marzo 28, 2013

En algún futuro

Del plano real se podía pasar al plano caricatura, sólo necesitábamos ingerir una cápsula con cierto líquido que transformaba la percepción.

Encontré unas monedas en la arena, eran antiquísimas, quizá de la época de las primeras civilizaciones, tenían trozos de oro amarillo y oro blanco. 

En la versión de la realidad, lo que antes era el mar se había convertido en un pantano, el cual estaba cubierto por cuerpos humanos inertes y mucha basura; en algunos lugares se había secado tanto, que si no se estaba atento por dónde se caminaba, se podía caer a una profundidad jamás imaginada. Lo más raro es que de la nada un cúmulo de agua brotaba con una fuerza descomunal, por eso era peligroso adentrarse a ese mar de basura y muerte.

Sin ninguna aparente razón, Homero Simpson era el personaje principal y yo la narradora omnisciente.

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