noviembre 01, 2011

Camino hacia la nada


!Hola!, holaaaa... ¿estás?, !te extraño!, cuánto te veo en otras personas, cuánto te busco y no apareces, cuánto solía quejarme por tu inaudita y súbita partida, pero ya no pienso hacerlo amado padre, porque hay un pensamiento que me ha dado una especie de resignación.

Sé que ya no existes, ni eres, ni respiras, ni miras, sé que te has convertido en la obsolescencia por excelencia y en la nada absoluta.

He decidido dejarte ir, al fin todos somos proyectos de la nada, pedazos vivientes de tiempos y espacios tan efímeros como el viento...!pero me gusta!, que delicia saberse parte de ese todo, envolverse entre los copos de nieve, viajar como basura de viento, sabernos lluvia, tierra o melodioso y dulce silencio.

Puedo pensarte ausente por completo y abrazarte en el recuerdo, aunque no sea una exigencia racional, porque no existes mi querido padre, eres mi pedazo sagrado de nada y te contendré en esta memoria mía hasta que me funda en ella para siempre.

No hay comentarios.: