Tiempo, luego existo...

Significó tanto para mi, poder vencer mis miedos, luchar contra este monstruo que llevo dentro llamado ego, poder pararme enfrente de ell@s y haber dejado que mi corazón latiera a otro ritmo, traduciendo esas notas de esperanza en magia...

Este día jamás lo habré de olvidar, porque pude contra mi, porque me dejé ser sin ambages y me vi danzar con la palabra.

!Gané... y gané tanto!

Ahora sé que no es un sueño, las ideas más descabelladas pueden llegar a ser y están separadas de la realidad con una delgada línea, la línea del esfuerzo y del amor por todo lo que se hace.

Crecer duele

Por qué será que cuando se crece un poco se crece de a madrazos, como que nadie dice "agua va" ni es pasito a paso; pude ver el rostro de una niña princesita rosa disolverse en ácidos de dolor, y de repente...al sentir el madrazo esos ojos brillosos perdieron algo, se los llevó el accidente y el tiempo, la tortura mental de sentir el absurdo de la nada, de un existir que se agota segundo a segundo y de un momento a otro ese pedacito de instante se vuelve un pasado surcado por el abismo del jamás, pude ver esos ojitos tristes algo secos, crecidos, opacados de angustia y no resignación, pude verlos de una madurez hecha con severidad y experiencia.

Por qué entristecernos cuando alguien muere, ¿será que quizá la muerte esconda algo terrible o será nuestro ego y su dolor, o...será que esconde algo muy bello?, ojalá.

Crecer duele.

Sonrisa de sandía PARTE II

!No puedo creer lo feliz que soy!

Ahora todos mis duendecillos se portaron muy bien; la clase de oratoria casi hace ahogarme de risa; cuando iba manejando un señor ofreció comprarme mi traviesín y yo simplemente sonreí amablemente y me dije "ni madres es mio, jeje.. como toda madre orgullosa"; llego a la casa y la comida ya está, es el platillo que más me gusta de con el Juanito, alcancé a terminar mi tarea; posteriormente un hombre guapo que adoro me recibe a besos, abrazos y sonrisas; después me muestran que habrá un concierto de Iron Maiden y yo dije "ah, que bien!", pero en letras pequeñísimas pude observar que tocará Dream Theater y casi me desmayo, y comencé a saltar y mi corazón a latir y a recordar.

Ver a John Petrucci hacer milagro y magia con la guitarra, a John Myung hacer genialidades con el bajo, a Mike Portnoy tocar su enorme batería y rayarnos a todos la madre de manera sutil, a Jordan Rudess aventarse sus solos de piano magnánimos y escuchar esos berridos de Labrie con los sublimes coros de mi Petrucci no puede más que darme una enorme motivación de aquí a junio para hacer las cosas bien, para trabajar duro y merecerme un ticket a ese sueño que resulta dream.

!viva el siglo XXI con todo y su mierda! !yupi!

Torbellinos de tiempo

¿Dónde quedaron las ratas de la plaza?, cada vez se alejan más, un torbellino se las ha llevado, dónde el olor a hot dog por la madrugada, el camino a la calle 10, las seis cuadras que recorría en aquellas calles vacías, el olor a pescado de la 5ta, la larga espera en el sitio de taxis que me conduciría a mi hogar, el recuento de los daños, la entrada a esa casita blanca de paredes de iglesia, a ese recinto que era mi habitación el cual me acogió durante largos quince años. Todo se lo ha llevado un torbellino, el torbellino del tiempo.

El eslabón perdido

Lo vi, su cuerpo era rugoso y caminaba erguido, a cada paso sonaba el crac de la madera, tenía una mirada penetrante, me observaba atónito como quien ve a un extra-terrestre, cada coyuntura de su cuerpo movía incesantemente al resto; era un hombre de palos, era …el eslabón perdido y entonces comprendí que nuestros ancestros primigenios son los árboles, no hay duda, por ello respiramos oxígeno y ellos en simbiosis inhalan nuestro dióxido de carbono para recordarnos lo necesarias que son nuestras raíces.

Me gusta idealizar, ha de ser bonito tener dioses o creer en algo.
Por absurdo que suene lo que más me ha llevado a sentir una experiencia teológica es la música, por eso me gusta escucharla sin conocer a las personas que la hacen, la música por la música solamente, en su pureza, pues si conozco al artista mi ideal de perfección se viene abajo, el ser humano es tan imperfecto que desdibuja las más bellas sinfonías.

Y me sigue ilusionando vivir, y espero con ansia el mañana porque mi día pinta bien.
¡Que viva el mundo y sus matices!.

Alguna vez una sabia mujer me dijo que era preferible sentir el dolor de haber nacido a ni siquiera haber llegado a ser. Nacer es doloroso, dijo esa sabia mujer, pero es más doloroso y aburrido no haber respirado jamás ese dolor. Finalmente todo es gratis, son gratis los madrazos, son gratis los besos, son gratis las cervezas y los días.

¿Por qué seremos tan estúpidos los humanos?, después de tanta sabiduría, y estudios, y libros… seguiremos cayendo en las mismas trampas.

¿Cuándo fue el cuando?, cómo es que decidieron qué era el tiempo y le dieron el nombre de año o segundo o millón de año y cómo tener noción del inicio de los tiempos cuando ni siquiera podemos controlar la noción de minuto: esclavos del tiempo.

¿Qué somos?, por qué aseguramos que “seres humanos” cuando ni siquiera nos conocemos ni somos capaces de lidiar con el vacío que implica el enorme yo.

Tan fácil que es la disyuntiva entre el bien y el mal, pero no le hacemos caso al sentido común y oscilamos entre el mal y el mal.

¡Cuánto le debemos a nuestro cuerpo! y el ego es tan estúpido como para hacerle malas caras.

No somos nada.

El dolor se manifiesta con la contracción de la quijada.

Payaso

Morías en vida, robabas para dar de comer a quienes apenas sobrevivían en las alcantarillas de aquella ciudad amurallada de miseria, de asfalto.

Te vi aquella noche cubierto de color y de alegría, con tus enormes zapatos que pateaban al mundo y su realidad sombría.

Te vi bajar bañado de luna al sótano del aquel bar de mala muerte, hace ya algunos ayeres que te vi en esa frontera violenta. Cuando llegaste los destellos de tu dicha iluminaban el zacasonapan tan lleno de desgracia y desventura.

Paseabas en tu triciclo rayándole la madre al mundo, metías algunas monedas al tocadiscos y bailabas con toda tu altura y delgadez, le bailabas a la vida disfrazado de alegría.

Pero tus ojos ocultaban algo.

Me enamoró la chispa que le imprimías a ese caverna en ruinas y me hacías reír con tus ocurrencias; yo di por hecho que eras globito pérez-osito, payaso siempre, payaso feliz, payaso de veinticuatro horas; pero un día te vi tal como eras y eras oscuro, cansado de vivir, mirada cabizbaja, vestido de negro con el peso del dolor sobre tus espaldas.

Y de repente te volviste una fantasía, te me disolviste en el humo de tu cannabis…para siempre.

El dolor se mide en la contracción de la mandíbula.