noviembre 14, 2007

Un pms más.


¿Que me está pasando?, de repente me siento tan insegura, como si no me mereciera estar a lado de mi niño, como si fuera un monstruo que se encuentra a lado de un príncipe y no puede con ello.
Lo veo de lejos, lo miro caminar y me doy cuenta y realizo y me hago conciente de que ese niño con esas barbas me adora, que lo da todo por mí…
Pero cada que lo veo serio me entra una congoja, una incertidumbre de saber si no lo hago feliz, de sólo pensar que extraña algo me tiembla el alma. Quiero cumplir mis sueños a lado de este caballero, quiero despertar cada día y entregarnos en una sonrisa.

Desde que estoy con él no me he sentido sola, ojala siempre me tenga la confianza de decirme lo que siente, de preguntarme, de pedirme, es un ser maravilloso, toco sus piernitas, su pecho, lo huelo y me entra un latido en el corazón que me enamora y me avienta a un estado onírico por amanecer a su lado.

Desde que me acuerdo he tenido mis crisis de tristeza, de sentir que el mundo vale mierda y no hay nada que hacer, de sentir que quiero esconderme debajo de mi cama para siempre y asomarme sólo para recoger un plato con cereal. Desde que recuerdo me he sentido tan sola y vacía que me inventaba mundos maravillosos para sobrellevar el día.
Me siento en mi casita, en nuestro hogar, tengo un pingo que me sonríe cada que me asomo, tengo a un familiar que nació para mi y me acompaña en mis dolores y tristezas, ya no estoy sola… desde que lo tengo a mi lado no he vuelto a sentir esa amargura de hastío que me magullaba el alma, tengo tanto miedo de que esto no sea real… él me ha demostrado con su carcajada y sus coscas que me ama, nuestra puerta de amor es el recinto… pero soy tan insegura a veces que mi estadio de princesa se vuelve simple plebeya.
Quiero la eternidad contigo, quiero saberte adentro de mi en cuerpo y alma, quiero que me embarres de caricias, que me satures de besos y palabras bellas, quiero que nunca te vayas de mi ni siquiera para trabajar, quiero tomarte de la mano y no soltarte jamás, quiero hacerte el amor tanto, tanto que nuestros cuerpos se enclaustren el uno en el otro, quiero… quiero, quiero saberte mío en intensidad, en pensamiento, en sueño, en amor, en recuerdos, en vida, en muerte…

Lo eres todo para mí, jamás pensé que existías, en el transcurso de mi vida acelerada y descarriada nunca me topé con un ángel como tú, toda la basura que encontraba en el camino me embarraba de más mierda.
Pareciera fácil, mi vida pareciera muy ligera, pero he batallado, soy sensible, me duele todo, me duele el titanic, me duelen las guerras, me duele la gente, me duele la calle, me duelen las noches, me duele el corazón, me duele el pasado, mi padre, me duele el cansancio, me duele respirar, me duele la agonía de recordarte padre, me duele lo efímero, me duele un destino que algún día ha de acabar, me duele la banqueta en una noche de viernes con tres caguamas encima y un golpe de puño al piso, me duelen las vomitadas, las caminatas solitarias en aquellos tugurios tijuanenses, me duele no quererme de esta forma, me duele despreciarme a veces y pensar que no valgo lo que valgo para ti, me duele sentirme plebeya cuando en realidad soy una princesa… para ti, mi vida ha sido así porque yo la elegí, pero duele… y hoy que desayuno contigo y encuentro el placer en el café y en tus besos, en tu perfume… me sincero con la vida y le digo gracias, por haber tropezado mi existir con tu piel, no sé que hubiese sido de mi si tus besos no hubieren encantado mi alma, no sé porque mi vida era caos, era basura disfrazada de respiros…
Te quiero, te amo y te extraño mucho cuando no estoy contigo, estás dando clases y no soporto esta soledad momentánea…

Sólo sé que te amo tanto y estar contigo se ha convertido en mi aire. Espero que nuestros caminos sean largos.

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