y en medio de nosotros hay abismos,
pero también puentes inquebrantables,
historias tejidas de filigrana,
y en su fragilidad de acero podemos andar,
y los puedo recorrer cuando quiera,
como si flotara en el mar.
Cierro los ojos,
no le temo al abismo,
y de nuevo acaricio tu mano de héroe,
beso tu serena frente,
toco el timbre,
canto contigo.
Vamos ligeros en ese viaje sin fin de mis recuerdos,
hablando con los ojos
en nuestro silencio,
envuelta en tu dulzura,
envuelto en mi canto,
y ni te vas ni me he ido,
porque cada letra de mi nombre azulea de ti,
y cada letra del tuyo emana tonos de poesía febril.
No hay adiós …
“Vengo desde tus brazos, no sé hacia dónde voy”.
Inspirado en "farewell" de Neruda.
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