Me intriga el tiempo, de qué maneras actúa la vida o la muerte para chocar entre sí, un sentimiento encontrado me invade, me da tristeza lo que nunca será, todas aquellas historias de amor que se vieron truncadas por cuestiones que jamás serán arregladas, ¿en qué momento ya no se puede volver atrás?, ¿cuándo es el instante en que se perdieron los amantes?, cómo se pueden tirar tantas palabras, dónde quedan las caricias, las risas, dónde las promesas de amor, la eternidad entregada en una cajita…, cómo puede vivir una persona enamorada sabiendo que su ser amado sigue por ahí?, ¿cómo puede vivir sabiendo que ya no sigue por aquí?, ¿cuántas lágrimas correrán esta noche?, niñas encerradas en su cuarto porque su ilusión es inalcanzable, niños encerrados en sí mismos porque jamás se atreverán a hablarle a aquella niña de cabellos largos…
Corazones quebrados, niebla en el alma, preguntándose una y otra vez cómo pasó, si fueron decisiones propias o patadas del destino.
Cómo vivir sabiéndose en la misma ciudad, huyendo de los lugares que se frecuentaban, huyendo de los recuerdos y no queriendo soltarlos.
Fotos rotas, perfumes en el olvido, cajitas guardadas queriendo tirarlas, sufriendo, haciendo maldades, arrepintiéndose, odiando, amargura, tratando de destruir destinos que ya estaban trazados desde antes de nacer.
Cómo poder luchar contra ello, cuando ya no se puede volver atrás es mejor olvidar, destruir todo lo que se tiene, borrar nombres de la cabeza, no recordar la belleza de la tibieza y las bromas propias, esas bromas no volverán, esos cariños no volverán.
Cuánta angustia se ha de sentir cuando el ser amado se desvanece.
Quisiera tenerte conmigo por siempre, sólo de pensar que las cosas no hubiesen sucedido así ya estaría muerta o quizá recibiendo mi plato de cereal debajo de mi cama, no sé que hubiese pasado en mi vida si no hubieres aparecido, veo en retrospectiva y me atemoriza que hubieses elegido diferente, que en tus fotos del futuro no apareciera yo, que mi rostro se hubiese desvanecido de este futuro alterno que soy yo, te amo tanto que soy triste si no estás y eufórica si te tengo en mis brazos, se me hace difícil comprender la causalidad de las cosas, pero me alegra tanto que todo en nuestras vidas haya pasado tal cual, cada decisión que se tomó, buena o mala, estamos juntos y eso es lo que vale… y todo lo demás ya se borró.
Corazones quebrados, niebla en el alma, preguntándose una y otra vez cómo pasó, si fueron decisiones propias o patadas del destino.
Cómo vivir sabiéndose en la misma ciudad, huyendo de los lugares que se frecuentaban, huyendo de los recuerdos y no queriendo soltarlos.
Fotos rotas, perfumes en el olvido, cajitas guardadas queriendo tirarlas, sufriendo, haciendo maldades, arrepintiéndose, odiando, amargura, tratando de destruir destinos que ya estaban trazados desde antes de nacer.
Cómo poder luchar contra ello, cuando ya no se puede volver atrás es mejor olvidar, destruir todo lo que se tiene, borrar nombres de la cabeza, no recordar la belleza de la tibieza y las bromas propias, esas bromas no volverán, esos cariños no volverán.
Cuánta angustia se ha de sentir cuando el ser amado se desvanece.
Quisiera tenerte conmigo por siempre, sólo de pensar que las cosas no hubiesen sucedido así ya estaría muerta o quizá recibiendo mi plato de cereal debajo de mi cama, no sé que hubiese pasado en mi vida si no hubieres aparecido, veo en retrospectiva y me atemoriza que hubieses elegido diferente, que en tus fotos del futuro no apareciera yo, que mi rostro se hubiese desvanecido de este futuro alterno que soy yo, te amo tanto que soy triste si no estás y eufórica si te tengo en mis brazos, se me hace difícil comprender la causalidad de las cosas, pero me alegra tanto que todo en nuestras vidas haya pasado tal cual, cada decisión que se tomó, buena o mala, estamos juntos y eso es lo que vale… y todo lo demás ya se borró.
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