septiembre 15, 2021

La última página de tu novela

Entonces, entonces, la palabra, la p, la a, l, a, coma, a, r, b, a, l, a, p. Pa, Bra, LA, Ces, Ton, En, nació el fonema, el primero fue un grito hacia arriba, después un aullido de dolor ante la sed, luego el grito y el aullido dio lugar al ahhh guuuuuuuuuuuuu y otro grito más, aaaaah, agua. 

Nació el agua, porque era necesaria, y aquel ente curioso se dio cuenta que podía combinar fonemas para nombrar las horas, los días, las estrellas, la muerte. 

Así, desde una poesía onomatopéyica y ditirámbica, hablé yo.

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