¿De verdad creías que eras mi amo? pobre iluso, gigantón mamífero erguido que piensa que conoce la belleza, que piensa que piensa.
No conocerás más elegancia y garbo que la de mi estirpe, no conocerás caminar más pausado y seguro que el mío.
¿Acaso crees que tu forma de vida en la que trabajas y produces solamente basura es la más inteligente y fastuosa? Nunca entendiste nada, tu conciencia fue un regalo divino y lo echaste a perder como todo lo que tus sucias manos tocan, naciste condenado, débil y miserable humano. Tener la belleza, el arte, la naturaleza a tus pies y corromperlo todo.
En cambio yo, amo del universo, soy un dios que habita la tierra para compensar tu fealdad, para equilibrar tu maldad, siendo casi etéreo como las nubes, tan perfecto y decidido como un león.
Apréciame resto de homúnculo vencido, aprecia la naturaleza y estos últimos resquicios de belleza y placer, porque caminas directo hacia el abismo.
Yo nada mas digo querido amo, miaus, ¿me das atuncito? miaus.