enero 18, 2018

La llamada

Vivo en Cuernavaca, mi familia elegida está cerca, mi familia de sangre y que amo está lejos. 

En estos momentos me siento feliz y tranquila, era algo que buscaba. A veces me han cuestionado qué hago acá, pero el alma que no tengo me lo pide. Llevo casi diez años fuera de mi tierra Tijuana, pero voy a cada rato y la disfruto como si no hubiera mañana.

Ayer recibí una llamada de la pareja de mi madre, casi nunca lo hace y mientras estaba en el cine me di cuenta, traté de no ser pesimista y quise terminar la película pero no pude no serlo, mientras estaba en el cine pensé esto:

¿Y si mi madre tiene cáncer? ¿Y si mi madre se accidentó? ¿Y si la atropellaron? ¿Y si la asaltaron y le dieron un golpe en la cabeza? ¿Y si ya me tengo que ir a cuidarla? y miles de etc. trágicos... y claro, las venas de la cabeza se inflamaron y me dio jaqueca. 

Mi padre ya murió, y ha sido el dolor de la vida. No sé cuántos años tardé en aceptarlo y medio superarlo, sobre todo por las condiciones de dolor en que se vio. No imagino ni pienso ni creo que algún día mi madre ya no estará conmigo, pero sé que es "la ley de la vida". No quiero, me niego, no lo creo posible, pienso que es eterna. 

Dicen que perder un hijo es uno de los más grandes dolores, yo no quiero morir, pero si sucede (que va a suceder) que sea cuando yo tenga 104 y mi madre 128 :), al mismo tiempo y dormiditas.

!Larga y saludable vida madre mía! <3 p="">

P.D. Don José, el adorable señorón que es pareja de mi madre y que me quiere y quiero tanto, me llamó para saber cómo estaba de mi empacho y entripado por tragar tantas tortillas de harina en Tijuana.

FIN

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