Este fin de semana estuvo perrísimo, me subí a un brincolín sin reservas, nunca lo había hecho, jugué mucho y me di de golpes contra las paredes de aire del brincolín, marometas, me arrastré, jugué carreritas con Zianya, nos aventamos de panza, de pompis, hicimos bolita a todos los niños, los niños nos cayeron encima; también jugué futbolito, billar, canté en el Karaoke la de I Will survive y la de Que de raro tiene de Vicente Fernández, comí postre de nuez y tacos, pistié una cerveza muy buena y jugo de Naranja con Tequila.
Esa niña de ocho años rifa, ojalá mis amigas grandes fueran como ella de divertidas... el mundo sería diferente.
2 comentarios:
Que pinche suerte tengo el dia de hoy, cai en tu blog, que solo por tu descricion ya vale la pena leer, es cierto la vida es una mierda, ademas de hedionda, inutil, cualquier esfuerzo debe ser enfocado al placer, que es la unica mierda que nos saca de la pinche enfermedad que es vivir en sociedad, vivir aqui. Ese placer se puede encontrar como tu en un brincolin, simplemente haciendo lo que pegue en gana, total, que madres, hay que hacerlo y ya.
hey, cuidese, besos!
ME SIENTO MAQGNIFICO, PREGUNTEME COMO!! JA, ja, jassss!!!
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