Hoy conocí a una señora que atiende y es dueña de la lavandería de mi cuadra, no sé cómo sucedió pero entre minuto a minuto se fue entretejiendo una entrevista, de ella hacia mí y de mí hacia ella. Más de mí hacia ella que de ella hacia mí. :)
Mencionó que había estudiado literatura francesa, que tiene ocho hijos, diez bisnietos y dos tataranietos y que aún así se daba el tiempo para cocinar la sopa, la ensalada y el plato fuerte.
Esta bella mujer dio clases de francés y literatura española. Y dice con el corazón pleno por haber y estar viviendo la vida que quiso:
"Tuve sueños, sueños que alcanzaron para mí, mis ocho hijos y mi esposo".
Toda su estirpe estudió una carrera, su esposo fue filósofo y cuando la señora Vicky lo recuerda, afirma con nostalgia que se encuentra a punto de cumplir 80 años y haberle tenido como compañero fue clave para su vida.
Emocionada defiende lo importante que es la filosofía y la literatura para un mundo como el nuestro, porque ve a los jóvenes a la deriva, como viviendo un presentismo nada más, sin atreverse siquiera a intentar nada por miedo al fracaso.
Añade que cuando estudiaba literatura le decían que para qué le iba a servir, y declara con júbilo cómo hasta el día de hoy haberla estudiado le ha servido para su vida, para cada momento de su vida. Y de entre todas las memorias, les comparte algunas a sus nietas, quienes le preguntan curiosas por su primera maestra de jardín, a quien con dulzura pronuncia como "La señorita Elvira".
Me manifiesta orgullosa que la filosofía y la literatura que aprendió en la prepa fue impartida por Tomás Segobia y María Luísa Natera, de las pocas mujeres o quizá la única a quien García Lorca dedicó versos de amor.
!Y yo suspiro y me emociono por conocer a persona tan bonita!
Me dieron ganas de abrazarla, darle un beso, regalarle un libro de poesía y un chocolate y eso mismo haré. Ella cumple 80 el siguiente mes, !qué maravilla coincidir!
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