febrero 20, 2011

Vórtice


La anarquía de la tierra se aparece otra vez...y la sorpresa nos sorprende.


Un dejo de vulnerabilidad abraza a nuestra ciudad y la siempre latente posibilidad de que todo acabe, resulta agradable sentirse especial, con la ligera sospecha oscilante de que o no pasará nada o quizá todo se lo lleve un vórtice.


Que dance rebelde la firmeza de nuestras ideas y se sacuda nuestro suelo epistemológico nos invita a pensar que cualquier cosa puede suceder, quizá la clausura de la gravedad está próxima o un corrimiento al azul ocurra en una velocidad imperceptible al ojo humano y el universo se contraiga al momento en que todo organismo vivo guarde un silencio inexplicable y la materia deje de moverse debido a la eminente clausura de la gravedad.


Es intrigante que haya un quiebre en lo cotidiano, una señal que nos recuerde nuestra condición efímera y nos haga repensarnos como mamíferos erguidos y como seres espirituales.


Emocionante no saber que esperar de nuestros días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Emocionante no saber que esperar de nuestros días.
jajaj nos encanta como terminas tus escritos ;D

Eleanor dijo...

!Gracias! : )...; la sorpresa es inevitable.