noviembre 16, 2007

Hablemos de la muerte...


No quisiera terminar mi vida en un cementerio, me atormenta el hecho de pensar en esa realidad, quizá cumplan mis deseos, quizá me cremen y esparzan mis cenizas al viento, pero me preocupa el hecho de ser abandonada en una tumba vieja y enlodada por el polvo y la lluvia de los días.
Quizá cuando el momento llegue, si tengo familia viva, si mis hijos han crecido, me gustaría que me enterrasen a orillas de una cascada. O… si acaso tengo la alegría de morir en sus brazos todo estará bien.

Sí, es tristeza lo que siento cuando hago conciencia real de que existe la muerte, mas no como un ente en sí, sino como un hecho tan natural que me asusta.
A veces me siento tan segura, como si en mi hogar no pasara nada, ayer me cayó un tubo de fierro y me abrió la cabeza y sangré y me asusté y lloré, nunca me pasa nada, soy una persona que nunca ha tenido ningún accidente y eso me da seguridad, mas el accidente existe inseguro porque es accidente, me da miedo escuchar que fulano murió en algún accidente, así, de la nada, me da miedo porque no quisiera dejar esta tierra jamás, me gusta tanto andar por este mundo, me ha gustado mucho mi vida, me encanta en estos momentos porque tengo el milagro más hermoso, observar la carita de un niño del cual estoy enamorada.

No quisiera dejar este mundo jamás, si hay un cielo o un infierno (lo cual no creo) preferiría estar aquí en el planeta, ¿cómo puedo cambiar unas galletas oreo por la beatitud o la suspensión de mi alma?, ¿cómo le hago para cambiar unos besos de mi amado por un saludo de Dios eterno? (con tu perdón Diosito, si es que existes, comprende que el amor es más que todo lo que existe), cómo cambiar el agua caliente de la regadera, ir a andar en bicicleta, el desierto, la leche de soya, el cereal, las enchiladas, el caldo tlalpeño, los tacos de aquí de Mexicali, la sonrisa de mi mamá, mi abuelito, mi hermano, mi padre y abuela que por ahí andan desbalagados en la nada, mi familia de Mexicali, la suegra y la abuela (sus hotcakes de plátano), el suegro y su carcajada, la comida china del hong kong (el pollo a la plancha o la vaquita mhh!) el moi que es como otro hermano mío, la santidad de mi hermana Julia hermosa, a mis amigas Dulce, Keyla, Kitzia y Judith, mis amadas vaginas suicidas..., cómo cambio el pinchi rock&roll del bueno, a mis beatles, a dream theater, a black sabbath, a no use for a name, descendentes, nofx, rush, slayer, cómo dejo de admirar el mar, las montañas, los atardeceres de Mexicali, la sensación que da el estar en otro país o estado, el ir al cine una tarde de domingo con mi amor, el rentar películas y comer doritos con chile y limón, hacer el amor con tal intensidad con el amor de mi vida, cómo cambio leer un libro y poder entender más el mundo, poder comprender lo que me acontece, la historia, la filosofía, el meterme a las almas de antiguos autores y descubrir su mundo desde aquí ¿acaso eso no significa viajar en el tiempo?, cómo dejo de ver películas como Star Wars, todas las de Adam Sandler, Back to the future, todas las de los 80, cómo puedo dejar de ver un mundial, de ir al baseball o verlo en la tele, cómo puedo dejar de probar esa agua de mango tan sabrosa de la perlita, dejar de ir a la escuela que es tan sagrada para mi, cómo dejo de escribir lo que me gusta, lo que me atormenta, lo que me acongoja, lo que me mortifica, si ese es el vómito de mi alma, lo que la apacigua, lo que la enaltece, mi única arma para comprenderme. Cómo dejo de ver las caritas de mis niños al observar que estamos comprendiendo juntos los sucesos de la vida. No pudiera dejar de respirar este aire que es lo único pinchi gratis aquí en la tierra, me gusta el fresco, me gusta la rumorosa, me gusta sentir miedo cuando es de noche, me gusta imaginarme cosas.

Cosas que me dan miedo

Que una sombra se de sin que haya algo que la provoque.
Que una grabadora se prenda sola.
Que una mano me toque sin que tenga cuerpo.
Que haya un viejito de barbas escondido en el patio de atrás.
La soledad de una central vieja y apestosa.
Que me esté bañando y llegue alguien a apuñalarme con un cuchillo, estilo PSYCHO.
Que esté dormida, abra los ojos y mire demonios.
Que se me suba el muerto, aunque ya hasta es mi amigo, nomás me pongo floja y se va.
Que cuando esté escuchando algo de repente se cambie por voces diabólicas de ultra tumba.

Yo no me quiero morir nunca, es un hecho, ojala nunca me de cáncer, o gastritis, o deje de ver o de caminar, ojala no sea cierto eso de que cuando uno escribe sobre la muerte luego luego viene. Yo escribo sobre ella porque quiero que comprenda todo el amor que tengo para dar y que quiero tener tres bebitos con los cuales quisiera estar tanto tiempo, quiero conocer a mis nietos, en cuanto sepa que esté embarazada me bañaré desnuda en el mar y le llevaré flores en señal de alegría y gozo por tener tan grande privilegio, las mujeres somos vida, somos magia. Me gustan mucho muchas mujeres, son tan lindas, me intrigan, me dan tanta ternura y las admiro (a algunas).

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