Cuando he pasado por los panteones, he podido observar que varias tumbas dicen fechas de vida cortas, y supongo que son muertes casuales, accidentes, enfermedades tempranas, muertes de cuna, y arguyo ¿no seré yo una de esas tumbas de abril en un futuro?, en la que esté colgado un juguetito, olvidada por el dolor. ¿Cuándo moriré?, qué año, qué día, qué momento exacto, qué circunstancia…¿cuáles serán mis últimas palabras?...
Tan sólo soy un cuerpo finalmente, tengo conciencia pero esa conciencia surge de otro órgano más, finalmente soy riñón, apéndice, sangre y materia animada. Finalmente por más que abstraigo todo lo único que creo vale la pena es el amor, si fuera sólo cuerpo y necesidades fisiológicas quizá el aburrimiento hubiera sido mi circunstancia, mi día, mi hora exacta…, mis últimas palabras...pero el amor, el más abstracto de todos los abstractos me regala sueños y esperanzas.
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