Pap, estás muerto

A veces despierto y justo en ese momento en el que estás en el umbral de la inconciencia y la conciencia, advierto que estás muerto y me duele mucho reconocerlo, fuiste una persona de huesos, de sangre, pero ahora… ¿dónde estás? desapareciste con el polvo de los días, ya nada más existe lo que la burocracia me dejó, una acta de nacimiento manchada, rota y una acta de defunción que cada vez se borra más.
¿Me duele lo efímero sabes?, nunca comprenderé la muerte, nunca entenderé el gran amor que nos tenías y tu nobleza, ojala me escucharas, siento que mis palabras son sólo ecos en la nada, que tu no responderás jamás, no tengo esperanza, ¿cómo le hago?, te extraño mucho, me gustaría que conocieras a tus nietos, tendremos tres, en algunos años quizá.
Hago conciencia de que en todo el universo no estás, ya no eres, ya te fuiste y tus recuerdos quedaron bien grabados en mi ser, soy tú, soy esa niña que es igualita a ti, te quiero mucho pa, neta que vives a través de mi, saludo a toda la gente como tú lo hacías, no vivo sin la música y también soy buena persona, soy bonita como tú y tengo los pies blancos y fríos…como tú, te extraño de verdad; tú me has mandado un angelito para que me cuide y me ame, que nació para mi y somos tan parecidos, los dos somos profesores…, rockeros, bromistas, alegres, a veces creo que sí existen las ánimas, pues no pudo haber motivo más hermoso que el que hayas entrelazado nuestras vidas, Miriam y David, hasta bonito se escucha, nuestros nombres tienen sonoridad, combinan, riman, son poesía al viento, sólo el hecho de conocerlo y de hacerlo en una etapa tan fea en su vida y tan descarriada en la mía me hace creer que por ahí andas, ojala que estas letras no sean sólo pixeles, tu carcajada resuena aquí adentro, en esta cajita que está llena de amor, me dueles pa, porqué te mueres pues, gracias por todo lo que me enseñaste, me hizo ser quien soy, gracias por enseñarme a leer, a amar a the beatles y a andar en bicicleta, quisiera haberte tenido más tiempo, no quiero olvidarte jamás, te tengo tan presente y a la vez tan lejos.