NUEVA PRECAUCIÓN: Nietzsche aconseja el no castigar, critica a la Crítica misma, pues cuando se quiere adoctrinar e imponer ideas nuestras a las demás personas resulta casi imposible hacer cambiar a la mayoría, solamente se podría cambiar a algunos pocos y hasta nosotros mismos saldríamos cambiados e influenciados por los otros.
Por eso hay que evitar ser moralistas y castigadores, adoctrinantes y pastores, ya que ellos sufren, pero no un dolor noble ni valiente, no por un sacrificio, sino por querer cambiar el mundo y no obtener respuestas, por pensar que la felicidad está en nuestro parecer y pensamiento, ¡quién dice que nosotros estamos bien y no él o ella?!, mucha crítica solamente trae consigo amarguras y quejas, quejas ante un mundo que no va a cambiar por el simple hecho de quejarnos. Un ejemplo de esto serían las quejas de quien critica el sistema patriarcal y quieren destrozar la tradición, ya que observan un elemento catastrófico para llegar a una humanidad emancipada, y eso les causa un dolor de amargura, crea un pesimismo y hasta un nihilismo radical.