No suelo ser creyente de eventos paranormales, ni en demonios o presencias extrañas a la propia maldad humana, pero me pregunto si es que algunos lugares en donde ocurren eventos de tortura o enfocados a dañar a alguien guardan energías, si los objetos que fueron testigos se impregnan de ese recuerdo, y si es así, me pregunto cuántos hogares estarán manchados por lo terrible que podemos llegar a ser, en cuántos sótanos o áticos habrán acontecido los horrores más insólitos, en cuántas mentes infantiles habrán quedado grabadas las escenas más terribles, !cuánto terror hay en nuestra especie!
Nuestro mundo no es rosa, si las energías se guardan, entonces el planeta Tierra es muy oscuro, está cubiero por una burbuja negra, en donde rastros de nuestros actos quedan marcados: torturas, inquisición, holocausto humano y animal, genocidios, guerras, auto-ataques bélicos que se convierten en la propia causa para iniciar un conflicto, abuso sexual, secuestros, golpes, humillaciones. Nuestra humanidad lleva la huella de todo ese terror, y no se puede borrar ni volviendo a nacer.
Por otro lado, a pesar de mi escepticismo y que siempre le atribuyo a la lógica las explicaciones a lo que me pasa, quisiera mencionar cuáles son mis experiencias paranormales:
1- Cuando era niña creí haber escuchado a Dios, una paz inexplicable me llegó en el momento, sus palabras no las entendió mi razón, sino mi espíritu.
2- Cuando era adolescente dormía en una habitación que no tenía ventanas, construida con paredes de madera vieja, adornadas como si hubiesen sido parte de una antigua iglesia, estaba a desnivel de la casa, como si se bajara un poco para acceder a la pieza. En aquellos tiempos dejaba la luz encendida dado mi eterno miedo a la oscuridad, no sé cómo sucedió pero por el pasillo de la casa pasó el diablo, muy guapo, de piel roja y cuerpo atlético, cubierto de humo y unos sonidos cavernosos de fondo, cuando se dirigió hacia mi me dijo con voz grave: "Si no te portas bien irás al infierno" y se fue tranquilo, lo único que acaté a hacer fue cerrar los ojos y taparme la cara con las sábanas.
3- Me llamaron por teléfono y del otro lado sonaba mi canción favorita (de The Cars) y ese era un secreto, la escuché y no hubo respuesta humana, solamente la canción y colgaron, nunca supe quién fue.
4- Solía dormir con música, en aquellos tiempos había una estación de rock de los 50´s, siendo fan de la memorabilia, soñaba con la magia de los chevrolets descapotables, las chamarras de cuero, las carreras de carros, el rock&roll; todo iba bien hasta que al alba comencé a escuchar voces muy extrañas, como si fueran demonios gritándose entre sí, lo escuchaba y no me podía despertar para apagar el radio, hice mi mayor esfuerzo y al despertar las voces eran reales, la radio transmitía un programa muy extraño con voces demoníacas y gritos escalofriantes, apagué el radio tan pronto como pude y con mucho miedo quise volver a conciliar el sueño.
5- Múltiples pesadillas con un demonio tocándome y comiéndose mis tripas mientras yo estoy viva, la sensación de que "se me sube el muerto" tan seguido que acabé por acostumbrarme y controlar la situación.
6- Incontables ocasiones en que me siento observada.
7- El 11:11 aparece casi diario en mi vida, cuando no tengo por qué ir a la cocina, suelo ir y me topo con ese número.
Son varias ya, pero quisiera seguir apostándole a la lógica, no vaya a ser que la creencia haga presa de mi y mi mente se vulnere aún más.