He tenido tantas ganas de escribir y no he podido, he querido vomitar todo esto de un jalón y me he frustrado, he preferido callar y ayunar de la palabra -espacio sagrado de la condición humana-, aunque sea tan austera y dolorosa la vida sin ella; prefiero no enlodar con el sinsentido cotidiano la única vía con la cual puedo vomitar a gusto... si es que no tengo nada que dar.
1 comentario:
hace un tiempo me decías que mi página era mi propio desahogo. creo que eres experta en el tema!!! abrazos, linda!!!
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