abril 30, 2011

abril 24, 2011

Consejos para escribir un cuento inspirados en Julio Cortazar y Jorge Luís Borges

"Lo fantástico sucede en situaciones muy comunes y normales" - J. Cortazar.

INICIO CON TENSIÓN
AMBIENTE TRIVIAL Y COTIDIANO
RUPTURA DE LO COTIDIANO
ADJETIVOS SENCILLOS PARA TODA ÉPOCA
MISTERIOSO
EN MOVIMIENTO
NO OLVIDAR LA CONDICIÓN HUMANA
ESCRIBIR COMO VÓMITO PARA LUEGO SUPRIMIR, JAMÁS AL REVÉS
USAR UN SOLO ADJETIVO O POCOS PARA DAR PERSONALIDAD. "Ella era modesta, su espíritu era azul"
PARTICIPAR EN EL CUENTO, SER NARRADOR TESTIGO.
RELATAR PROYECCIONES DEL/A AUTOR/A
EXORCISAR CRIATURAS A MODO DE RECHAZO
ROMPER LAS LEYES DE LO REAL (EXCEPCIONES)

La piedra de las memorias





La siguiente información fue encontrada cuando una de las excavadoras intentó abrir el paso y reconstruir los caminos, el escrito era un cúmulo de hojas de libreta de viajero envueltas en rollo en una bolsa de plástico, éstas se encontraban al resguardo de una de esas enormes piedras que habían obstruido los caminos.

"Mi nombre es Irene Santacruz, y no puedo comprender lo que aquí está teniendo lugar; estoy segura que las próximas horas van a ser muy largas, así que trataré de narrar lo que hasta este punto ha sucedido.



I
Amanecía ya y se notaba que los viajeros sentían cierta incomodidad, pude pensar que tanto ellos como yo creíamos que algo no andaba bien; no obstante se les escuchaba decir que ese cambio brusco de percepción era un simple mareo.


Ese viaje era tan cotidiano que pocas veces acostumbraba a echar un vistazo al paisaje; mi trabajo me exigía recorrerlo casi cada fin de semana, lo cual me parecía tan repetitivo, aburrido, que hasta me sabía la cantidad de cruces que adornaban tétricamente el camino (muchísimos accidentes habían ocurrido y seguían sucediendo en esa carretera); podía distinguir el kilómetro en el que íbamos a partir de las formas de las colosales piedras; sin embargo, algo me decía que hoy el espectáculo sería distinto.



Un grupo de viajeros veníamos subiendo el sinuoso camino llamado burlonamente ´el espinazo del diablo´, cuando nos percatamos de que nada estaba en su lugar, el paisaje había cambiado y se encontraba perdido en lo que anteriormente parecía un laberinto estructurado.

Cuando íbamos subiendo, un par de piedras enormes tomaron lugar en medio de la carretera, el viento soplaba interminable, era una sensación incómoda que incluso parecía querer deirnos algo; al principio el conductor no le dio importancia y creyó que era una azarosa coincidencia, empero al seguir avanzando volvió a suceder y tuvo que maniobrar para no caer por aquel abismo que prometía ser una muerte por demás escandalosa, esa enorme montaña de piedra convergía al fondo en un extraño recoveco de un mar en furia.



Cientos de científicos alrededor del mundo habían estudiado el lugar como una excepción a todas las formaciones naturales del planeta, sin dar alguna explicación coherente al extraño fenómeno, nadie se explicaba que una montaña que medía aproximadamente 3, 200 metros de altitud, tuviera enormes piedras que hacían las veces de cerco natural, en donde en algunas partes del año se colaban los restos de un mar aguerrido y lo puntiagudo de sus formas hacían que pareciese una explosión cada que el agua retornaba; naturalmente toda la flora o fauna que pudiera existir desaparecía al chocar con esas punzantes piedras, pues el mar literalmente se daba de golpes con la sinuosidad castrante del suelo accidentado.



Hacía tiempo ya que había estudiado la universidad y recuerdo muy bien que de entre las investigaciones que mis colegas y yo habíamos realizado estudiando el área, pudimos encontrar notables hallazgos, dado que al tope de esa montaña de piedra había restos de coral, de sargassum y de liquen gomosso, vestigios que databan de hace millones de años. Lo cual implicaba que el mar estuvo ahí, en todo su esplendor, en otros tiempos. Ese fenómeno se presentaba los últimos dos meses de cada invierno, y cuando asomaba la primavera un cementerio de animales marinos asolaba la región, el olor era putrefacto y el paisaje asemejaba la desolación; a veces me preguntaba a qué Demiurgo burlón se le habría ocurrido fraguar este bárbaro final.

Lo narro de esta manera porque uno de mis miedos se vio materializado el día de hoy; anoche había tenido un sueño algo extraño, vivía en un valle al sur de la metrópoli, e iba subiendo una montaña llamada extrañamente "La Rumorosa", pues se decía que en las noches de vientos, aquél lugar cantaba murmullando ciertas frases ininteligibles al oído humano; en ese momento nevaba y mientras iba conduciendo la carretera se congeló, el auto derrapó en el hielo y al fondo de ese gran abismo había mar, la máquina que conducía pareció tener el peso de una pluma y salió volando hacia ese horrendo lugar de muerte, alcancé a salirme y a tomar con fuerza uno de esos riscos de hielo, quedando suspendida y horrorizada; eso es todo lo que recuerdo y siento horror profundo porque esa sensación de un viento que algo quiere decirme la siento en este preciso instante.

No sé nadar, lo profundo del mar siempre ha sido una constante de terror para mi vida, prefiero evitar a toda costa estar cerca, alguna vez estuve a punto de ahogarme y en lugar de hacer algo contra ello me dejé hundir, no sé qué fuerza misteriosa ejerce sobre mi que no le opongo resistencia; en otra ocasión viajé cuatro horas mar adentro para contemplar a las ballenas, pero el malestar no se hizo esperar, mareo constante, vómito y una debilidad que casi me cuesta la vida, realmente fue una de las peores experiencias, pues vomitaba al grado de sentir que me asfixiaba. En ese momento sólo pensaba en una cosa, morir sería más placentero, ese total de ocho horas viviendo un suplicio me hizo desarrollar una extraña fijación con el océano, pues era una constante en mis sueños.

II
Han pasado ya diez horas, hemos querido avanzar poco a poco pero las piedras se encuentran por todos lados, hemos removido algunas con ayuda de todos y avanzado a vuelta de rueda, casi sucede lo que en mi sueño y siento vértigo de sólo pensarlo; me encuentro mal, mareada y desorientada así como muchos de mis compañeros; quisiera saber qué está pasando, !otra piedra!, ahora sí el camino parece haber sido bloqueado, creo que saldré un momento.

III
El viento no había dejado de soplar, lo peor es que esos sonidos chocaban con las abismales piedras rebotando y construyendo ecos que me resultaban escalofriantes. No sé por qué razón pero esos sonidos me parecían conocidos, había tenido algunos estudios en filología y la lengua muerta del latín arcáico era mi especialidad. Siempre llevaba conmigo la grabadora de mano por si se ofrecía, se me ocurrió grabar aquellos rumores, y lo que a continuación describo puede resultar inaudito, pero la reproducción de esos sonidos y lo que escribo es fiel transcripción.

´Itzuka yukuo no mahou no torica´, es esto lo que a mis oídos parecía una mera suposición,
extrañamente parecido a la fonética celta, la cual tiene un significado aproximado a una de las lenguas indoeuropeas, en específico al latín arcáico que data del siglo XVIII a.C., y haciendo una comparación de fonemas y significados pude concluir que ese musitar del viento era algo así como "Alea iacta est, bellum omnium contra omnes, hoc voluerunt", "La suerte está echada, guerra entre todos, contra todos, ellos lo quisieron".



El camión avanza...

Entonces pude constatar algo, la lógica me decía que (de manera extraña a toda ciencia humana) quienes emitían esos sonidos bizarros eran las piedras, !estaban vivas! y en su conjunto guardaban los ecos secretos de una civilización altamente inteligente y perceptiva que vivió antes de que la especie humana evolucionara, quienes habían sido capaz de vivir bajo el mar, y que de alguna suerte de superstición nos dejaba un mensaje que debía ser transmitido a la humanidad a la que pertenezco, una especie que no se ha dejado de matar entre sí, con una historia que bien pudiese identificarse con el nombre de !Barbarie!; quizá sea ese el murmullo del cataclismo que nos espera, finalmente...´la suerte está echada´."



Sus restos fueron encontrados ccuando la marea bajó, después de que la carretera se congeló, una piedra obstruyó su camino y el camión en el que viajaba se fue al voladero, no hubo sobrevivientes.

abril 20, 2011

Stairway to heaven

Después de la tragedia que significó la vida, una especie de paz y grandeza inquebrantable.

Un pobre humano de mirada perdida va caminando lento mientras las notas agridulces del follaje le cantan más fuerte su soledad; cabizbajo, disminuido, cavilando sobre la decadencia que va emitiendo en cada suspiro.

Asoma al futuro y extenuado observa una fuente inagotable de maleza y pesar.

Abatido, ha buscado respuestas y encontrado preguntas, !infeliz! no sabe que es poco el tiempo que queda y es el tiempo el que le mortifica, le cala, le estruja y le funde con la corriente imparable del porvenir.

Aún con su mugre, su hambre y sus dos pesos sigue pensando en vislumbrar la gloria, y con los pies enlodados hace una pausa y se sienta junto a aquél árbol, no se sabe de dónde toma fuerza y todavía tiene el aliento para pararse digno sobre sus pies lacerados, avanza.

Himnos de dolor emanan de su danza, danza entrecortada, fe rasgada que se mantiene firme y en calma porque sabe que la tragedia está de llegar.

De repente se derrama en un grito y todas las emociones humanas son reunidas en un intenso acorde.

Un alma en ascención, un espíritu de lucha que por siglos ha ido cargando un pesar y que en ese peregrinaje poquito a poco lo va soltando.

Una caricia cobija su sombra, agua fresca al arrebato de una lágrima, ... abandonarse a la certeza de lo que no se ve.

Indefenso, sigue modesto, continúa, mira hacia el frente, carga su cruz y lleva el ritmo, podrá enfrentarse al tiempo y al destino.

Sudor en la frente, sudor en alto, guerrero en busca de un descanso.

Se desprende en un lamento de angustia, se levanta y con sus manos callosas va quebrando ramas que le cierran el paso, arrancando a jirones el azar.

Y a punto de rendirse, !un cúmulo de vitalidad lo colma y sucede!

Se precipita, emite un grito, llora, se desgarra, canta y se eleva, va dejando caer pedazos de historia, retazos de glorias, trozos de pesares, añoranzas, placeres, tardes de café, noches de frío, amores, dolores, sinsabores... .

Y ahora es una huella, una emoción, un ser más allá del desnudo, ligero, cual ave, que se despide glorioso con un acorde espiritual en La menor, 
y en un silencio jubiloso e inefable...se apaga.

abril 19, 2011

Holograma

Un lugar que reconoce yace desierto, grita las voces de recuerdos de otras eras y nadie responde.

Un lugar que camina y sólo observa pequeños fragmentos; y un racimo de tiempo se desarma, se desgaja.

Un lugar que atraviesa a contracorriente, gran pantalla de añoranzas.

Un lugar que le da la espalda, que ha cambiado, que ha crecido y ya no es.

abril 13, 2011

A veces desearía no ser cuerpo... ¿no existe un intermedio en el teatro de la vida?

abril 09, 2011

Las cosas


Me gustan las segunditas, siempre me he deleitado en lo viejo, en aquellos objetos cargados de cierta energía humana, ajena a mi pero que creo y trato de entender.


Muchas veces he soñado que estoy en segunditas enormes, en donde todos los objetos se encuentran clasificados y puedo encontrarme con esas pequeñas grandes conexiones con otros seres humanos, quizá ya muertos, quizá en una tumba olvidados.


Últimamente ir a una segundita me causa cierta congoja, me pone triste y merma mi espíritu, pues cada cosa representa un tiempo de gloria, una necesidad, un deseo cumplido, una llama que ahora yace apagada, una moda que representó alguna vez una ilusión, pero que ahora ha caído en desuso y yace abandonada, cubierta por el polvo del olvido, esperando ser adoptada por quién sabe quién.


Qué secretos custodian esos viejos teléfonos, qué pláticas atesoran esas salas antiguas, qué amores abrazan esos edredones, esos lechos, esas ropas viejas qué calor humano guardan, quién vistió esos guantes de seda, qué ilusión acarició ese viejo vestido de novia de botoncillos a la espalda, qué cartas se escribieron en ese diario, qué caminos recorrieron esas zapatos rotos y cansados, quién osa donar o vender un álbum de fotos, un video de familia, un casette en donde las voces de unos niños cantan alegres, pues hasta la familia se desgaja, hasta esos lazos son efímeros, pasajeros, humo en el tiempo.


Es preocupación, es nostalgia, son retazos de ti, de ella, de él, juntos, en el polvo, en la nada, en el doliente olvido.


Es abandono, es barbarie, es arrancarse la historia a jirones, pero es esta la vida, un tiempo que se nos va derritiendo, un tiempo líquido inatrapable, un bendito olvido que nos hace sentir más ligeros.


Volteo atrás y me pregunto dónde quedó mi cajita de música, dónde mi peluche de olor a fresa, dónde mis perlas, mis juguetes...mis cartas ¿en qué momento el tiempo me los fue pidiendo?... ¿en qué instante el juez del tiempo me pidió rendir cuentas y juzgó y embargó mi historia?

Fhezxhoungc


En ese momento ella vio una luz enceguecedora que le hizo desfallecer. Se encontraba en un bosque porque había ido a estudiar unos pinos milenarios de una especie antes desconocida. Cuando volvió en sí estaba acostada en un campo abierto con los ojos al cielo y su mirada parecía no ser la misma, se hallaba confundida pero tranquila, queriendo saber qué lugar era ese.


Un hambre atroz la obligó a probar la única de las provisiones que llevaba consigo, una especie de dulce en forma de paleta que le había obsequiado un indígena de la tribu de nombre Kuazúlu, su primer instinto fue engullirla cuando la instrucción de aquel Kwazulita era lamerla poquito a poco.


Ese dulce le hizo alucinar y cuando menos lo esperaba se hizo conciente de que había caminado por varias horas perdiéndose del resto de sus compañeros e insertándose en las entrañas de aquel bosque misterioso; el camino que había tomado la condujo a un plano que la conciencia de ninguna deidad pudiesen identificar como creación.


El espacio era tan gélido como un refrigerador, por un momento se observó a si misma dando vueltas desenfrenadas queriendo correr a la salida, pero no había tal. Ese enigmático paraje parecía una dimensión extraña en donde el tiempo y el espacio no existían. Cansada se dejó vencer y se recostó sobre ese recinto anacrónico, al momento pudo distinguir una artilugio que parecía ser un avión, pero con una tercera ala en la parte posterior que a lo lejos asimilaba un insecto similar al "caballito del diablo".


El cielo era de un azul brillante y parecía que las nubes se escondían temerosas de opacar tal majestuosidad; un pequeño ser flotaba a pesar de no tener alas y aún así se encontraba surcando los aires frente a ella. Se dio cuenta de que ese no-lugar en el cual sus sentidos confusos la atormentaban estaba cubierto de agua, pero aún bajo esa condición ella podía respirar. De repente un vómito de agua pestilene brotó de su boca, abrió bien los ojos y sus amigos la rodeaban queriendo reanimarla.


Volvió en sí maldiciendo y profiriendo un nombre extraño nunca antes escuchado en nuestra cultura; la fonética era casi improferible, parecía decir "fhezxhoungc", mientras sus compañeros la miraban intrigados.


Después de unos días de haber vivido aquella rara aventura tuvo una epifanía y narró a sus camaradas que podía recordar la experiencia más hermosa; se había enamorado de un ser de una fortaleza increíble que se hacía llamar "fhezxhoungc". Todo esto lo vivió en un par de segundos del tiempo humano al momento de caer en un lago y quedar inconciente.


Su ser había viajado a una dimensión acorporal y anacrónica en donde se podía prescindir del tiempo y del espacio. En sus recuerdos se había abierto un portal que jamás se cerraría...Nadie le creyó, "fhezxhoungc" musitó despacio... y una risita de complicidad invadió su espíritu.

abril 02, 2011

Entre la piedad y el terror

"No me acostumbro a vivir" decía Sabines.


Hoy en especial todo esto me pareció un asco, con ganas de vomitar el alma o aquel soplo que me da la vida. Y vi la miseria, y me dolió, y me sentí parte de esa mierda.


Mis mocos me entristecían, ¿pues qué puedo hacer yo con los mocos, las lágrimas, una servilleta húmeda y una queja? nada más que ser patética, nefasta, una ciega más de esta realidad doliente.


La cotidianidad nos entretiene, el trabajo que es tan bello me pinta el lado enternecedor de esta especie, un cúmulo de pequeños grandes humanos que a diario me enseñan a no sucumbir, a enfrentar ese reloj de 7 am que me cala y me empuja a salir de ese sueño taciturno y emocionante que es la noche, y me insta a gritos a vivir, a hacer algo con este tiempo que no es nada, tiempo que citando de nuevo a Sabines "sea quizá el verdadero sueño".


No somos una novela, no somos una ficción, no somos fantasía; somos dolor, somos sangre en las calles, somos cuerpos en bolsas negras de plástico, descabezados, una raza humana desnuda y tan pequeña que al final todos somos un pedazo de materia putrefacta carcomida por gusanos, rodeada de tierra en un abrazo eterno.


Interesante que toda nuetra arrogancia se disipe en aquella oscuridad muda de la muerte, que toda aquella pedantería del arte, de las joyas, de los proyectos, de los nuevos modelos, de los gobiernos de mierda... se la lleve la chingada de una manera tan bella. Aún después de todo la tierra nos abraza.


Camposanto, no me retengas, quiero volar con cada partícula de alma-ceniza por los mares radioactivos y los vientos efecto polucionado que hemos creado; quiero derramarme en ti y perderme en aguas profundas, quiero sentir el frío o el fuego.


Cuán absurdo todo esto, cada vez se revela más el sinsentido, y me desinstitucionalizo más de mis zapatos... y quiero correr descalza.


Aristóteles definió la catarsis como un estado en que el espectador podía identificarse y sentir la piedad y el terror purificando su alma de las pasiones.


Hoy me siento fluir, pero mis fluidos son lodo, mierda, amasijos de aguas negras con fétidos olores y negros pensamientos.


Este mundo es un desastre, y me incluyo, hemos vivido engañados totalmente por la tele o anuncios universalisantes que desmienten lo pútrido de todo; me ha tocado vivir en un país de periferia, me ha tocado vivir en una América hambrienta y carente de pan.


Alguien seguro reclamará esperanza, me dirá que todo esto que escribo son puras patrañas... pues ¿dónde está la praxis?, y yo le diré que tiene razón... nunca como hoy me había sentido tan impedida de todo, pero quiero quejarme, este es mi blog y mi catarsis de piedad y horror.

Errante

Paso a pasito anda por el mundo;
entre sombras nocturnas cocinando olores;
paso a pasito danzando sin rumbo,
entre bohemia y arrabal saboreando dolores.

Va dejando pedazos de vida, huella del tiempo,
desgarrando trozos de su esencia;
va desnuda y ligera, alma al viento,
rompiendo el lastre de su existencia.

Pies de yunke, pies de pluma,
le arrojan y le angustian;
pies de niña, pies de puma,
le desafían y le aventuran.

El dulce caminar comienza,
el doliente caminar desgarra,
el amante caminar abraza,
el tiempo caminar abrevia,
el infante caminar brinca,
el amigo caminar enseña,
el osado caminar convoca.

Mano de madre dónde estás,
consejo de padre lejano eco,
caricia truncada,
beso hueco,
nada.

!Caminante ríe, llora y descansa!,
pues los pasos no regresan
y el camino es largo,
y a veces es amargo,
y a veces...,
a veces cansa.

Caminante huella has dejado,
entre olores asfixiantes de exterminio,
entre el polvo fétido y caliente,
de las venas de una América doliente,
entre el luto de un pueblo olvidado,
Caminante huella has dejado.

Caminar es el camino,
el camino es peregrino,
peregrino errante,
el errar es tu destino.

Nómada itinerante !no dejes de buscar!,
ese es tu arte...
bohemio vagabundo !no dejes de cantar!,
ese es tu arte...
condición de migrante !no dejes de luchar!,
ese es tu arte...
niño inocente !no dejes de jugar!,
ese es tu arte...
payaso de kiosco !no dejes de reír!,
ese es tu arte...
gitano taciturno !no dejes de danzar!,
ese es tu arte...
pies de revolucionario !no dejes de emancipar!,
ese es tu arte...

Emprended el vuelo,
viajad ligero,
¿lo veis?... caminante,
esta vida es mejor sin lastre.

Las piedras guardan historias.