piel traslúcida en que se tatúan los días, y al pronunciarlo, el primer paso, severiano, la caricia y la distancia vuelven a ser.

Y llegará el momento en que Amaranta caerá a letras, una a una, y ese último fonema penderá de un sonido cuando su recuerdo muera en una final pronunciación.

A - ma - ran- ta.