julio 30, 2014

Camino

Camino lento
en esa tarde de lluvia que es tu cuerpo.

Tus ojos dormidos despiertan en mí
sueños indebidos.

Camino presurosa
hacia ese infierno febril
de tus labios violentos.

Me detengo.

Y arrastro al tiempo
en eternidades pasajeras.

Voy a tu espalda,
mis manos cobran memoria,
lienzo de acero, pétalo de jazmín.

Sigues dormido,
te miro y desvisto de tu piel
tu cuerpo ya desnudo.

La luz de la vela te dibuja
ojos gatunos.

Te respiro en un trance
que me viaja a tu esencia delirante.

Tu piel es miel que hierve
en mis manos
y en mis ojos
es un abismo de misterios.

Despiertas
y tu voz barroca
me conduce a los confines de ti.

No hay comentarios.: