"Érase un hombre a una nariz pegado..."
De eras pasadas reflejo,
estirpes enteras respiran
vaporosas tardes,
brisa matutina,
nocturno frío.
Firme cual columna dórica,
toda la vida y el tiempo penden de ella,
inhala los minutos, los años, las horas.
Olor a otros siglos,
olor a imperio fenecido,
olor a lirio marchito,
olor a ausencia,
olor a nube y a tarde,
olor a viejo y a memoria.
¿Qué aromas como caricia guarda?
¿qué fragancia de mujer le enamoró?
¿qué recuerdos matizados de canela y cocoa forjó?
¿qué misterio ancestral penetra y seduce?
Marejada de vida gramo a gramo,
amo,
violenta irrumpe,
inspira, aspira, inhala,
alas.
Nariz, narigona, naricitas.
El centro del universo es,
es quien es cuando aspira,
aspira gotas de cosmo,
cosmo con esencia de vainilla.
Barro a barro la mano del alfarero ha dibujado sutil
el contorno perfecto que encarna la fuerza y galanura de todos los hombres.
!Ahhh!, !buf, buf, buf!, !jummmmm!
!Suspira la vida!
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