"No me acostumbro a vivir" decía Sabines.
Hoy en especial todo esto me pareció un asco, con ganas de vomitar el alma o aquel soplo que me da la vida. Y vi la miseria, y me dolió, y me sentí parte de esa mierda.
Mis mocos me entristecían, ¿pues qué puedo hacer yo con los mocos, las lágrimas, una servilleta húmeda y una queja? nada más que ser patética, nefasta, una ciega más de esta realidad doliente.
La cotidianidad nos entretiene, el trabajo que es tan bello me pinta el lado enternecedor de esta especie, un cúmulo de pequeños grandes humanos que a diario me enseñan a no sucumbir, a enfrentar ese reloj de 7 am que me cala y me empuja a salir de ese sueño taciturno y emocionante que es la noche, y me insta a gritos a vivir, a hacer algo con este tiempo que no es nada, tiempo que citando de nuevo a Sabines "sea quizá el verdadero sueño".
No somos una novela, no somos una ficción, no somos fantasía; somos dolor, somos sangre en las calles, somos cuerpos en bolsas negras de plástico, descabezados, una raza humana desnuda y tan pequeña que al final todos somos un pedazo de materia putrefacta carcomida por gusanos, rodeada de tierra en un abrazo eterno.
Interesante que toda nuetra arrogancia se disipe en aquella oscuridad muda de la muerte, que toda aquella pedantería del arte, de las joyas, de los proyectos, de los nuevos modelos, de los gobiernos de mierda... se la lleve la chingada de una manera tan bella. Aún después de todo la tierra nos abraza.
Camposanto, no me retengas, quiero volar con cada partícula de alma-ceniza por los mares radioactivos y los vientos efecto polucionado que hemos creado; quiero derramarme en ti y perderme en aguas profundas, quiero sentir el frío o el fuego.
Cuán absurdo todo esto, cada vez se revela más el sinsentido, y me desinstitucionalizo más de mis zapatos... y quiero correr descalza.
Aristóteles definió la catarsis como un estado en que el espectador podía identificarse y sentir la piedad y el terror purificando su alma de las pasiones.
Hoy me siento fluir, pero mis fluidos son lodo, mierda, amasijos de aguas negras con fétidos olores y negros pensamientos.
Este mundo es un desastre, y me incluyo, hemos vivido engañados totalmente por la tele o anuncios universalisantes que desmienten lo pútrido de todo; me ha tocado vivir en un país de periferia, me ha tocado vivir en una América hambrienta y carente de pan.
Alguien seguro reclamará esperanza, me dirá que todo esto que escribo son puras patrañas... pues ¿dónde está la praxis?, y yo le diré que tiene razón... nunca como hoy me había sentido tan impedida de todo, pero quiero quejarme, este es mi blog y mi catarsis de piedad y horror.
1 comentario:
:)
es un poco como el mío, el escupidero de la misma chingadera, no??? y luego dices que no sabes cómo dejar de adornar??? es que puede haber algo más sincero y catárquico que esto???
no podemos hacer mucho por el mundo, pero por dentro, porqué no???
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