marzo 26, 2004

LA ASFIXIA

Hoy es viernes, un buen viernes lluvioso, hoy estoy contenta porque respiro, el otro día soñé que no podía respirar y me imaginé el día en que vaya a morir, el día en que me asfixiaré y sentiré la nostalgia de nostalgias, aun a pesar de que sé que la visión de la realidad nos lleva por caminos pesimistas, aun a pesar de eso yo sigo muy feliz, rayo en lo absurdo y en lo increíble...que importa?????....estoy muy alegre de poder vivir, dice Nietzsche que sería mejor "Morir altivamente cuando ya no es posible vivir altivamente....La muerte libremente escogida, en el día señalado, con lucidez y corazón alegre, en medio de niños y de testigos, cuando todavía es posible un adiós real, cuando el que nos abandona existe todavía y es verdaderamente capaz de evaluar lo que ha querido y lo que ha conseguido, de recapitular su vida. Todo esto está en oposición con la desdichada comedia que representa el cristianismo a la hora de la muerte"....

Que pensamiento tan hermoso; cuando yo muera me gustaría que fuera de esa forma, no quisiera dejar de respirar en contra de mi voluntad, ese es mi más grande miedo, pero no sólo por el hecho de dejar de respirar y sentir la asfixia, sino por saber que aun a pesar de estar consciente...en unos pocos minutos la vela de la vida se apagará y dejaré de existir por siempre en este devenir sin fin. Dejaré también de beber esa rica cerveza y de escuchar la música que a mis oidos es gloria, desde hoy estoy extrañando todo lo que voy a dejar, pero no quisiera ser consciente de ello, es mejor vivir en el presente y tomar cada día como un bello y respirable día que nos llena de placer, aun a pesar de los aburrimientos a los que a veces me someto...por mi inutilidad y falta de imaginación para encontrar algo que me devuelva la música al alma...en estos momentos escucho a The Ramones y un oasis de alegría se ha desbordado dentro de mi.

Antes solía sufir por muchas cosas, lloraba porque se había hundido el Titanic, porque Ritchie Valenz se estrelló, porque el triste mundo hacia estragos con sus guerras, pero me di cuenta de que no todo es bueno, la bondad nunca triunfa, el malo siempre gana porque como diría el buen Nietzsche, al que nosotros llamamos malo de instintos, es el más fuerte, es quien se expresa sin tenerle miedo a las contradicciones y a la vida misma, quien acaricia con su fino tacto el extremo de la vida...antes solía llorar...no se si me he vuelto fría para los seres que me rodean, pero sé que ya no me causa la misma ternura ni dolor lo que antes me hacia llorar, me da gusto porque prefiero carcajearme, prefiero cagarme de la risa, aunque me digan loca, aunque deje de respirar...ah!!! me encantaría morir así...riéndome...no!, mejor burlándome, es más sabroso.

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