Cuando escribo siento que dejo vida, piel y existencia en cada letra.
He de morir eventualmente y de alguna manera siento que si el sistema no cae o el planeta tierra no colapsa en electricidad o internet, parte de mi habrá sido plasmada metafísicamente en estas letras.
De hecho me siento feliz de escribir, siento que vomito parte de mi, y que cuando muera... otra vida cobraré en este espacio, mi ser Miriam cibernético, y cada que alguien me lea será como una cosquilla al alma cibernauta, y yo estaré en el ciberespacio flotando, toda bonita, con alitas de pixeles y un casco que me cubra de los viruses y las malas vibras internautas.
Mi querido blog es mi vida, no sé qué haría si perdiera la clave o en mis siempre "lapsus" de memoria frágil la olvidara, siento que mutilaría una parte muy básica de mi.
Cuando escribo me voy despidiendo poco a poco, dejo pensamientos, sentires, experiencias y con esto espero morir en paz, sabiendo de antemano que mi forma de estar en este mundo era escribiendo, no viendo, no respirando, no tocando, no hablando sino escribiendo.
Si cada quien tiene un trono, siento que escribir es el mio, mi lugar.
Mi forma de existir consiste en manos y lenguaje, quizá no lo haga lo mejor, pero existo feliz cuando lo hago.
Que bonito es encontrar tu lenguaje, para algunos es la tele, para otros los libros, para más el alcohol, el deporte... para mi escribir.
Si no hablara no me importara, tengo la escritura.
Amo el castellano, definitivamente mi lenguaje favorito.