El tiempo burlón y satírico
pasea entre la paciencia y la esperanza;
me saca la lengua y me dice
!a ver cuánto aguantas!
El tiempo camina cadencioso sobre mi piel
y me reta a sucumbir y le saludo serena.
El tiempo pretende menguar mi ser
con una tentación corporal, sanguínea, carnal;
y esa hambre sólo me da más hambre
de apostarle todo a esta espera,
!y mi espíritu emerge guerrero e incansable!
El tiempo de vida se disuelve sin gloria,
una truculenta espera que sabe a hastío,
pero en mi mente se cultiva fresca la memoria,
en las aguas de este eterno olvido.
Y trenzo el recuerdo, la vida y el tiempo
mientras me entretengo,
y luego deshago el tejido silente de la muerte
mientras un par de sueños construyen un castillo.
Y no me ofendes con tu canto malévolo tiempo
tic-tac, tic-tac, tic-tac, ja-ja, ja-ja, ja-ja, ja-ja,
y no me quitas nada,
ni mi risa ni mi fuerza ni mi calma.
Hoy me acompaña la palabra,
trozo de experiencia que se vuelve
puente, alas, suerte y mil miradas
en la búsqueda de un mundo que no sea como este.
Penélope tira del hilo y desdibuja alegre el contorno de su sombra.
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