Nacer

Me he visto viajar hacia mí,
lejos de mí,
un motor inmóvil
es causa de mi causa;
afuera, como adentro, hay tormenta,
afuera, las gotas caen violentas y sagradas,
adentro, diluvio sin fin, noche nublada.

Hace frío.

Antes de nacer
sombra y silencio,
hoy, ave en fuego,
un día, polvo de piedra,
sangre seca,
migaja de pan.

Tiemblo.

La luna cae
al abismo del mar,
el viento susurra
en el ónfalo,
Saturno guarda en sí mismo
brillo de siglos viejos.

Y yo,
yo canto.

En mi voz hay ecos
de aquelarres ancianos;
mi canto,
espejo de agua dulce,
mi canto,
infierno de agua turbia;
viene del vientre,
nace y expira en orgasmos
de viejas brujas que viven en mí.

La caracola se arrastra,
va al estanque,
sin tiempo,
sin miedo.

Instante de mi infancia,
era amarilla,
era ruidosa,
era dulce,
era porvenir.

Me precipito al abismo,
conciencia que
se piensa a sí misma,
respiro, suspiro y expiro,
átomos fundidos,
mañana eran,
ayer serán.

Vida redonda.

Voy desnuda,
soy la que busca,
no sé qué busco,
no encuentro,
ojos bien abiertos,
no encuentro,
no hay nada,
soy la que busca,
soy la que busca,
soy la que busca.

Inspirado en G. Trakl.

Recado para mi abuelo Carlos

Vine abuelo, y no te encontré, pero hallé intacta la banca en que mirabas pasar la tarde taciturna, en la que recordabas, pensabas o reflexionabas quién sabe qué, con todo ese imaginario de niño despreocupado que albergaba tu ser.

Vine y no estabas, te traje flores moradas y por alguna absurda esperanza, de esas que te llevan a dar un salto de fe, sentí que ahí estarías, en esa espera graciosa que con toda ceremonia realizabas cada que nos veíamos y me abrazabas.

Sé que fui tu nieta favorita, y no sobra decirlo porque siempre me sentí orgullosa de serlo, que de alguna manera mi nariz de bolita y mi carácter carnavalesco hayan sido herencia tuya y cada vez este carácter-fiesta explote más, además de este amor a la vida que me brinda la fuerza para querer más de estas tardes que no son ni inútiles ni vacías, mientras haya canto, vino, amor y valentía.

Vine, querido Carlos, y aunque no estés, estás, siempre has estado; desde esa última vez que bailamos en la playa, cuando cantaste a grito abierto con mariachi ajeno sin importar sus caras, cuando te comiste ese elote como si no hubiera mañana y en efecto, no hubo mañana.

Y con eso me quedo mi querido abuelo, porque tu esencia me sigue regalando cada día recuerdos y razones para recordar que aún no he muerto y esta consciencia de ser-estar sigue presente.

Vine y no estabas, pero es que yo ya te llevaba.

Miri

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A mi abuelo le tocó otro lenguaje:

él decía BORDÓN, hoy decimos BASTÓN,
él decía SÚPITO, hoy decimos DESPIERTO,
él decía TRINCHE, hoy decimos TENEDOR,
él decía ACEDO, hoy decimos CALIENTE,
él decía BASTIMENTO, hoy decimos LONCHE,
él decía PARRALES, hoy decimos FRIJOLES,
él decía MOJÓN, hoy decimos MIERDA,
él decía PASTURA, hoy decimos ENSALADA,
él decía MORTIFICADO, hoy decimos PREOCUPADO,
él decía ME CORTO UN HUEVO SI NO... hoy decimos TE APUESTO LO QUE QUIERAS,
él decía AZADÓN, hoy decimos PALA,
él decía CAGUAYANA, hoy decimos MACHETE,
él decía BUENASNOCHIS, hoy decimos ALÓ,
él decía ME CONVIDAS, hoy decimos ME DAS.
él decía LUCIFER, hoy decimos DIABLO.

Esto fue un homenaje al lenguaje de mi abuelo. :)

¿Seguir siendo yo o alguien más?

Definitivamente yo, soy leo, ¿qué esperabas?, brillo, bailo, canto, hago lo que me da la gana, amo como quiero y digo la verdad con desnudez; soy mujer libre, ya he andado algunos pasos, los que he deseado.

Te digo, soy leo, con luna en capricornio, la reina de mi mundo.

Me quedo conmigo.

La O

Harta de ser redonda, de hacer que los niños y las niñas la repitan en planas sin sentido hasta perfeccionar su ya fastidiosa redondez, haciéndolos vomitar en alucinadas circunferencias. Cansada de ser gorda, de querer ser como el 8, una ex-O que se hizo la lipo y hoy presume cinturita.

Angustia pms

Últimamente he sentido angustia al sentirme sola, al pensar que en este mundo no hay nadie para mí, que mi ser no corresponde con ningún alma, que fui un error, que mi modo de entenderme y entender esta vida no vale la pena para ser compartido.

Tengo miedo de ser tragada por todas las palabras que no le digo a nadie.

Extraterrestre:

Hola, tienes que ver el mundo y sus paisajes, leer toda la poesía, ver todo el cine, y luego huir para siempre de este paraje maldito en donde no tienes lugar. 

Lo peor que le pudo pasar a este mundo

Es la iglesia-religión, porque como dice Marx, sí ha sido el opio del pueblo, ha traído destrucción, pesar, muerte, vidas echadas a la basura, explotación, tortura, pero lo pero ha sido fomentar frases como estas:

-Si Dios quiere.

-Los tiempos de Dios son perfectos.

-Ya estaría de Dios.

Porque nos quitan lo humano, la voluntad, la decisión, la fuerza, para volvernos monigotes de la nada.

Dormir la siesta y el infierno

Cuando duermo la siesta, he de descender al mismísimo núcleo de los infiernos, perderme en los páramos de la nada, flotar perenne en el nirvana, y únicamente así, habré de recobrarme, volver a unir las piezas, de esto que soy, de este saquito de huesos y carne con ojos bien abiertos.

Seis nietos

A veces me pregunto cómo habrían sido mis seis nietos, qué ideas futuristas se fundarían en ellos, a qué parajes hermosos viajarían mis nietas, si el camino elegido sería astronautas o guitarristas de una banda de punk.

Terrible ir al supermercado

Pero qué maravilla cuando hay largas bandas transportadoras que van desde el estacionamiento hasta el segundo piso, y en esos diez segundos de traslado, respirar y dejarse ir en total descanso. 

Me imagino que de haber un más allá, así sería el traslado: plácido, lento, reflexivo, instante en que cabe mirar al horizonte y perderse de sí mismo echando en saco roto la voluntad y los zapatos.