Cómo poder expresar el desasosiego tan sentido en la despedida de un viejo.
Con qué poder formular la fascinación que nos atrapa en un acorde, una escena, un verso, un rostro, una tarde, una voz, la arena y el misterio azul profundo que guarda ese testigo del tiempo, del origen, de imperios, de guerras, de amores, de tragedias, de naufragios...
Cómo poder reflejar la soledad de la que estamos hechos, la esperanza o el sin sentido de los días.
Cómo cantar y vomitar toda esta algarabía o quebranto, cuando a veces nos ahoga el alma el desconsuelo o la dicha.
Cómo gritar su ausencia, abrazarlo desde aquí, bendecirla con mi voz... si no es contigo poesía.
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