La anarquía de la tierra se aparece otra vez...y la sorpresa nos sorprende.
Un dejo de vulnerabilidad abraza a nuestra ciudad y la siempre latente posibilidad de que todo acabe, resulta agradable sentirse especial, con la ligera sospecha oscilante de que o no pasará nada o quizá todo se lo lleve un vórtice.
Que dance rebelde la firmeza de nuestras ideas y se sacuda nuestro suelo epistemológico nos invita a pensar que cualquier cosa puede suceder, quizá la clausura de la gravedad está próxima o un corrimiento al azul ocurra en una velocidad imperceptible al ojo humano y el universo se contraiga al momento en que todo organismo vivo guarde un silencio inexplicable y la materia deje de moverse debido a la eminente clausura de la gravedad.
Es intrigante que haya un quiebre en lo cotidiano, una señal que nos recuerde nuestra condición efímera y nos haga repensarnos como mamíferos erguidos y como seres espirituales.
Emocionante no saber que esperar de nuestros días.
2 comentarios:
Emocionante no saber que esperar de nuestros días.
jajaj nos encanta como terminas tus escritos ;D
!Gracias! : )...; la sorpresa es inevitable.
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