Recado para mi abuelo Carlos

Vine abuelo, y no te encontré, pero hallé intacta la banca en que mirabas pasar la tarde taciturna, en la que recordabas, pensabas o reflexionabas quién sabe qué, con todo ese imaginario de niño despreocupado que albergaba tu ser.

Vine y no estabas, te traje flores moradas y por alguna absurda esperanza, de esas que te llevan a dar un salto de fe, sentí que ahí estarías, en esa espera graciosa que con toda ceremonia realizabas cada que nos veíamos y me abrazabas.

Sé que fui tu nieta favorita, y no sobra decirlo porque siempre me sentí orgullosa de serlo, que de alguna manera mi nariz de bolita y mi carácter carnavalesco hayan sido herencia tuya y cada vez este carácter-fiesta explote más, además de este amor a la vida que me brinda la fuerza para querer más de estas tardes que no son ni inútiles ni vacías, mientras haya canto, vino, amor y valentía.

Vine, querido Carlos, y aunque no estés, estás, siempre has estado; desde esa última vez que bailamos en la playa, cuando cantaste a grito abierto con mariachi ajeno sin importar sus caras, cuando te comiste ese elote como si no hubiera mañana y en efecto, no hubo mañana.

Y con eso me quedo mi querido abuelo, porque tu esencia me sigue regalando cada día recuerdos y razones para recordar que aún no he muerto y esta consciencia de ser-estar sigue presente.

Vine y no estabas, pero es que yo ya te llevaba.

Miri

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A mi abuelo le tocó otro lenguaje:

él decía BORDÓN, hoy decimos BASTÓN,
él decía SÚPITO, hoy decimos DESPIERTO,
él decía TRINCHE, hoy decimos TENEDOR,
él decía ACEDO, hoy decimos CALIENTE,
él decía BASTIMENTO, hoy decimos LONCHE,
él decía PARRALES, hoy decimos FRIJOLES,
él decía MOJÓN, hoy decimos MIERDA,
él decía PASTURA, hoy decimos ENSALADA,
él decía MORTIFICADO, hoy decimos PREOCUPADO,
él decía ME CORTO UN HUEVO SI NO... hoy decimos TE APUESTO LO QUE QUIERAS,
él decía AZADÓN, hoy decimos PALA,
él decía CAGUAYANA, hoy decimos MACHETE,
él decía BUENASNOCHIS, hoy decimos ALÓ,
él decía ME CONVIDAS, hoy decimos ME DAS.
él decía LUCIFER, hoy decimos DIABLO.

Esto fue un homenaje al lenguaje de mi abuelo. :)