mayo 15, 2011

Abro los ojos

Amanece, abro los ojos y el amarillo es más amarillo,
el café caliente huele más a vainilla y a lluvia;
la sal raspa más en mi lengua tropezando de sabores.

Los sentidos nos viajan, cobran vida y dibujan paisajes
que en la monotonía cotidiana olvidamos.

Bailan alrededor los aromas, de canela, de personas, de flor,
tamborilea alegre la mantequilla en el recuerdo,
destellos de pino viajan entre nosotros
y la sutil agua que no es inolora
en un mundo alterno que no vemos
pero que existe,
y siempre busca su lugar y se impone
haciendo el amor entre esencias humanas y sudor.

La sonrisa vertical acaricia la memoria
sin que yo me de cuenta.

Amanece y los sentidos adquieren más sentido,
cuando el viajero carga su mochila
y prepara sus pies para el cansancio;
cuando el molino de la tortillería
comienza a girar y ya hay largas filas;
cuando el horno abrasa la leña
despidiendo cenizas de pan;
cuando la muchedumbre toma las calles
exigiendo justicia y paz.

Amanece y los sentidos adquieren más sentido,
cuando el perro es expulsado de la taquería,
pero en casa le espera un bocado y una caricia;
cuando el bolero le saca brillo al mundo con su charla,
aunque el camino sea arduo y arduas las espinas de su alma;
cuando en alguna fonda se guisa el primer huevo de la mañana,
para aquel solitario que engulle la tristeza con sorbos de café;
cuando la palmera mueve su vientre y baila belly dance
con los acordes que va dejando el viento;
cuando la rueca del tiempo comienza a tejer,
y hace de nosotros un laberinto
de pasado, de presente, de esperanza;
cuando el día se acaba, estira sus brazos cansado,
bostezando silente y comiéndose todo a su paso.

Amanece y los sentidos adquieren más sentido,
cuando mi voz cae al caño
arrasada por la lluvia de mi canto;
cuando el motor inmóvil saca de su bolsa al sol,
guarda la luna, coloca sutil un girasol,
toma las migajas de la noche y se las come,
cuando abraza al cielo para ver cuántas estrellas
caben en su rojo abrigo a cuadros.

Los sentidos están vivos
en un mundo que coexiste brillante, azul, fugaz...
y de repente...vuelve a amanecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo sin palabras.De las cosas que te he leído,creo que ya tengo un favorito (por ahora...:) )

"para aquel solitario que engulle la tristeza con sorbos de café;"

!!Me encantó esa línea!! (y me sentí medio aludida porque muchas veces he hecho eso...jijij )
Qué más puedo decirte..??
Simplemente exquisito...!

PD.Cuando lo leí imagine que los dibujos de ane se podían oler.
Atte:El Coco