marzo 13, 2011

En una sandía


¿Por qué leer?, ¿por qué es más válido leer que escuchar o ver o tocar o saborear u oler?; la vida ofrece muchas experiencias que podemos interpretar, ¿por qué letras que contienen un sonido contribuyen a la cultura universal?


Qué tal si saboreando descubro el sentido de la vida.

Y si escuchando me dejo seducir en un acorde y comprendo el por qué cósmico.

Y si acariciando siento, encuentro y se manifiesta a través de una epifanía el más grande éxtasis.

Y si bebiendo un aroma puedo despertar en este transitorio y fugaz camino que a veces nos aliena y nos ahoga, nos hiere y nos perturba y nos abandona y nos cala y nos cuestiona.


Qué tal si en el tacto la filosofía se revela erótica, y en una danza de fuego responde al tiempo: !siempreeeee!, o si en un ritual el rumor de un viento sereno se funde enamorado con el golpetear de la lluvia apagando el fuego, y de entre las cenizas y el tintineo, el olor a tierra mojada y a madera crujiente una copla se entona risueña dando una simple respuesta: !Juegaaaa!


Qué tal si todo aquello que nos es oculto, esos resquicios, esas esquinas, esos recovecos que no vemos, esos enigmas que en lo cotidiano nos absorven, ese misterio insondable de ser, ese silencio que merodea nuestra cabeza cuando estamos solos, ese existencialismo de madrugada se resuelve en la mordida de una sandía, o en las huellas que van dejando los pies descalzos en una tarde de playa, o en la charla con un extraño, o en el incógnito placer que encierra el chocolate, o en la contemplación absorta de una flor, o en el cálido beso de un niño a su abuelo que le grita a la Tierra: !Amaaaaa!.


Qué tal si nos leemos...

1 comentario:

CerezaFlotante dijo...

Me encanta cuando lo que escribes me contagia...
deberíamos disfrutar de los pequeños placeres de la vida
Y es la primera vez que algo relacionado con una sandía me gusta :D jajaja...